Dia uno.
Ahora deberé de vivir cargando este pecado a cuestas; por el resto de mi vida.
Abril, fue el mes en el cual te conocí. Pensé que lo recordaba, pero era un recuerdo que cuando me di cuenta, había desaparecido. Aunque es como si, huyera de mí.
¡Papá, algún día podre cruzar este lago, como estas aves acuáticas, te lo prometo!
Estas vías del tren, el transcurso, se sienten diferentes. La sensación del paraguas de otros mojando mi ropa, el olor a harina impregnado en el traje de alguien, el calor del cuerpo de otra persona contra mi espalda y la brisa helada del aire sobre mi cara; este es el yo de ahora.
Camino todos los días después del trabajo poniéndome una mascara llamada felicidad y dictándome una regla que resuena en mi cabeza: No te encariñes con los demás, no les tomes afecto por que ellos también se irán de tu lado.
-Me resulta muy extraño el poder ver tan hermoso paisaje sin ti, Violeta … –
El camino que recorremos, después del viaje en el tren este camino lleno de flores, tienen todos tus sentidos y tu olor mi querida niña. Eso que dejaste atrás, se convirtió en mi todo y uno de mis sentires. Las flores que estoy viendo ahora, son tus preferidas. El pequeño rio que esta a mi lado sigue fluyendo con firmeza. Muy pronto llegare a casa el lugar donde me van a invadir todos aquellos momentos.
– ¡Estoy en casa! –
Me olvide, otra vez, otra vez es el mismo error. Hasta cuando seguiré de este modo, ¿Cuántos recuerdos necesitara una persona para seguir viviendo? Hasta ahora, he vivido miles de días. Desde ahora viviré miles de miles de días .
Sentir algo, olvidar algo. Las llaves, las dejare en la mesa.
Dia dos.
– ¡Papá, Papá, despierta – ¿Por qué, no me dejaste vivir? ¿Por qué? –
-No, yo no quería, lo siento, ¡lo siento! – .
– ¡Lo siento Violeta …! –
Algunos días me despierto llorando, eso me pasa de ves en cuando y lo que haya estado soñando es un recuerdo, pero, pero lo único que queda cuando despierto es un sentimiento de perdida que perdura durante mucho tiempo.
-Llueve-
Cuando era pequeño el cielo estaba más cerca mucho más cerca; me gusta la lluvia por que trae consigo el olor del cielo siempre es así. Me pregunto ¿Por qué este café está amargo? pero aun es un habito el tomarlo, solo es esencial cuando llueve, solo es eso. Tú silla está vacía, esa vieja madera esta desocupada y cuando miro a fuera a través de la ventana te veo caminando con tu parasol, caminando hacia nuestro lago junto con las aves.
-Me pregunto, cuando volverán. –
Fue el primer día de la estación de lluvias de canto, como cualquier otro día más aumentando mi semana. Siempre estoy buscando algo o alguien, ese sentimiento me consume desde ese día y al igual que esta lluvia; no para. Durante las mañanas soleadas hago el trasborde hacia mi trabajo y vengo aquí como se supone que debo de hacer.
Al cual estos días me sentía como si estuviera en un lugar pueril dominado por la densidad, cuando trabajo las horas son mas lentas; esta oficina, los papeles, las cuentas y mi pluma, es una pequeña parte del aire frio que siento.
Dia tres.
El mundo de los adultos que trabajan en el que vivo yo. Son dos cosas con certeza que se mantendrá en mi mente, a mis cuarenta y dos años de verme como una simple persona y la otra sería los pequeños sucesos de esta egoísta vida. Me tiene en el mismo lugar. Mi tiempo y mi reloj pararon en tan solo un minuto. Cuando todo el día termina y tomo el autobús elijo cualquier asiento, aunque claramente siempre buscare el último de ellos, puedo escuchar el sonido de lo viejo que es y el fuerte frenillo al parar, y así llegando al mismo lugar de mi comienzo, ese lugar en el cual no estás tú. Y al abrir esa puerta te recordaré.
-Hola Whichi pequeño gato ¿Dónde has estado?, me dejaste y me sentí solo. Bueno por ahora, solo somos dos.-.
Dia cuatro. Aunque intentara recordar es como si huyera de mí. Por ejemplo, uno de los amigos con los que jugaba cuando era niño. En la reunión primaria, el después de clases en el que jugábamos despreocupadamente y tal cuales colecciones que recopilamos, sin descanso.
– ¿Cómo has estado? – . Bien, aunque ahora estoy solo, tengo una pequeña compañía.
-Quiero que vengas conmigo, lejos de esta casa, lejos de este lago-. No, me voy a ir. Esta casa, esta pequeña cabaña, están sus memorias en las mías.
Cuanto tiempo ha pasado y luego desde este encuentro lo único que hicimos fue realizar que esos instantes que fueron recordados como si nada, fueron perdiendo color con el tiempo, se volvieron ligeros. Y así como si hubiera pasado nunca, desaparecen. Te ¿olvidaras de mí? ¿también me dejaras? Amigo mío. Aunque siento que esto poco a poco se destruye, te daré las gracias amigo, mi hermano de la infancia por estar cuidándome como si fueras el padre que nunca tuve. Por alguna razón me estoy hundiendo y no sé el ¿Por qué? de esto, el cielo se esta tornando gris claro, el viento sopla con fuerza.
-Perdóname Líam- .
Dia cinco.
La misma rutina con los mismos momentos en mis acciones; mentir y fingir.
-Buenos días, he venido a recoger las flores que pedí-.
-Oh entre señor Fabian, disculpe por no darles mis condolencias, sé que ha sido muy difícil para usted, el perder primero a mi querida Emily y después a Violeta. Realmente lo siento. –
-No se disculpe estoy, mucho mejor. – Corre sal de aquí, huye no debes quedarte más, no escuches sus palabras, no necesitas la compasión de nadie recuerda muy bien que estas solo, no necesitas a nadie más.
Las personas no saben que es el dolor hasta el día en que lo pierdan todo, todo aman. Aun con heridas enterradas en mi corazón los días siguen continuando si lo fuerzas, no podrás seguirlo seguro esta bien dejarlo así lluvioso, nublado, soleado de primavera a invierno realmente no importa si es todos los trecientos sesenta y cinco días, realmente no importa; ¿Por qué? ¿Por qué siento que estoy cayendo? en un hoyo tan profundo, lleno de espinas.
Dia seis.
Mantén escondida tus memorias más profundas y luego después olvídalos. Todas las veces que no me alcanzan presionan de nuevo explorando, profundamente veo también dolor en mí y aún recuerdo esa discusión con Liam.
No sabes que tu cuerpo esta ardiendo y no sabes que tu cuerpo esta ardiendo por todo lo que no dejas ir.
-¡No estoy ardiendo!- .
Y algún día enfrentaras todo lo que te estoy diciendo y por primera ves notaras una gran cantidad de quemaduras.
-Lo siento, yo…-son mis gritos desde fuera.
– ¡por favor, vive! – ¿Por qué?, Violeta no puedo avanzar si no te veo, mi adorada hija. ¿Realmente puedo hacerlo? Después de no poder dejar vivir a mi propia familia, cuando he sido un arma de morir, acaso no he sido yo, quien ha robado a alguien mas su sueño por un instante. En mi cabeza sigo diciendo lo mismo una y otra y otra vez. Me odio.
Dia siete.
No puedo respirar, ya no quiero vivir. Perdí todo lo que quería. Dios no esta a mi lado; recuerdo muy bien cuando tenia cinco años descubrí que mis padres murieron y fui dado al orfanato, a mis veinte y siete años perdí a mi esposa durante ese tiempo Violeta solo tenía tres años así que decidí ir a nuestra cabaña que era tan pequeña pero acogedora y a sus cortos siete padeció de una enfermedad terminal para ese entonces; todo lo que creía y tenia se desvaneció. Sería mejor morir. Pero a lo muy lejos escucho sus voces diciéndome; te amamos y no te culpes. Todo lo que tenia que hacer era solo vivir y viviré por ustedes, aunque sea lejano este encuentro.
Dia uno.
A la mañana siguiente mientras iba pensando, caminando hacia el trabajo dejando el por todo de mi cabaña. Poco después encuentro una sola ave llorando, mientras busco un cielo sin nombre estoy procediendo una ves mas al mañana en la cuna que he estado tejiendo en días soleados y lluviosos también, para poder guardar un tesoro irremplazable. Muchas veces me he dicho a mi mismo, que un viento incoloro esta llamando y con esto se despierta el lugar de nacimiento que nos trae un aroma familiar; recuerdos lejanos de la infancia guardan una calidez como la luz del sol reflejado en ese fluyente río, más aún recordare sus nombres.
-Es placentero-. Fin.

OPINIONES Y COMENTARIOS