La poesía oculta

-¿Qué tal está usted hoy?

-Podría responder de cualquier manera a eso ¿sabe? al fin y al cabo los días para mi son solo un parpadeo de la vida.

-Es solo una forma agraciada de comenzar una conversación.

-¿Una conversación? esto no es una conversación.

-Entonces dígame por favor ¿qué es esto?

-Es tierno que lo preguntes, esto es una entrevista.

-Una ¿entrevista? ¿por qué lo dice?

-¡Oh! mi querido Mark, ¿acaso sabes en donde estas?

-Claro estoy hablando con usted ¿no?

– Y sabe ¿quién soy yo?

-Una mujer realmente simpática, tal vez con inseguridades, tal vez con necedades y caprichos, pero simpática sin lugar a duda.

– Me halagan tus adulaciones, pero mírate Mark, aquel agujero en donde debería estar tu ojo y esas salpicaduras de sangre por toda tu ropa, no me inspiran ningún tipo de deseo ha acercarme.

-Así que es eso, pensé por un momento que todo había sido un sueño, pero entonces querida mía cuénteme ¿por que me tiene aquí hablando si vuestro trabajo es justo sesgar mi voz?

– Cariño, lo has malinterpretado toda tu vida, mi trabajo no es el de finiquitar la existencia. Eso lo hacéis vosotros mismos, yo solo recojo el desastre que habéis dejado para mi. Y en cuanto al porqué te tengo aquí, es muy simple, amo tus libros.

-Eso es maravilloso, pero no soy un escritor.

-Eso es porque jamas has tenido el valor.

-Me siento muy agradecido por su fe en mis habilidades, pero le aseguro que no es como usted lo ve, mis obras son solo basura incomparable al lado de los grandes escritores como Márquez, Twain, Dante o Saavedra, ni siquiera podría compararse con escritores menos conocidos como Lewis Carroll, Vladimir Nabokov o Jorge Isaac.

-Señor Mark me siento en la necesidad de recalcar algo. Márquez, Twain, Lewis, Dante, Dalí, Platón, Lovecraft… todos ellos han sido guiados por el río en la oscuridad mientras con mi mano se alumbraba el camino al olvido, y dígame ¿cree usted que estaría aquí sentado si no lo considerase igual o mejor que ellos?

-Señorita, eso nombres que me ha dado son leyendas, ¿como podría yo compararme a ellos?

-Pues si tan solo hubiese tenido el valor antes de llegar aquí, entendería porque se les compara.

-Ya no importa, ahora solo soy un policía retirado.

-No llore señor Mark yo solo estoy aquí para cumplir uno de sus deseos.

-Entonces, ¿volveré a ver a mi familia?

-No me malinterpretes Mark, ya te lo e dicho no soy un ser mágico, solo soy el personal de limpieza de una gran empresa, pero en aquel discurso que diste durante la muerte de tu padre dijiste y cito: “… y deseo, con mucho fervor, que si algún día la muerte llega por mi, por lo menos me explique cual es su motivación para causar tanto dolor en nuestro corazón…”

-En el fondo él merecía morir, ya lo entendí no es una de las grandes figuras de la historia y por eso su muerte solo es una pérdida de tiempo el que se mantenga vivo. Lo entiendo solo somos como hormigas para ti, no tenemos ningún tipo de valor.

-De nuevo lo estás malinterpretando, no dejes que el sentimiento de odio por lo que paso con tu hija se apodere de ti.

-¡Cállate tu no sabes nada!

-Mark, yo lo se todo.
Cuando este universo vio su primer amanecer yo ya había visto muchos más, e visto las rocas golpearse y formar planetas; e visto estos planetas crear vida y quitarla; los vi nacer entre los pantanos tóxicos y destruir a sus iguales por salir de este mismo pantano; vi imperios formarse y caer, vi ciudades prosperar y arder en las llamas, mientras un emperador loco me invitaba a escuchar sus cánticos y su particular forma de tocar la lira.
Vi a niños convertirse en figuras históricas y luego crucificado por sus semejantes, lo vi ser convertido en un símbolo de amor, fe y destrucción. Vi a los hombres correr al campo de batalla peleando por ideales de otros. Vi a hombres morir contra su voluntad por una guerra innecesaria y a otros juzgados injustamente por matar para sobrevivir, vi a Aaron Kosminski darme a aquellas 5 mujeres en medio de sus ataques de locura y a Johnny Spillane salvando a aquellos soldados en las costas japonesas antes de entregarse a mi.
Vi a los niños gritas de dolor en auschwitz y de felicidad en neverland.
Mark yo se todo lo que sabes y muchísimo mas de lo que nunca hubieses llegado a saber, pero tu ¿te niegas a aceptarlo?

-Lo siento mucho mi señora no quería insultarte, pero dígame ¿qué acaso lo que acaba de decir no reafirma mi argumento?

-¿Cómo podría esta demostración de simpatía, por vuestra existencia, significar una total descompresión de vuestros sentimientos?

-¿Que quiere decir?

-Simple, vosotros tenéis el valor más grande para mi, vuestra sola existencia es la razón por la que nací, tanto así que no pude esperar a que vuestra existencia comenzará, y vine mucho antes para asegurarme de que todo estuviera en orden para cuando llegaran.
No se si lo entiendas Mark, pero todo lo hago por amor, para que condenarlos a vivir eternamente y a padecer el mismo sufrimiento por eones. Mark no puedo obligarte a que me creas, pero alumbró el camino a los desdichados que han llegado aquí porque merecen descansar en paz, no volver a un mundo sumido en el odio y los pecados.
Mark lo importante no es llegar al otro lado del río, lo importante es la luz que te guía en el camino.

-Creo que nunca lo había visto de esa forma, es algo poético sin duda, pero y qué pasa con las almas sin una luz para cruzar el río.

-Mark créeme siempre hay una luz para alumbrar el camino, aún cuando esta titile o parezca desaparecer, siempre estará ahí tratando de ayudar, pero no te preocupes Mark huir del camino, y dejarse llevar por el río, es también una decisión y no serás juzgado por ella, al fin y al cabo ni aquí ni al final del río existe el bien o el mal.

-Espera qué es lo que me estás…

-Lo siento Mark me gustaría seguir hablando pero ya es hora de que nos vayamos y además dentro de unos minutos entenderás el significado de mis palabras, no tengas miedo todo estará bien.
-Pero, señorita por lo menos podría darme su nombre antes de irnos, no me siento cómodo sin saberlo.

-No tengo un nombre, o si lo e tenido ya lo he olvidado, por tanto esa pregunta no te la puedo responder, aun así si quieres puedes llamarme Serena, por cierto lo había olvidado tengo un mensaje de tu hija.

y entonces la celestial figura, que había pedido a Mark ser llamada serena, camino contoneando la cadera de su delgada silueta hacia él. cuando ya estuvo lo suficientemente cerca como para que sus rasgos fueran reconocibles Mark se dio cuenta de que era una mujer bastante diferente de lo que había imaginado por su voz, su cara era extremadamente delgada y sus ojos casi parecían saltar de sus cuencas sus pupilas eran de un verde pálido y sus labios parecían no haber sido humectados durante toda su existencia y aunque busco su nariz por todos lados jamás la encontró, su piel parecía de porcelana, su cabello era largo y lacio, pero negro como la noche.
de pronto la figura acercó la boca a su oído derecho, ya que del izquierdo no queda prácticamente nada más que una cascada con sesos y sangre borboteando.
en un susurro iban cuatro palabra y en esas cuatro palabras un mensaje contundente un mensaje que Mark había entendido ya muy tarde.
mientras las lágrimas comenzaban a brotar de los ojos de Mark, la mujer preguntó:

-¿Vamos, Mark?

-Si, creo que ya es hora de partir serena

entonces la figura levantó el brazo, para que la manga de la sotana resbalara hacia su pecho y así poder revelar una fuerte luz de color verde la cual la acompaña una vez más a dar un paseo por el río.

-ha dicho usted que es horrible vivir eternamente, pero usted lo hace.

-bueno, es simple, el amor que siento por ustedes me obliga a no dejar que alguien más tuviera que sufrir este dolor.

y así ambos partieron, haciendo que la luz se viese cada vez más diminuta en la oscuridad, hasta ser como una luciérnaga en el espacio vacío, para luego perderse en la oscuridad.

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