Día cualquiera…
Apagaré los pensamientos negativos que a mi alma angustia.
Tomé mi manta y prepare un té con menta, le puse leña al fuego, apagué la luz y abrí las cortinas de mi hogar, arrimé al perro y se sumo el gato, los tres mosqueteros calentando los pies al calor de la leña seca de eucalipto.
La lluvia cae sin cesar en los techos rotos de zinc, tomé la lana y todo lo natural que aveces salgo recolectar y me pongo a imaginar para poder crear. Haré algo mágico, único a través de mis manos.
Quiero pasar toda la energía que circula en el interior de mi corazón para hacerlo con amor. Quiero aprovechar la luz del día esa luz que ilumina mis ideas, tengo que alimentar el artista, aquella persona mística, esa que se nutre con el sol y florece como el aromo, esa mezcla de flores y miel, esa mezcla de indio con piel blanca, esa mezcla de razas ancestrales de donde provienen las ideas que se plasman en un simple palo de río.

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