En el curioso juego de la vida

cada puerta que se abre nos encierra

así, todos creemos estar libres

mientras ella realiza su tarea.

El destino es un cuarto

demasiado pequeño

al cual sólo se ingresa.

El destino es un cuarto

demasiado pequeño

al cual solo se ingresa,

un cuarto en el cual nadie

nos puede acompañar.

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