01 de noviembre de 1981 Hola amor. Una vez alguien me enseñó que escribir es la mejor y hasta ahora la única manera de permanecer siendo inmortales. No esperaré a que alguien más escriba nuestra historia, que especulen acerca de lo que hemos sido, somos y seremos. Es por eso por lo que hoy te escribo con la principal intención que me has enseñado, trascender. Hoy necesito llegar más allá de lo inimaginable, llegar al límite de lo conocido hasta ahora y sobrepasar cualquier miedo sin perjuicio alguno, porque esa palabra se ha desvanecido a través del tiempo y me libera de vivir con estigmas que detienen, condicionan y terminan por condenar a las personas. Comprendo que las reglas nos han permitido llegar hasta este momento, y que son las mismas que no permiten que cualquier situación se salga de control y nos coloque en una dirección errónea. Quiero agradecerte a ti y a lo que sea que hizo que nuestros caminos se cruzaran, quien haya decidió que así debía de ser, debe ser una fuerza que nunca se equivoca, porque lo que provocó entre los dos solo tiene un nombre, única e impresionante PERFECCIÓN. Ahora solo debes saber que he encontrado el único lugar donde me siento como en casa, donde tengo la completa seguridad que pertenezco, donde comprendo que no hay algo mal conmigo misma y que realmente puedo mostrarme tal y como soy, pero, sobre todo, que la peculiaridad es una perfecta cualidad encontrándola en ti. Si el amor es sentirte cada día más dentro de mí y sentirme cada día más dentro de ti, entonces me he enamorado, te has vuelto una necesidad en todos los sentidos, y desde el día en que leas esta carta me encargaré de hacértelo saber con cada acción y cada palabra que mi boca articule. Te amo y no habrá regla que me impida hacerlo porque soy completamente tuya, hasta el último de mis días. Bonnie
OPINIONES Y COMENTARIOS