Me busqué sin pausa
allí donde brillaban los caminos
hasta que la negrura, hambrienta,
se tragó los mapas y los pies.
En la oscuridad supe que yo era nadie
entonces, por primera vez,
andé.
Me busqué sin pausa
allí donde brillaban los caminos
hasta que la negrura, hambrienta,
se tragó los mapas y los pies.
En la oscuridad supe que yo era nadie
entonces, por primera vez,
andé.
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