04 de Julio 2017,

Estaba por anochecer, el sol y la línea más alta de mar, como dos atracciones inequívocas e imparables se acercaban el uno al otro, se ve bien, todos lo vemos, sin embargo se siente tan distinto hoy. Será que solo es para el deleite de algunos, o yo no soy capaz de percibir la belleza y sencillez del acto, qué puedo hacer, mientras ese último rayo de luz despega hacia mis ojos, lentamente las nubes parecen desaparecer y son remplazadas por ángeles, quizá me voy de este mundo, quizá por eso no soy sensible a la unión de estos. Me quitaré los lentes, desvestiré mi cuerpo lentamente, para, ojalá, sentir la brisa. Marcho hacia donde por última vez vi luz, mientras me deshago de la superficialidad que me cubre. Está frío aquí, y me cuesta caminar. La arena bajo el mar me hunde. Estoy bajo esa última línea de mar, pero, a dónde fue el sol. Segundos parecían minutos, reteniendo la respiración, señales nerviosas, desesperación y a la vez, placer, me ayudan a comprender, que antes del anochecer, no hay tal atracción. Nada más el sol se acerca, es solo la luz que busca ser consumida, no es más que el amor fallido y desgraciado, que desea el olvido.

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