anaranjada obra

EN ESE MOMENTO DE QUIETUD

Te sientas, respiras, piensas, hueles, tocas a tu alrededor, vuelves a acomodarte, vuelves a mirar, esta vez el ocaso del atardecer, esa puesta de sol romántica o solitaria, que te llama a reflexionar a diario, está ahí todo los días de tu vida para que la veas posarse y desaparecer, tal vez, tiene un propósito, ese propósito puede ser algo, un distinto, un suceso capaz de hacerte concientizar sobre lo que eres o lo que haces.

Vuelves a mirar, es como un silencio incomodo entre tú y la puesta del atardecer, si estas acompañado puede ser romántico, puede ser melancolice, nostálgico o triste, pero sabes que al finalizar cada día, está ahí, siendo parte de tu vida, de tu historia, una historia corta y vivida como haz podido, pero que sientes ha sido la menos mala o al menos ha sido en su gran parte lo que tu haz elegido.

Aprecias el anaranjado de las nubes, es como una almohada, se ve cómoda y notas lo intacto de su belleza, lo innato y natural que se percibe, se ilumina y con eso tu mente se apacigua un momento, no existe nada más que tú y eso; vuelves a acomodarte, miras a la soledad acompañante a tu lado, te preguntas si vive lo mismo que tú.

Hueles el atardecer, te toca la piel y recorre tu sensación de bienestar, por un momento olvidas las preguntas existenciales o banales de tu diario vivir, es más, ni siquiera te sientes físicamente, no hay corporalidad en el hecho, solo hay sensaciones.

Tan solo imagina, que tal teatralidad, se repite todo los días de tu vida hasta el último, no es eso especial, es algo distintito a lo habitual, ni siquiera entre nosotros nos tenemos toda una vida, pero un simple anaranjado nuboso te acompaña desde siempre, y que al igual como todo dentro de lo que llamamos nuestro mundo se apaga de manera hermosa.

Vemos que todo vuelve a la normalidad, vuelve el color grisáceo al cielo, la teatralidad ha terminado, la obra ya expuso sus argumentos y espera que hayan sido tomados por el espectador, tan solo queda esperar un día o una vida más para volver a admirar la obra.