Ya perdí la cuenta de cuántas veces he suspirado hoy. Dicen que un suspiro es un aire que sobra por una persona que falta… Bueno, creo que en mi hoy es una realidad. Y es que me falta alguien, me faltas tú. ¿Suena loco verdad? Quererte tanto y sentir que la vida no es la misma sin ti cuando apenas nos conocemos hace un mes. Sí, lo sé, ni yo misma puedo creerlo.
Mientras escribo esta carta recuerdo que precisamente hoy hace un mes nos conocimos pero de verdad. No como aquella charla donde éramos sólo unos desconocidos que se estaban presentando, no, hace un mes estábamos con unas ganas ocultas de conocer lo más profundo del otro. Llámalo hilos rojos, destino, Dios o lo que sea, pero estábamos destinados a cruzar nuestro camino, a vivir, al menos un mes de nuestras vidas, de la manera más sexy, emocionante, feliz, apasionada, adolescente, sincera, única… Que jamás habíamos vivido (o por lo menos, yo) De esas experiencias que te vuelven adicto pero de una manera sana y que no quisieras dejar de vivir nunca.
Eres de esas historias que dejan escombros, escombros que nadie podrá quitar del corazón y de la memoria. De esas que uno nunca olvida y que cada vez que las recuerda, aunque hayan suspiros que quieran salir por el vacío que hay, se sonríe por todo lo lindo que te ha dejado.
Espero haya sido la respuesta que diste cuando te preguntaban por qué habías estado tan feliz últimamente, exactamente, el último mes de tu vida. Eso me haría extremadamente feliz, aunque esa pregunta no exista, aunque esa respuesta no pueda salir de tu boca, aunque eso sólo este en tu corazón.
La decisión que he tomado no es fácil pero tengo que hacerlo. No puedo aceptar ser la segunda opción. No puedo aceptar ser una alternativa o un premio de consuelo, pues, al final, el único consuelo que tendré es haber querido simplemente por significar la personificación de alguien más. No lo admito. Nunca me he querido convertir en el camino opcional, ese que sólo eliges si no te queda más alternativa.
La verdad me quiero, y más vale estar sola que estar llenando espacios vacíos para alguien más, así tu digas lo contrario, es evidente que hace mucho no vives en plenitud. Por eso estoy segura que más vale estar sola que acompañando a medias. Más vale llenar mi propio corazón en lugar de intentar dárselo a alguien que ya no tiene espacio para recibirlo.
No quiero ser la segunda opción. No quiero ser la alternativa. Quiero ser la prioridad, la persona que está día y noche en la mente de quien sueña tenerme y amarme como lo merezco. Ser el amor de quien no quiere robarme el corazón, sino de quien espera cuidarlo y darle todo el espacio que se merece y más.
No quiero equivocarme y darle mi corazón a alguien que ya tiene ocupado el espacio, me sentiré más vacía que si me hubiese quedado con mi corazón, valorando esa soledad que no es mala, que, de hecho, es completamente necesaria cuando quieres avanzar.
No sé si te parezca loco o videoso todo lo que digo, al final, no me importa. Son pocos los que en estos momentos escribimos para expresar lo que hay en lo profundo del corazón. Aquí te desnude mi vida entera y te di lo más preciado que tengo, mis letras.
Por último, búscame cuando te apetezca, cuando notes que me echas de menos, cuando te mueras de ganas de tenerme. Búscame cuando no tengas a nadie que te diga que te quiere. Búscame cuando eches en falta las risas, las caricias que erizan la piel, las conversaciones sin rumbo, los abrazos en los malos momentos y las locuras. Búscame cuando necesites alguien que te sorprenda, cuando te des cuenta que nadie tiene esos detalles.
Me encantas, de la manera más extraña y única que alguien en la vida me haya encantado.
Con cariño y corazones púrpuras,
Yo.
Jules Acevedo Kleinner.
OPINIONES Y COMENTARIOS