Una vez un hombre soñó con el diablo, le dijo que tenía el alma de su difunta hija y antes de que aquel hombre pudiera decir palabra alguna, el diablo le hizo una proposición.

-Cien almas dame y cien almas valdrás para mí, tu hija sale tú te quedas aquí. Tienes siete días-

El hombre no se atrevió a decir nada, solo se limitó a escuchar atento y con un apretón de manos cerraron el trato.

El hombre se despertó de golpe con las esperanzas de que todo hubiese sido solo un sueño, esperanzas que se desvanecieron al encontrar un puñal en su mano, al verlo detenidamente lo comprendió, casi por instinto, como si algo le susurrara desde dentro lo que tenía que hacer.

Entendió que no tenía elección, saliendo así a cumplir su terrible propósito.

Uno por uno empezó a matar a criminales y mal vivientes para aliviar así la culpa, luego de matar a 30 de ellos dejo de sentir culpa matando a inocentes y criminales sin elegir, a las 60 víctimas empezó a matar a hombres, mujeres y niños por igual, a las 80 lo empezó a disfrutar.

Pasados los siete días el diablo visito al hombre en sueños, le dijo que su trabajo estaba echo las vidas habían sido entregadas y su alma ahora era más negra que cien almas negras.

-Puedes reclamar tu premio- Dijo el diablo. –Hazlo para que yo reclame el mío.

-Puedes quedarte con ella, ya no me interesa-

Respondió el hombre.

-¿Qué es lo que quieres entonces?

Y con una sonrisa retorcida el hombre respondió.

-Siete días más.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS