A kilómetros de tus sueños.
Hoy, a distancias mil, extraviado en esta soledad,
reclamo tu presencia, descontando los viernes y sábados que me quedan.
Busco en modo alguno la explicación de esta causa que por momentos me detiene y lacera.
Hoy, en esta fría madrugada, te pienso cual reo que espera su libertad. Agobiado por esta cárcel de tu distancia y por esta sentencia de la circunstancia.
No he querido olvidarte, aunque por motivos mil, se me haya cruzado hacerlo. Al fin y al cabo, pudo más en mí el guardar tus recuerdos y estas ganas de volver a verte.
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