-«SE DURMIÓ…»-

“ ROJO COMO LOS RAYOS DE SU ALMA, UNA CASCADA DE SANGRE QUE DANZA ALREDEDOR DE SU ANTES LATIENTE PECHO, PINTANDO CON SUAVIDAD CADA RINCÓN DE SU PIEL Y CREANDO LA OBRA DE ARTE MÁS TRISTE Y MÁS FÚNEBRE DE TODOS LOS TIEMPOS. AQUELLOS OJOS QUE TANTO VIERON PERO TANTO SE PERDIERON, NO VOLVERÁN A VER MÁS. NO VOLVERÁN A VAGAR ENTRE ESTRELLAS Y POEMAS, NI HISTORIAS A CIEGAS. AQUELLAS DELICADAS Y VIBRANTES MANOS QUE TODO LO SENTÍAN, NO VOLVER A SENTIR O A DESLIZARSE ENTRE AQUELLA BRISA DE VIDA QUE RESGUARDABA SU CUERPO, PUES A SOLTADO SU MANO. Y AHORA YACE AHÍ, DESPLOMADA A LA ORILLA DE AQUEL LAGO, DONDE TAN SOLO UNAS HORAS ANTES MIRABA SUS ÚLTIMOS MINUTOS DE VIDA EN EL REFLEJO DEL AGUA, Y DESPERDICIABA SUS ÚLTIMAS RESPIRACIONES CANTÁNDOLE AL VIENTO. CONTÁNDOLE UNA HISTORIA QUE ESTABA A PUNTO DE TERMINAR. ROJA COMO LOS RAYOS DE SU ALMA, ERA AQUELLA TARDE EN LA QUE SU CANCIÓN SE ESCUCHÓ POR ÚLTIMA VEZ. ROJO, EL CORAZÓN QUE SE QUEDÓ DORMIDO Y NUNCA VOLVÍO A LATIR…”