El sol nos vio caminar, estar en Pampa y la vía, nos dio calor y alegrías,
En ese momento nace este poema en donde nos deparan los secretos del teorema.
Allí tan lejos del olvido y tan cerca del final,
Allí tu cuerpo me dio el calor solitario de la lejanía y desde entonces eres mi más precisada compañía.
Y allí, sin penas ni alegrías, sin rabia ni rencor, sin versos ni música, sin casa ni alcohol.
Mi humilde compañero,
Mi mejor canción,
Mi paisaje.
Mi pobreza del corazón,
Mi cálido rincón,
Mi equipaje.
Mi poeta y cantor,
Mi techo reparador,
Mi linaje.
Mi amigo viejo,
Y mi viejo refrán,
Mi locura y realidad.
Mi entonces y mi después,
Mi izquierdo y mi revés,
Mi anhelo de ayer.
Mi promesa protestante,
Mi fiel amante,
Mi newen.
Mi flor de canelo,
Mi desvelo,
Mi eterno retornar.
Mi Poesia sin terminar.
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