Me encuentro caminando en la pesada oscuridad de un cuarto donde mis ojos luchan con el punto de quiebre de mi cerebro, agotados y sin fuerzas son vencidos por un poder superior que provocan el cierre de ellos y ahí es cuando se enciende no solo mi vida si no un atardecer; un atardecer que penetra mi alma y me provoca seguir caminando y alcanzarlo. Mis pies paralelos a mi mirada siguen el mismo camino. Después de infinitas horas de un vacío recto paro para admirar un blanco perfecto deslizándose desde donde empecé a caminar para llegar a mi y hacerme notar mis piernas desvaneciéndose, inmediatamente volteo a ver mis manos que lentamente empiezan a correr con el viento.. con el tiempo.
Abro mis ojos. El tiempo había pasado tan rápido que casi desaparezco; me encontraba muy desconcertada. Temerosa de irme y desaparecer con el atardecer mis pies empezaron a funcionar y a caminar, ya con mis sentidos bien puestos en la oscuridad del cuarto. Mi soledad empezó a tener mas sentido por cada paso ciego que daba, jamás había tenido alguna conflicto con ella, siempre la disfrute sin embargo esta noche se sentía mas fría que nunca.
Caminando sola en mi amargura y sin rumbo alguno hacían que mi agonía se volviera cada vez mas fuerte. Entre pasos me inmovilizaba un estrecho golpe en mi pecho, insoportable e incontrolable me hacia sentir como si cada parte de mi ser se rompiera, como las fuerzas de mi cuerpo se agotaban y el avanzar me carcomía la piel para no dejar mas que pequeños fragmentos de lo que alguna vez fui.
Aun no recuerdo cuando fue que me di cuenta que lo que alguna vez me había encendido, me estaba matando.. tanto así que no me di cuenta nunca por lo sola que me encontraba.
Cierro mis ojos y decido adentrarme en el atardecer. Asustada pero decidida mire mi cuerpo desprenderse e irse tan ligeramente del cuerpo donde estuvo 20 tremendos años. (tanta paz) Mi libertad me convirtió en los colores del atardecer.
Al principio pinte un gris, seco y con lluvia reflejando mi vida, mi tristeza y mi creada soledad. Si, era un gris transparente e insignificante.. como yo. Las nubes lloraban mis desilusiones, mis penas y amarguras. El sol opaco, casi retirándose de un gran día que se despedía con un destello de ironía y sarcasmo se alejaba haciéndome sentir lo que ocasionaba. Un remolino como mi cabeza atormentaba los tristes colores de mi ser, una vida que tenia que morir con la ida del sol de ese día para así poder renacer como un amanecer, un puro e iluso amanecer.
El comienzo de un día que produce felicidad instantánea de una bella asomada del sol, el inicia de mi vida, una vida que reitero morirá cuando la estrella cumpla y muera al bajar.
Yo era ese día, esa vida y esperaba ser la de todos los días. Dando belleza y suspiros a quien decidiera dedicarme un poco de si mismos.
Trate de colorear lo mas hermoso mío pero las apariencias aquí no funcionan. Aquí se representa lo que uno siente.
OPINIONES Y COMENTARIOS