Conversaciones con un gato…

Conversaciones con un gato…

Cami A. Do Palma

14/10/2020

Las flores de las cortinas bailaban al compás del viento, sus tristes pétalos marchitos daban pasitos raquíticos y tristes, intentando quizás, quizás salir de la prisión textil que les daba vida. La vida es tan extraña, pensaba… y pensaba, y pensaba y, seguía pensando sin éxito. Es que intento pensar bonito Louis, decía mirando al gato gordo sin gracia que estaba desparramado a los pies del sofá. Intento pensar lindo, Louis, soñar lindo, vivir lindo, pero la belleza no me sale del alma, estoy tan triste Louis, tan aguada, enmarañada, vacía y destartalada, el terror ha llenado mi mente Louis, no consigo cerrar los ojos sin pensar… No logro pensar bien.

Cuando Louis era pequeño, era un gato feo, de pelo tieso, sucio y maltratado por la calle, no tenía gracia, era un animalejo horripilante que chillaba como recién nacido y meaba todo lo que se le cruzara en frente, pensé que tu amor (o desprecio en este caso, gato maldito) le devolvería el brillo y la sonrisa a mi vida, pero sigo tan deslustrada como antes, gato estúpido ni para amar sirves. Sergio tampoco sabe amar, o quizás si, si sabe y soy yo la que no aprendo a amarlo, es que el amor no me sale por el hueco oscuro que tengo en el alma, Louis, el amor tampoco se me da bien. Y me entristece un poco, Louis, me da rabia y pena y rabia y pena, y luego más rabia y pena porque el vincularse debiese ser algo tan simple, Louis, algo que se dé de forma tan natural, pero te juro que lo intento, me esfuerzo tanto por amarlo en serio, pero no. Pues, supongo que el amor no es tan simple, o quizás si, quizás sería más simple si se tratase de las personas indicadas, pero cómo saber quiénes somos los indicados, acaso el amor es una máquina mágica en la que digitas unos cuantos datos y obtienes un resultado, quizás Sergio fue mi resultado, mi mal y aberrante resultado, pues él es todo lo que quiero… pero simplemente no es para mí, no lo siento así. 

Y yo lo intento, Louis, te juro que sí, tú mismo has sido testigo, maldito gato inoportuno…

El amor sería tan simple si los humanos fuésemos como los gatos ¿ustedes los gatos realmente sienten algo por alguien, Louis? Y hablo de algo real por alguien real, no amor a la comida, a las cajas de cartón o a mis pantuflas, hablo de sentir en serio, de adentro, desde lo profundo del alma, con todas tus fuerzas y los sentidos en contra, querer a pesar de todo y todos, querer con locura… ¿Quieres a alguien de esa forma, Louis?

Louis, el gato fofo se levanta con lentos movimientos, estira sus patitas delanteras, y camina con movimientos sensuales hacia su arenero, huele su arena, se sienta en ella y comienza a defecar

-¡gracias Louis, excelente intervención!- Le grita Antonia entre carcajadas. 

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