La contaminación de espacios naturales protagoniza un hecho real que nos afecta de forma directa. Sin embargo, es un factor que no solemos tener en consideración y olvidamos el riesgo que supone para con nuestra salud.
Al acercarse las esperadas vacaciones de verano, comenzamos a indagar sobre destinos en los que poder disfrutar de un entorno especial para desconectar del ambiente habitual. Por desgracia, en la mayoría de los casos, no tenemos en cuenta lo importante que es hacerlo en una atmósfera libre de contaminación.
Sin ir más lejos, el pasado 2016, la organización ‘Ecologistas en acción’ publicó de nuevo su informe anual, Banderas negras, en el que metafóricamente, otorgaron la bandera negra a cuarenta y siete arenales españoles. Lo hicieron como denuncia a la polución a la que está sometido el litoral del país y con el fin de aplicar medidas de protección en las zonas costeras indicadas.
Entre los diferentes problemas que se muestran en la investigación encontramos la presencia de vertidos tóxicos múltiples en diferentes escalas, abandonos de limpieza injustificados y con ello la acumulación de deshechos humanos en las playas.
Por ello, cada vez resulta más importante imponer un sistema en el que el turismo masivo no suponga la contaminación de los ambientes costeros. Todo lo anterior para el propio beneficio del viajero.
Entornos que aún conservan su patrimonio natural
A pesar de lo anterior no todo es polución, ya que España posee en su gran mayoría entornos costeros únicos y que, por supuesto, cumplen con creces las normativas ambientales. De este modo proporcionan al viajero una experiencia natural sin necesidad de trasladarse demasiado lejos de su casa.
Por ejemplo, la isla de Mallorca está determinada como uno de los destinos españoles menos contaminados junto a San Sebastián y Arrecife (Lanzarote) entre otras ciudades.
Lo anterior, convierte a la isla Balear en uno de los lugares predilectos para el disfrute de unas buenas vacaciones, elegida tanto por viajeros españoles, como por aventureros de todo el mundo. Sus playas paradisíacas nos brindan tranquilidad y unas vistas de infarto gracias a las aguas cristalinas y contrastes naturales.
Por otro lado, San Sebastián, denominada por múltiples organismos turísticos como una de las ciudades más bonitas de Europa, también es una de las más puras por su escaso nivel de contaminación, tanto a nivel de ciudad como en las aguas del mar cantábrico.
En tercer lugar, la ciudad de Arrecife, capital de Lanzarote, también tiene el galardón por ser uno de los territorios costeros menos contaminados de nuestro país. Esto convierte a la ciudad canaria en un destino esencial para todos aquellos que quieran disfrutar de un entorno único y relajante.
Los efectos de la contaminación en nuestra salud
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), los efectos a corto y largo plazo que produce un ambiente con polución, ejercen sobre la salud de las personas ocasionando enfermedades tanto respiratorias como infecciosas.
Por otro lado, la contaminación en playas y costas, nos afecta directamente y de forma perjudicial a través de microorganismos patógenos y sustancias tóxicas.
Como hemos podido observar, la importancia de tomar hábitos de cuidado medioambiental, así como la elección de un ambiente adecuado para vivir o pasar periodos vacacionales, resulta cada vez más necesario.
Está en nuestras manos disminuir o al menos, evitar, los efectos de este enemigo invisible a corto plazo llamado contaminación.
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