Ser joven va más allá de una etapa de paso a la adultez. Ser joven significa tener rebeldía y querer defender nuestros derechos, nuestro ser y nuestro proyecto de vida. Ser joven significa autonomía, donde podemos liberarnos un poco y tomar algunas decisiones siguiendo siempre un parámetro de responsabilidad. Ser joven significa ser un motor de cambio y transformación social, teniendo en cuenta los acumulados históricos y el concepto de generación que se deriva de ello.
Los jóvenes de hoy y de ayer tenemos muchas diferencias comunicacionales y relacionales. Los acumulados históricos, nos demarcan unos caminos de convivencia actuales. Antes, habían pocos medios de comunicación y los grupos se reducían a los que se armaban en las actividades cotidianas, como deportes y actividades de la escuela o colegio. Ahora, con esto de la web 2.0 donde uno puedo presentarse mediante un interface a diferentes personas, como por ejemplo Facebook, twitter, Instagram, los grupos sociales son más grandes y más complejos.
Ahora los jóvenes tratamos de describirnos a sí mismos con nuestra imagen, haciendo parte de tribus urbanas ahora conocidas o siempre desconocidoas. Ya todo se basa en una sociedad más conectada en la que uno trata de identificarse más, y entonces recurre a elementos de la web, vestimenta, hobbies, unirse a grupos, etc.
Los jóvenes de hoy se contentan con cumplir los requisitos mínimos exigibles para el desarrollo de una tarea o trabajo cualquiera. Esto se refleja en las actitudes de muchos jóvenes universitarios frente a las cuestiones académicas, quienes se toman la molestia de hacer cálculos para ver cuánto esfuerzo necesitan desplegar para dar término a una meta u objetivo. ¿Cuántos puntos necesito para aprobar este curso? ¿Cuántos días me quedan para escribir este trabajo académico? Muchos de los jóvenes de hoy, nunca se preguntan cuáles serán los conocimientos adquiridos, porque es importante la realización de las actividades y cual será mi contribución si realizo determinada labor.
A las anteriores diferenciaciones comunicativas y relacionales de la juventud de hoy y de ayer, hay que agregarle que tenemos una juventud más apática a los acontecimientos sociales, económicos, ambientales y políticos. “Muchos de los jóvenes de hoy se van de rumba, mientras el mundo se derrumba”. El calentamiento global arremete, nuestros territorios cada vez son expropiados a las poblaciones ancestrales, las multinacionales cada vez nos dejan menos recursos y subsistencias, cada vez existe más elitización de la educación pública, y muchos otros problemas a los que muchos jóvenes le hacen el quite.
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