Todos merecemos la oportunidad de amar y ser amados, sin máscaras, sin necesidad de fingir ser lo que no somos en realidad. Qué fácil amar a una persona por su belleza, siendo próspera, apasionada, cuando la consideramos digna de confianza, segura de si misma, cuando es feliz ¡Muy fácil!…¡Pero amar el lado oscuro….¡No lo creo!
Y no, no se trata del pragmatismo que conocemos en este mundo superficial, se trata de tener un alma comprometida y convencidas de amar con el amor de Dios, no con el amor de humanos. Se trata de estar dispuestos a vivir la experiencia del amor como tal, no como un simple enamoramiento. Verlo todo, no solo lo que queremos ver.
Hermoso es, ver aquellos que saben que el amor es un compromiso que se sella en los días de prueba, que a pesar de lo difícil, se puede amar ese lado oscuro. Dichosos aquellos que creen fielmente que con voluntad se puede resolver. Y al igual que el día y la noche van de la mano, en lo bueno y lo no tan bueno, también. Porque el amor autentico ama en la tormenta, en la oscuridad, en la dificultad, en el apuro, en el peligro, surge mas fuerte cuando más se necesita.
Creo que no tenemos el derecho de atacar al débil, a esa persona que está herida y temerosa. No cometas el error de dar un paso hacia atrás y abrumarte por su vulnerabilidad, mejor alimenta el amor que le tienes dando un paso hacia adelante para abrazarla, calmarla, confortarla y hacerla sentir amada. Eso sí está en tus manos.
Porque en la montaña rusa que es esta vida tan hermosa, llena de remolinos de pasiones y un cambiante rumbo de nuestra realidad, el amor debería adaptarse, acoplarse, ajustarse, pero nunca terminar. Por eso…
Si te vas a enamorar, enamórate completamente. De lo bueno y lo malo, sino… Mejor ni te enamores.
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