Formas de malgastar el tiempo

A saber, que cualquier mujer puede ser la mujer, pero nunca la sabemos aprovechar.

Que una mirada puede ser una confesión, y que la confesión es una entrega en sí.

Que un gobierno corrupto que sucede generación tras generación no es más que la ignorancia de un pueblo.

Un suspiro puede tener más de dos interpretaciones y la oscuridad no es tal a los ojos de la verdad.

Un juego sigue siendo un juego hasta que alguien intenta demostrar lo contrario.

La verdad en realidad es ciega y fundamenta su conocimiento en la experiencia y la intuición.

Que los sueños no son efectos de premonición sino formas de expresar deseos reprimidos.

La locura es una forma de revolución y la cotidianidad vuelve loco a cualquiera.

Que la literatura más que darte alas te da una bofetada en la cara, que sirve para ver la vida sin filtros ni prejuicios.

Que Bukowski no era tan malo y García Márquez se limita a lo cotidiano.

Que las reglas no están hechas para cumplirlas sino para romperlas y que esto alguien más ya lo había dicho.

¿Qué si se me puede considerar como un insensato?

Eso lo dejo al juicio del lector.

Que todos juegan a tener la razón y ninguno reconocer su error.

Y, mientras tanto, sigo buscando formas de malgastar el tiempo.

La libertad está en la creencia, no en los hechos y uno, para ser lo que quiere no debe pedir autorización a nadie.

Que para escribir como se debe uno tiene que olvidarse de sí mismo.

Los psicópatas saben utilizar muy bien el disfraz de la simpatía y la ingenuidad que se esconde detrás de la internet les facilita su labor.

El estúpido que cree por su condición de hombre tiene autoridad sobre su mujer…

Es un estúpido, no hay más calificativos.

Y yo, sigo buscando formas de malgastar el tiempo.