El día que mi mejor amiga me dijo que estaba saliendo con un chico del pueblo de al lado pensé que era un poco tonta; por salir con un chico de fuera, aunque creo que más bien era envidia, yo no había tenido novio, al menos no de más de un día y sin llegar ni a los besos de tornillo. Todas las chicas tenían novios, se besaban, tenían relaciones; cosa que para mi era algo deseable y al mismo tiempo aterrador.

En mi infancia había tenido que sobrellevar el hecho de que mis padres salieran casi cada fin de semana, dejándome con mi hermano (el cual solía salir con sus amigos y dejarme sola, cosa que a mi personalmente me encantaba, siempre adoré la soledad) para irse a las reuniones bien conocidas como «orgías» que ¿cómo lo se? pues mis queridísimos padres les gustaba dejar recordatorio de aquellas noches, no siendo demasiado listos de hacerse su propia sesión de ordenador, ni esconderlo precisamente bien, yo era bastante cotilla y además estaba acostumbrada a levantarme de noche para mandarles callar; mis padres eran bastante «pasionales» y ahora entiendo por que me sale esa vena de gritar tanto.

Al ser una niña cuando descubrí eso, no me atreví a hablar con ellos para contarles lo que había visto, así que con el tiempo se me hizo una cosa regularmente normal y debo añadir que esto me acarreó muchos problemas al principio de mi adolescencia, pues hablaba del tema como algo natural y una vez practicado el sexo necesité probar más cosas aun mi corta edad. Bueno, prosigo con mi mejor amiga y su «novio de Sanlucar» que me voy por la vía tarifa.

Ella me contó que lo había conocido por su prima o algo así; esa chica nunca llegó a gustarme del todo. Un día, en el ciber (al que solíamos ir, no recuerdo bien para que, yo me dedicaba a jugar a las barbies por Internet) me dijo si quería el msn del primo de su novio, apenas llevaba una semana con el, a los pocos días lo dejaron… ¡en fin!

Le agregué, cuando vi su foto de perfil me dije a mi misma que un chico tan guapo no se fijaría en mí, el primer día solo nos dijimos «hola, que tal, bien y tu, bien aquí» ya sabes, típicas conversaciones sin sentido pero, bastante comunes.

Pocos días después, la prima de mi amiga me estaba contando como un chico de Sanlucar le había gustado pero pasaba de ella, no me interesé mucho ¡hasta que descubrí que era el chico que agregué! realmente me resultó gracioso, ella solía alardear de ligona aun siendo algo… rechonchita y fea según algunos. no se exactamente como comenzamos a hablar uno o dos meses después, quizás de su primo y mi amiga o de su prima, pero acabamos chateando cada día hasta el punto de pensar en él antes de acostarme y no entender que pasaba exactamente.

Al tiempo, un par de meses o así, decidimos que queríamos conocernos; yo sabía que eso implicaba un tipo de contacto que nunca había tenido con nadie, me refiero a los besos claro está.

Sin saber como, queriendo ir solos o con otra pareja más al cine, acabamos por ir dos amigas hermanas mías, su primo (que yo le gustaba, salimos un día, ni si quiera nos besamos, para mi, un beso en la mejilla era demasié) el primo de… ¡anda! pero si no mencioné su nombre… el chico con el que me pase unos meses chateando durante horas y horas se llamaba Sergio, hasta meses después no sabría lo importante que iba a ser en mi vida hasta el día de hoy; aunque ya no esté, me enseñó mucho. Prosigo.

Sergio venía con su primo, la novia de su primo y un amigo que pretendía presentárselo a Vanesa, la mayor de las hermanas que venían conmigo; ni me imaginaba lo que ocurriría tiempo después…(Vane se coló por sergio, traicionando mi amistad, aunque claro está, se dió un canto en los dientes, él me quería a mí)

Nos montamos en el autobús que iba de Chipiona a Sanlucar, pues en mi pueblo al ser tan pequeño no albergaba cine, ni centro comercial… ¡ni si quiera un burguer, ni nada! todo lo residía el pueblo de al lado, Sanlucar. Ya desde que amanecí ese día, un dolor incesante me golpeaba el estómago, quería echarme atrás y deseaba no ir con todas mis fuerzas, nunca había tenido tanto miedo. La cosa durante el día no mejoró, ese dolorcillo seguía ahí y parecía que iba a vomitar mi corazón en cualquier momento, ya en el autobús me prometí a mi misma no cagarla; cosa difícil en mi… Una vez entramos en la sala el cine, mi pie quiso saludar a la puerta de la entrada y mi amiga, la mayor, al abrir la puerta en la oscuridad… Me levantó la uña del dedo gordo de una manera brutal, yo, acostumbrada a los golpes… hice caso omiso al dolor, estaba muy oscuro y no vi el desperfecto. A la media hora de comenzar la película (resacón en

las vegas, vista dos veces ya, pero no querían otra) ya no aguanté más y obligué a la asesina de mi uña a que me acompañara al baño, casi me da algo al verme el dedo ensangrentado y la uña casi fuera del dedo ¿cómo había aguantado ese dolor tanto tiempo sin notar eso? unas encargadas me ayudaron dándome unas tiritas y venditas para agarrármela y cubrírmela hasta poder ir a urgencias a curármelo, estaba claro que esto no me fastidiaría la cita (para eso me sobré solita).

Tras terminar la película, fuimos a dar todos un paseo por la parte de la playa; cerca del cine, la única playa de Sanlucar (en realidad es la desembocadura del río Guadalquivir) y bastante fea y mal cuidada en mi opinión. Mis nervios no cesaban y ya que nunca había tenido intenciones amorosas con nadie no sabía como comportarme, la cosa se puso tensa cuando sin darme cuenta nos dejaron a solas, el con más experiencias que yo, ya hacía acercamientos y decía cosas como «que guapa estás» ó » tenía muchas ganas de conocerte» eso hacía que hablara cada vez menos, lo peor fue cuando me quedé atrincherada entre una pared y él.

¡QUERÍA BESARME! Mi cuerpo actuó instintivamente volviendo mi cara, no es que no quisiera besarle, pero no sabia que hacer exactamente y estaba muerta de miedo. La táctica de la cobra se la hice tantas veces que finalmente se cansó y nos volvimos a reunir con el grupo, cuyas miradas nos penetraban con curiosidad.

No se en que momento la novia de el primo de Sergio decidió hablar conmigo, me preguntó que ocurría; ella tendría unos tres o cuatro años más que yo y obviamente más experiencia que yo, me acobardé e incapaz de decirle que nunca había besado a nadie, le solté un rollo sobre que no besé exactamente mucho y que me gustaba ir lento. Ahora lo pienso y no creo que colara, pues según Serg me contó tiempo después, que ella se limitó a decir que era una niña pequeña, eso me enfadó muchísimo… pero es cierto que lo era, tenía la adorable edad de 13 años y Serg tenía un par de años más que yo.

Justo cuando íbamos a volvernos, apunto de montar en el autobús, fue a despedirse de mi y delante de todos volví a hacerle la cobra, no se enfadó, más bien se conformó y creo que eso le llamo la atención, aunque claro está solo al principio.

Al volver a casa me disculpé una y otra vez por mis hazañas ese día, él lo aceptó y quiso volver a verme. Durante los tres siguientes meses estuvimos

en un vaivén de nos vemos, no nos vemos, le dejé colgado varias veces, y en una ocasión que nos vimos y por que fue de sorpresa, yo no me lo esperaba… me pillo fumada; a ver, yo no fumaba… Era la primera vez y fui con mi amiga vane a un local que tenían un grupo de chavales al lado de mi casa, estabamos sólo la hermana de uno de los chicos, mi amiga y yo que la chavala nos invitó y yo pues por supuesto nunca lo había probado tenía curiosidad, lo único que he fumado fue a propósito por mi hermano que me puso un cigarro en la boca por que hasta q no le diera la primera calada para q viera lo malo que era no paraba, que cabrón jajaja pero eso no me hizo mucho efecto aunque estaba asqueroso tosí mucho. TOTAL.

Allí estaba una chica fumando cachimba, algo infensivo, pero para mis trece añitos mortal, un par de caladas largas y ni sabía que llevaba pero la risa se apropió de mí y mi cuerpo parecía gelatina. poco después alguien llamo a la puerta (ahora que lo pienso, nunca he sabido como supo que estaba allí, una emboscada seguro) y Vane fue a abrir insistiendo en que saliera, que tenía una sorpresa, mi intuición me dijo que era él, y así era, allí estaba, mirándome con una sonrisa propio de un enamorado, mi reacción en cambio fue descojonarme y caminar hacia otra calle para respirar y analizar la situación.

El caminó tras de mi o eso recuerdo, tal vez él fue quien me instó a caminar, sea lo que fuere, yo no sabía como actuar… sólo me reía y decía tonterías que no quería decir. No recuerdo que más pasó ese día, solo se… que no nos besamos. Tras meses «cortejándome» se dio por vencido.

Me dijo que se acabó y que le gustaba otra chica o algo así, me rompí por dentro cuando me mandó la canción de «ya no siento nada, de los rebujitos» recuerdo que lloré con verdadero dolor, ese fue mi primer síntoma de que sentía algo que no quería dejar marchar, así que durante los siguientes 8 meses me dediqué a rogarle que nos viéramos y mostrarme tal como era, pero el ya no quería, aun no habiendo durado más de tres meses con esa chica.

Al final, volvimos a hablarnos, como hacíamos siempre, había algo y lo sigue habiendo, que hace que nuestros enfados, sean lo más grandes de este mundo y nos digamos las cosas más feas… pero al final, debemos hablarnos, nos necesitábamos, al menos yo le necesitaba.

Recuerdo un domingo que no se por que razón discutíamos, en esas le dije que me quería cortar el pelo así por decir y el me soltó cabreado que me lo cortara que estaría feísima y así ya dejaría de gustarle del todo… error, mi cabezonerío me hizo ir a una peluquería de una amiga que el pelo corto no era su fuerte, pero me negué a esperar al lunes para ir a una peluquería… en fin, mi pelo quedo más corto que el de victoria beckam y echo un desastre, parecía que un burro me hubiera arrancado el pelo a bocados por atrás los primeros meses.

Tras 8 meses, se acercaba la feria de Sanlucar, yo iba a ir con una amiga y él estaba dispuesto a verme, era mi ocasión y no pensaba desperdiciarla.

Al vernos fué como si un incesante y caluroso fuego ardiera entre nosotros, y la incomodez increible… aunque no era igual que al conocernos, pues esta vez me había preparado mentalmente a conciencia… algo nerviosa estaba, nunca había bebido alcohol, siempre rehusaba pagar lotes a medias por que no bebía, pero esa vez, sin pensármelo dos veces compré una maceta, ni si quiera recuerdo de que.

Después otra y otra, la cosa iba mejorando, nos reíamos nos montábamos en las atracciones y me sentía más cómoda, horas después fuimos a los baños acompañados por una amiga mía.

Él estaba borracho, más que yo que aun era consciente de la situación, quizás por que mi mente no conseguía relajarse del todo. Se apoyaba en mi y me daba mimos que llegaron a gustarme y cuando nos quedamos solos apoyados en una barra, él se puso frente a mi, me miraba… aunque no creo que pensara en nada, su mirada era más bien la de un chico aturdido o mareado, estaba muy cerca de mí y derrepente empecé a pensar en si debía besarle… entonces me dije «Belén, no pienses, actúa».

Entonces cerré los ojos y le besé.

Al principio se sorprendió, no se lo esperaba, entonces el beso fue más profundo y sus labios se apretaban más hasta meterme su lengua, yo no sabía que hacer, e intenté imitarle, debo decir que para ser la primera vez lo hice bastante bien, según me contó después.

El resto de la noche transcurrió genial, no hacíamos otra cosa que besarnos y sonreír, cuando me recogió mi padre para volver a casa no pude dormir en horas… era increíble !había dado mi primer beso! y no era un chico cualquiera, era aquel por el que había luchado durante 8 meses, eso me

llevó a tener muchas ganas de salir con él y continuar lo de esa noche.

Nos vimos la siguiente vez a los días de acabar la feria, él me puso a prueba, pero esta vez… nada más llegar, le besé.

Un 16 de junio de 2010 comenzamos una relación, mi primera relación.

Para mi eso que me estaba ocurriendo era increíble, notablemente cambió mi vida, nos veíamos mucho aun siendo de otro pueblo y yo ya había estado pensando en dar un paso más con el, una noche salimos con el grupo (que lo formaban, su primo; con su nueva novia, otra chica de Chipiona y ademas era el conductor particular en las salidas, un par de amigos de allí y otro de Chipiona, el grupo en sí era algo particular) tras horas bebiendo decidimos pasear por la playa a solas, y por vez primera le deje tocarme los pechos, tenía miedo de que le parecieran pequeños, pero parecieron gustarle y poco a poco me sentí más cómoda, poco después su primo le llamaba por que teníamos que volver y yo que soy bastante juguetona, me animé en mitad de la llamada a quitarle la camisa mientras le besaba el pecho, no cabe decir que eso le gustó demasiado pues ya me llevaba bastante lejos de esa parte de la playa, esa noche no hicimos nada, no era el momento, no estaba preparada… pero poco después a las semanas si ocurrió, no muy bien pues fuimos muy rápido, pero con el tiempo y mi experiencia de haber leído y visto porno mejoramos mucho, hasta el punto que nuestra relación se basó en el sexo y el resto era tremenda mente aburrido, apenas hablábamos y no teníamos demasiado en común, a los meses ocurrió algo.

Una amiga que parecía seguir mis pasos como chica atrevida y extrovertida, me pidió que la acompañara a la playa, que tenía que zangar unos planes con unos chicos que había conocido ese mismo día.

Al llegar a la playa, para mi sorpresa, eran dos chicos belgas, rubios, de ojos azules y terriblemente atractivos que acababan de salir del agua y su pecho era sexy de una manera obsesiva, me quedé bastante anonadada, nunca había visto chicos tan guapos, uno más que el otro, y los dos chicos parecían haberse fijado en mí, tras salir de la playa al haber planeado para esa noche una quedada con los dos (mi amiga, no yo) me di cuenta que unos calores me habían hinundado y no precisamente del sol.

Eso fue algo que cambió la monotonía y me dio terrible curiosidad por saber como harían ellos el sexo, ni si quiera pensé en nada más con ellos,

solo eso, pero me dije a mi misma que no debía. Tenía que respetar mi relación.

Esa noche, quedé con mi novio y el grupo para ver jugar a España, mi amiga salió con ellos aun nosotros haberle advertido que eran chicos más mayores que ella, tendrían unos 22, 23. y que podrían hacerle daño, ella no escuchó y bueno, no le paso nada malo.

Quedamos al día siguiente para que me contara todo, se había divertido, y habían vuelto a quedar para esa misma noche, con la condición de que yo fuera…

En un principio me enfadé, ella dijo que iría sin pedirme permiso. Claramente dije que no, pero de una manera u otra acabé diciendo que iría, se lo conté a mi novio claro; no tenía la más mínima mala intención, yo pensaba estar un rato e irme a casa con mi amiga a dormir, pero esa noche no fue como yo pensaba…

Yo estaba acostumbrada a beber alcohol cuando salía con Sergio, así que compramos entre los cuatro un lote, fuimos a la playa y nos pusimos en unas barquitas de esas de pedales a beber, al principió fue divertido, yo estaba un poco emocionada a decir verdad y seguí bebiendo sin medir vasos, ni si quiera se como derrepente me estaba besando con el mayor de los dos hermanos, creo que comenzó como un juego de manos y desafíos, eso en mí, que soy escorpio… es terrible, soy muy picona por naturaleza y en ese momento ni era consciente, ni madura, es más tenía 13 años. A mi amiga le gustaba el otro chico, por eso decidí jugar con el mayor, y le dejé el más guapo a ella, aunque lo que no imaginé era que el joven también se fijó en mi, el caso es que pasaba de ella y se fue a no se que sitio y ella salió como un perrito en su búsqueda aun habiéndole pedido que no me dejara sola con este tío, poco después estábamos solos y yo empezaba a incomodarme, a sentirme fatal, le había traicionado y ya no me divertía, entonces él puso mi mano sobre sus pantalones y noté una cosa enorme dentro de ellos, se la sacó y me pidió que se la chupara, debo decir que me asustó su tamaño, y ahí, ahí llego mi limite, me pareció innecesario hacer eso, ya que no quería, así que recogí todo y derrepente llego mi amiga sola, no le había encontrado y entonces como excusa para huir fui a buscarle, ella me pidió que no le dejara sola con él, Soy bastante rencorosa, me fui.

Tras una hora o así buscando por que no quería volver, me encontré a los

dos hermanos y me dijeron que mi amiga se había ido a su casa, me asusté y me fui, al día siguiente estaba tan asustada que no me atreví a decir la verdad y les dije a mi novio, su primo y su novia que me había dejado sola con los dos chicos y que me habían estado sobando pero pasé, ahí comenzó todo. Lo peor que hice, lo sé.

Una mentira llevó a otra, los meses siguientes fueron monótonos, era muy aburrido estar con el, pero era mi novio ¿qué iba a hacer? le quería sin duda y me encantó estar con él, el primer amor siempre debe ser especial.

Íbamos a hacer 8 meses un miércoles 16 de febrero cuando el domingo anterior me llamó diciendo que teníamos que hablar, yo le había comprado una colonia de play boy ibiza (que desde entonces es mi preferida) y el lunes, día de san valentín, fui a Sanlucar a verlo y hablar, sabiendo que algo muy malo iba a ocurrir, aunque me negaba a mi misma que en un día como ese fuera a dejarme… se me cayó el alma a los pies cuando me empezó a decir que estaba harto de los rumores de esa noche y que quería pensarse lo nuestro, que quería dejarlo (según dijo después, dijo por un tiempo, pero eso no se hace el día de san valentín…) me quedé destrozada, fue una semana muy dura, en mi clase hablaban de lo que me había pasado y preguntaban, era horrible me sentía ridiculizada y dolida.

Ese sábado unos amigos me insistieron para salir, yo no quería me negué una y otra vez. Hasta que no me vestí no me dejaron en paz, fuimos a la discoteca que llevaba el amigo con el que iba, uno de ellos era el dj, salimos con otra amiga y dos chicos más, familia del dj. Cuando llegué a la discoteca y vi los adornos de san valentín casi quise salir corriendo, tenía ganas de llorar y antes era incapaz de hacerlo en público; ademas, en un pueblo, una fiesta en una discoteca en el centro de todo… estaba demasiado concurrido como para exponerme a mas ridículo.

Mi amigo el encargado, me dio barra libre y me dediqué a beber un copón tras otro sin pensar en nada.

Tras una hora sin separarme de la barra, mi amiga me arrastró a bailar, y aunque no me divertía mucho, fingí reírme, entonces empezó a decirme que disfrutara que él lo estaría haciendo liándose con otras tías, ni si quiera llevaba el móvil encima, me rallé de tal manera que le dije que me liaría con uno, ella no me creía y le dije que me retara, señaló a un chico que llevaba colgado de mi desde hacia un par de años, sin pensármelo dos veces me planté frente a él, le comí la boca y me dí la vuelta; con mi amiga

sonriendo de asombro y diversión. Y en un frenesí le dije: ahora que.

Mi perdición, ya me daba igual todo y estaba dispuesta a vengarme aun sabiendo que todo el pueblo veía mis hazañas. Me lié con otro par de chicos y al cerrar la discoteca nos fuimos a otra a Sanlucar, subiendo 5 personas; mi amiga, el encargado de la discoteca, el dj y su primo, a un reservado. Me lié con el dj que ya me tonteaba desde hace algunos años debo añadir.

A eso de las 7 llegamos a mi casa los cinco, no había nadie así que seguimos la fiesta allí.

Yo no tenía planeado hacer nada, ni si quiera recuerdo como entré en casa, solo se que estábamos mi amiga, el primo del dj, el dj y yo en la cama de matrimonio de mis padres (ya divorciados) y el siguiente recuerdo de el dj y yo solos y el desvistiéndome, ni si quiera recuerdo hacerlo, no sentí nada, cuando vi que se quitaba un preservativo pegué un salto de la cama y me dirigí a la otra habitación junto a mi amigo para contarle que había pasado, poco después todos menos mi amiga se fueron.

Después, a las 8, sin dormir, maquilladas como la noche anterior, aunque yo con otra ropa, fuimos a ver a mi mejor amiga correr.

Vi a su novio, se había traído un amigo que también estaba corriendo e iban a comer a una pizzería, les acompañé y fuimos en plan pareja los cuatro. Ya por esas horas no quería ni pensar en Sergio, estaba tan dolida y a la vez enfadada,(aunque claro está me sentía mal, soy bastante rencorosa) me acabe liando con ese chico, ya tuve mi récord. Entonces… encendí mi móvil, tenía un mensaje de la noche anterior, algo así como… cariño me he dado cuenta de que te quiero y confío en ti.

Como para creerselo, increíble… Me vine abajo, me fui a casa lo más rápido posible y le llamé, le dije que tenía que contarle algo que había pasado, me dijo que ya lo sabía; es un pueblo pequeño, todo se sabe (aunque se que fue isa mi clon). Quedamos al día siguiente, ya sabía que todo había acabado y me sentía lo peor de este mundo.

Nunca le había visto llorar y no tenía más excusa que la rabia y el dolor que en ese momento, ni a mi me parecían una excusa.

Semanas después, quise verle, le dije que tenía una sorpresa (había ido al médico para recetarme las pastillas anticonceptivas) quería contárselo a

ver si así se animaba poco a poco a tener conmigo algo de nuevo, sin saber como, volvimos a hacerlo y él al preguntarme la sorpresa mientras lo hacíamos le dije lo de las pastillas, el ilusionado por el placer del momento me dijo que si ya me las estaba tomando y yo por no darle una negativa al verle emocionado le dije que si. A partir de ahí, seguimos quedando para mantener relaciones, a mi sólo me quedaban semanas para tomarme la píldora y no pensé que fuera a ocurrir nada por algunas veces que practicáramos así.

Con el paso de ese mes de roces me di cuenta de que no quería que subiera fotos nuestras, ya no salíamos juntos los findes y solo quedamos a solas para mantener relaciones.

Yo deseaba tanto volver con el que no le dí importancia pensé que solo sería un tiempo.

Antes de que me pudieran recetar la píldora, tuve problemas con mi padre, que era con el que viví los últimos meses, mi madre ya estaba en el puerto con mi hermano y alquiló un piso, pequeño, pero nuestro nuevo hogar.

Me fui al puerto tras una gran pelea con mi padre y tras unas semanas allí comencé a darme cuenta de que mi relación ya no tenía ni pies ni cabeza (ni recordaba ya las veces que practicamos sin precaución).

Frente a mi nueva casa, vivían una pareja adulta y la madre anciana de ella, todos eran unos borrachos, pero me divertía con ellos a veces, creo que al no conocer a nadie, y llevar una relación complicada y seca con mi familia menos con mi madre por una actuación mía… que quizás cuente en otro momento, pero en ese momento toda esa situación me hacía sentirme terriblemente sola.

Un día entrando en la residencial donde vivía, mi vecina me pidió que agarrara la puerta y entró con un cachorro negro bastante travieso, detrás de ella venía un chico que diría, que tenía también la cara parecida al cachorro, entraba con una bolsa llena de comida y huevos en la otra mano, quiso ser caballeroso y me insistió en agarrar la puerta, seguí adelante y escuche tras de mi.. «crash» me volteé y la mitad de los huevos estaban esparcidos por el suelo.

No pude evitar ir a ayudarle mientras nos reíamos de la situación, me miraba de una manera… no se picarona, volví a casa y me senté fuera a comerme un helado, él estaba ahí frente a mí en la otra silla del otro porche

mirándome despreocupado tomándose una cerveza, yo disimulaba con el móvil, pero había una electricidad en ese pequeño trecho que no pude más y entré en casa a comerme un helado, al poco salí, ya casi acabado mi helado y él habría la verja para irse, casi en la esquina se giró y nos volvimos a mirar, esta vez quise ser picarona, le pegué un lenguetazo bastante sexy al helado y me metí en casa mientras él me miraba y mi interior se revolucionaba por completo por lo que acababa de hacer.

Tras ese día muchos vinieron, cada vez hablábamos más, hasta sentarse en mi porche conmigo, una noche (mi madre trabaja de noche, menos los sábados) estábamos tomando una cerveza en mi casa y de una manera u otra, acabamos liados, a los pocos días, hablé con Sergio.

Esta vez no le conté nada, por el simple hecho de que no consideraba que estuviéramos juntos, terminamos a los 11 meses y tres semanas, curioso sí.

Este chico me gustaba, no tenía nada interesante que contar nunca, bebía, fumaba porros y ademas tenia novia, era lo que ahora llamo un lerdo y un capullo. No me aportaba nada bueno, pero me sentía sola y necesitaba cariño y mimos, saber que aun le importaba a alguien.

Debo decir, que durante dos meses, pudo ser una relación, venía cada noche y dormía conmigo, por la mañana iba a trabajar y nadie sabía nada, claro esta… a quien le iba a contar nada.

Tengo un error muy malo y es que me encariño rápido de la gente, yo sabía que con el no sería feliz, así que decidí cortar por lo sano, él quiso dejar a su novia por mi… pero ¿cómo iba a confiar en alguien que le ha puesto los cuernos a su novia de tres años conmigo y muchas más? no, no quería. Nos seguimos viéndonos y hablando y alguna vez lo volvimos a hacer dado que nos veíamos cada día, pues su padre era el novio de mi vecina.

Una noche, estaba tremendamente aburrida y le llamé para que viniera un rato a ver una peli o algo, me dijo que estaba con un amigo, le dije que vinieran, no le dí importancia, pensé; viene con un amigo, así no querrá follar.

Cuando llegaron, para mi sorpresa su amigo era su jefe un tipo de 30 y pico y gordo, pero gordisimo de estos que dan asco ver sin camiseta.

Me abrumé y más aun cuando vi que trajeron alcohol, al principio no quería, vimos una serie un rato y nos pusimos a charlar, la cosa no iba

exactamente mal así que al final accedí a beber un par de chupitos, la notable diferencia, era que seguí bebiendo animada cuando ellos en el primer chupito pararon, quise darme cuenta que algo no iba bien cuando me empecé a sentir mareada, para entonces les dije que tenía que dormir, si se podían marchar, mi vecino empezó a besarme y tocarme, he de decir que tras tiempo con el ya ni si quiera me ponía, era sexo por tener sexo.

Al final cedí añadiendo que si quería quedarse su amigo debería marcharse de inmediato que me encontraba mal, entonces ocurrió lo que nunca imaginé que podía pasarme… esa bola de sebo se acercó mientras mi vecino se alejaba y me susurró que no tuviera miedo, que nos íbamos a divertir. Miré a mi vecino, el cual miraba al suelo sin decir nada. Yo empecé a llorar y decir que no sabía de que hablaba que se fuera y fui a devolver al baño, lo siguiente son vagos recuerdos, que por lo general mi mente intenta bloquear.

Recuerdo como mi cuerpo estaba desnudo sobre la cama, había vomito en el suelo y esa cosa estaba sobre mi, ni si quiera podía moverme, tenía el cuerpo sin vida y me dolía todo, desde el pasillo me observaba mi vecino, con cierta cara de repugnancia, pero sin hacer nada… también recuerdo la ducha, el agua caliente golpeándome la cara y despertándome más a pesar de que solo quería morirme y más bien estaba inconsciente por algo que debieron darme al beber, ahí estaba de rodillas y ellos…obligándome a hacer cosas horribles… esto es hasta imposible de intentar recordar, solo siento asco de mi misma… seguiría poniendo cosas que recuerdo, pero demasiado rememorar esa noche.

Si cuento que, a la mañana siguiente al levantarme la cama estaba llena de sangre, en el baño las paredes también tenían sangre, me excusé con mi madre diciéndole que me levanté en mitad de la noche con la regla y lo mancharía sin querer, era incapaz de contar lo ocurrido… no solo estaba asustada, si no que tenía asco de mi misma, me sentía una cualquiera, una guarra, una puta… dos semanas después de aquello, descubrí que estaba embarazada de dos meses y medio casi tres, las semanas antes de irme había practicado sexo con Sergio sin precauciones y aunque una parte de mi ese tiempo sabía que algo ocurría, pues vomitaba cada rato, me sentía diferente, se me infló el estómago y sentía… movimientos extraños.

Cuando lo supe, que fue mi madre la que se dio cuenta y me compró un predictor, sentí que ya nada podía ir peor y al saber que debía estar una

semana con eso dentro sabiéndolo de verdad y que me lo iban a arrancar de dentro de mi… fue algo que me impactó muchísimo, esa noche que… me violaron, sangré, entonces comprendí que podían haber dañado al feto (justo por eso les odiaré toda mi vida a muerte, no por mí…por eé) aun yo queriendo deshacerme (realmente mis padres, yo no pude decidir) de él, me entró una rabia increíble, y decidí contárselo al que en Chipiona era mi mejor amigo, haciendo acto de valor en decir que yo podía e iba a seguir adelante aun siguiendo sola.

No voy a decir que fuera fácil lo que hice ese lunes… abortar no es algo que le desee ni a mi peor enemiga, ese mismo día lo pensé así, el mayor dolor que he sentido nunca me atronaba el estómago, tuvieron que abrirse paso a través de la vagina, abriéndola bastante, y metiendo artilugios que hacían tirar de algo que parecía arrancarme un pulmón ¡o el mismísimo corazón! y ahí estaba yo, con 15 años aceptando todo lo que me había ocurrido, sola (pues no quise que mi madre entrara) y siendo valiente de no gritar, ni llamar a mi madre, ni pedir que pararan.

Era mi problema y debía afrontarlo con las fuerzas que me quedaban, poco después al ver que una bolsa caía en la basura de al lado mía no pude reprimir llorar, ahogadamente sin apenas hacer ruido, pero sentí que ya no solo me dolía el estómago por los artilugios que se manejaban dentro si no que me dolía el corazón y el alma por lo que acababa de hacer, me prometí a mi misma que si algún día volvía a pasarme, no volvería a hacer eso, pues era mi hijo lo que tiraron a la basura, diga lo que diga la gente de que no estaba formado ni era nada pero… para mi era y sigue siendo lo que más amo en esta vida.

Pasando de largo ya este tema, una semana antes, había venido a conocerme un chico de Sevilla, Javi, era un chico que le gustó a mi prima durante años, pero por el cual sentí que todo podría volver a brillar y aunque me apenaba sentirme traidora con mi prima, le necesitaba más que nunca y él, que le conté lo ocurrido, aun teniendo la oportunidad de pasar de mi, me apoyó y quiso seguir conociéndome tras lo ocurrido.

Poco después empezamos a salir, a mi madre le gustaba, me hacía feliz y era un buen chico estudiaba, era deportista y me quería y cuidaba como nadie lo hizo jamas.

Al ir a Sevilla y quedarme un día en su casa por vez primera, su madre ya me aceptó y a los pocos meses nos veíamos cada fin de semana,

hablábamos cada día, horas y horas y formábamos ambos parte de la familia del otro.

Creo que nunca he sido tan feliz, todo era perfecto, me cuidaba y mimaba, ambos eramos muy detallistas, nos divertíamos siempre y nos encantaba vaguear en casa juntos siempre cariñosos, me dedicaba canciones, hasta me las escribió; de rap. Yo me llevaba bien con sus amigos y aunque yo en el puerto no tenía muchos él también con los míos.

En el sexo (YO le quité su virginidad, sí, me siento orgullosa) tampoco me quejaba, él era incansable y tenía fuertes piernas por su afán al basket, y yo soy bastante pasional y aunque si me canso, mientras él otro de caña, yo siempre quería más. Así que ahí no había queja tampoco, durante los primeros seis meses fueron los más felices hasta entonces de mi vida, no tuvimos ni una sola discusión, y era una épocas buena en la que teníamos dinero para vernos y regalarnos cosas continuamente.

Los problemas entre nosotros empezaron cuando algunas de las canciones que me dedicaba, ya me las había dedicado Sergio, en tal caso esa canción desaparecía de nuestra vida, y sus celos incrementaron con el tiempo, tenía un amigo ecuatoriano con el que hablaba por msn y facebook desde que tenía los 9 años, no era mala persona, cinco años mayor, pero me trataba como su fiel confidente igual que yo a el, los años hablando nos dieron confianza entre ambos y él por su manera de hablar solía llamarme ojitos lindos y cosas así, sin importancia ya que era una persona a la cual en persona nunca conocí en persona, pero tenía mucho aprecio por sus consejos. A Javi este amigo no le agradó y sin yo saberlo le envió un mensaje diciéndole que me dejara en paz. Me enfadé muchísimo y me disculpé con mi eterno confidente, pero esto continuó con más amigos y

simples contactos, sin permiso les enviaba mensajes amenazadores y los eliminaba de mi perfil.

Si hay algo que me queme, es que me controlen de esa manera, los celos, no son malos, en su justa proporción claro…

Yo ya estaba cada vez más escamada con el, y nos empezamos a ver menos findes por la falta de dinero.

Para san valentín, ambos preparamos durante semanas el regalo para el otro, la cosa parecía ir mejor y le preparé una caja de recuerdos bien currada con sus fotos por fuera, personalizada con conchas que recogimos

juntos un día al conocernos en la playa, y le metí un mini-álbum echo por mi, frases y cosas así, bombones y una flor creo, ya no recuerdo que faltaba.

Pero cometí un gran error la noche anterior, dos días antes había visto el número de Sergio en la agenda del móvil de mi madre, lo guardé sin pensarlo y vi que tenía whatsap, estuve en duda sin saber que hacer, la noche antes de san valentín lo vi en línea y no pude evitar saludarle.

Me contesto para mi sorpresa y empezamos a hablar de como nos iba y demás, esa noche no recuerdo por qué no estaba hablando con Javi, así que centrándome solo en esa conversación, esta se alargó tanto que sin querer le solté que ese día hacia un año que él me había dejado, curioso que ese mismo día volviéramos a hablar, entonces empezaron la recriminaciones y no se si por rabia al recordarlo, por volver a fastidiarme ese día o que, pero me dijo una multitud de cuernos y traiciones que me había echo en ese tiempo que salimos, aun en los primeros meses.

Esto me descoloco por completo no podía hacer otra cosa que llorar y llorar, él me decía si le odiaba y extrañamente…yo no podía odiarle, sentía el dolor, la rabia pero, también el sentimiento de culpa por mi parte, esta guerra la comencé yo con mis estupideces de una niña queriendo ser mayor muy rápido, poco después Javi me llamo como cada noche aunque algo más tarde. No pude evitar contarle todo lo que había pasado en esas dos últimas horas, pues me encontraba realmente mal, para mi colmo Javi se enfadó también por que no debería haber hablado con el, quizás tuviera razón, quizás todo seguiría bien si no hubiera guardado ese número… pero necesitaba intentar solucionar mi pasado, al ver su reacción, mi corazón volvió a encogerse y sentí que no podía seguir con él pues no le amaba o en ese momento dejé de amarle no lo sé la verdad. Él no esperaba que yo quisiera dejar la relación y menos un día antes, vamos, la madrugada de san valentín. A la mañana siguiente de igual forma vino a verme al puerto, yo no tenía fuerzas para discutir con él, pero tampoco para seguir a su lado.

Fue muy duro, sentía entonces que había utilizado a ese chico durante meses y que ahora quería estar sola y me desprendía de el como si guardara un juguete en un cajón. Entonces no quise ser más egoísta y tomé la decisión. Durante los meses siguientes pasé de sentirme como una hija de puta a casi llegar a odiarlo, seguía obsesionado conmigo y su manera de

controlarme y rogarme era agobiante.

Aun con ese panorama me apoyé en mis amigos saliendo cada día con una pandilla de «frikis», entre ellos había un chico que captaba mi atención, era especialmente diferente pero atento y cuidadoso conmigo, a la vez divertido y claro está, le gusté.

Acababa de salir de una relación y lo que menos me apetecía era meterme en otra, eso él no lo comprendió, después de una larga época de problemas con Javi y habiendo otra vez dejado de hablar con Sergio, comenzó otra vida para mí.

Era la soltería, desde hacia dos años casi yo no estaba acostumbrada a estar con el hombre que se me antojara, al principio fue poco a poco y sin darme cuenta no se como me embarqué en un sin fin de noches con diferentes chicos y experimentando con mi cuerpo, era libre y era mi vida privada, nadie sabía apenas por no decir nada de ella.

Ya no se si era por experimentar, o por que necesitaba cariño continuamente, pero se me hizo poco las relaciones sexuales, a través de algunas paginas conocí gente con la que probar sexo por cam y cosas parecidas que crearon una nueva perspectiva de lo que era el sexo, ya tenia 16 años y me creía toda una mujer, había crecido demasiado rápido, demasiado… con el tiempo una amiga me pasó el tlf de un chico de la linea de la concepción, la verdad es que empecé whatseando de coña con él, no pensaba que fuera si quiera a conocerle, y como bien me pasaba por esa época decidí provocarle , palabras y fotos, lo que ocurrió es que se hizo continuo y sin saber como me interesaba más por las cosas que me contaba que por divertirme un rato.

Se suponía que su amigo iba a venir a ver a una novia que tenía aquí, que más adelante conocería (vaya personaje de chica desde luego…) y él quiso venir a conocerme, a mi me gustaba las cosas que me decía por que era cariñoso pero con un punto rebelde que obviamente atraía (supongo que hasta que conocí a mi actual novio es con el que más compenetraba mi personalidad)

Formaron mucho lío y a final ella decidió «ir» y lo pongo «así» por que de querer a hacerlo hay un trecho y ella dijo que iría un viernes y a jueves estábamos y ella sin dinero ni permiso, cuando yo tenía ambas cosas desde hace días.

Él, Kevin, estaba acostumbrado a que le dejaran tirado y no fueran a verle al final, así son las tías, solía decir… pero yo soy demasiado cabezota y orgullosa no dejaría que llevara la razón en eso, pues, a pesar de no haber viajado nunca tan lejos, y menos sola (la otra se rajó en el mismo día y me fui sola, mi madre pensaba que iba acompañada) no admitiría que soy como «las demás» no, yo siempre cumplo mi palabra.

Cuando llegué allí lo primero en que pensé al no verle fue en ir a mirarme al espejo y arreglarme el pelo y lavarme la cara. cuando me asomé desde la ventana del baño que daba a estación donde los autobuses paraban y él pasó de largo mirando sin encontrarme, grite: ¡cerdo! (es un mote cariñoso y no en plan guarro ni erótico) entonces se volvió y me miró con una gran sonrisa en la cara, dos mujeres bajo el alfehizar de la ventana nos miraron y entonces dije: es a él, perdonen. Y los dos empezamos a reírnos y a los pocos segundos había dado la vuelta y estaba en la puerta del baño mirándome como quien ve un animal mitológico, anonadado sin saber que cara poner. Me acerqué a el y le besé, pero no con lengua, ni bruto… si no pegando mis labios contra los suyos, entonces los encontré suaves y me dieron ganas de volver a besarle pero no quise apresurarme.

Caminamos hasta su casa, el camino fue algo tenso pues acabábamos de conocernos y estábamos muy tímidos, intenté hablar del viaje, de aquel lugar que me contara un poco, era un sitio muy dejado la línea, a mi me llamaba la atención, no me parecía un mal sitio, solo que no le prestaban la atención que requería y cada uno miraba por su bien más por el de aquella gran ciudad tan desperdiciada.

Al llegar a su casa me sorprendió ver que la casa era grande, aunque abajo aun en obras, arriba estaba bien, me gustaba era acogedora. en su dormitorio hablamos y no se si por el nerviosismo queriendo romper el hielo entre nosotros o que teníamos muchas ganas, no se como terminamos en su cama sudando, a ver, en un principio quiso hacerme unas cosas que a mi nunca me habían gustado, oral, por que tenía la absurda idea de que mi feminidad era «fea» o quizás no tenía un buen sabor, ya que anteriormente Javi al principio de nuestra relación quise que me hiciera oral y él me lo hizo si con cierta cara de asco diciendo que él «eso no le daba placer» así que desde entonces tenía cierto complejo. Eso desapareció una noche de los primeros findes en el que salimos y bebí cerveza, cuando llegamos a casa y practicamos sexo le dije que si quería y creo que nunca disfruté tanto de que me lo hicieran, sus mordiscos sus lametones y la manera en

que lo hacía me hacía pensar con cuantas chicas habría estado… realmente tampoco me importaba, no siempre.

Con el tiempo me di cuenta que aunque estaba bien con él, buen sexo, buen novio me respetaba y nos peleábamos también mucho pues era muy celoso y no podía tener amigos y debía saber donde estaba en todo momento, fue algo agobiante…

Ni se como exactamente terminamos, él quería intentarlo y por primera vez vino a verme al puerto, ya que los tres meses así que estuvimos fui yo la que iba siempre. Pero yo ya no quería, no había salido de una relación agobiante de por últimas para estar peor incluso. Los ocho meses que tuve de soltería entre que lo deje con Javi y conocí a Kevin aunque fueron extraños no me sentí mal pues no tenía que preocuparme de decepcionar a nadie, ni nada.

Así que decidí volver a seguir soltera.

Un día fui a mi playa la puntilla con mi prima ( lejana ) alba y sus tres amigas, ah, ale mi mejor amigo también venía, tras un rato allí yo quise hacer topless pues hacía tiempo que me acostumbré a hacerlo y la opinión de unas niñas más pequeñas que yo me la traía floja, y ale.. bueno realmente creo que más que fijarse se ruborizaba.

Junto a nosotros había un grupo de una chica y tres chicos, hice apuestas mentales conmigo misma para saber quien sería el novio. Después de un rato nos metimos en el agua; ale y una chica se habían ido, solo quedábamos mi prima, sus dos amigas y yo, que fuimos las que nos bañamos, quisiera recordar sus nombres, pero no las consideré de importancia.

Dos de los chicos estaban en el agua con una pelota, nos ofrecieron jugar con ellos, en el presente me habría salido animando a las chicas a jugar, y no habría echo topless con los chicos delante, pero.. en ese momento quise divertirme, así que dije que si y claro esta mis pechos mientras jugaban debido a su tamaño era curioso verlos botar, cuando vi la atención que me prestaban, no me importó que fuera por eso, lo cierto es que me salió una vena extremadamente egoísta y el ego me superó. uno de los chicos, Ruben, era más bajito que yo, pero había llamado mi atención (debo decir que por su pelo, es una de las cosas que junto a la espalda me llama la atención de un hombre) el caso es que esa noche quedamos (llevaba

mucho si estar con alguien y quise desahogarme) estuve quedando con él algunas veces, pero tampoco me llenaba yo lo sabía por eso decidí cortar por lo sano y no quedé más.

A finales de verano fui a un campamento doce días con los scout; grupo en el que ya no estoy, no me atraía la idea de subirme en una mesa y dar palmadas mientras le cantamos a dios agradeciéndole… TODO.

He de decir que la noche antes de irme había hablado con Kevin antes de irme y pensando las cosas, le dije que le echaba de menos y necesitaba verle; cosa que no era mentira en ese momento, estaba bien con él, el problema eran los celos.

Cuando volví hablamos, quedamos, ni recuerdo quien vino a ver a quien, creo que yo a él al final, pero lo arreglamos.

La cosa iba mejor, pasamos juntos diez días, 4 en mi casa y 6 en la suya, nos conocimos mucho más en esos días, pero cuando llego septiembre, no me cogieron en ningún modulo en el puerto, pero si en Sanlucar… así que me fui con mi padre a vivir a Chipiona perdonándole por errores del pasado y aceptando dialogar con él, al principio era genial, acabe sacándome el graduado de noche en Chipiona (pues no quise hacer al final el módulo por que era toda la tarde muchas horas ahora me arrepiento…) y salía cada día con mis amigos, era como volver al pasado echaba de menos a mi gente.

Pero el hecho de que mi mejor amigo y yo empezáramos a tener más cercanía nos llevo a liarnos un viernes que salimos, mi relación con Kevin había vuelto a sus continuos celos anteriormente así que ya harta me dio igual haberle sido infiel, quise dejar la relación.

Estaba dudosa no sabía que hacer, pero al final lo dejamos, quedándome algo deprimida pues me arrepentí de por últimas y él ya no quiso nada, me trató de la manera que merecía aunque en ese momento me pareció cruel.

Después empezaron mis problemas en casa con mi padre. Mi hermano y yo empezamos a tener más confianza y apoyarnos el uno en el otro y juntarnos, salíamos a diario con mi mejor amiga Sandra y mi amigo pedro, en esas semanas antes de mi cumpleaños todo empeoró, en mi casa apenas había de comer, y no por el hecho de no haber dinero, que lo había, si no por que mi padre y su novia solo cocinaban para ellos y a veces para mi y casi nunca para mi hermano, la comida era algo extraña pues liz, la novia

de mi padre era sudaca, no es que me cayera mal, pero no soportaba que mi padre fuera tan egoísta y ademas esa mujer no limpiaba nada, aquella casa sin mi madre había caído en picado.

Yo tenía problemas con mi habitual grupo desde hace años, por que mi primer novio Sergio, había empezado a salir hace un tiempo con la que era mi amiga Elena, en un principio quizás pudo molestarme, me parecía una traición, pero una vez que todo se apaciguó me pareció que merecían ser felices, yo no le guardo rencor eterno a nadie, o casi nadie.. sin olvidar a esos dos capullos que abusaron de mi..

El caso es que mi grupo se sentía incomodo si yo estaba, algo normal pero las cosas se hablan y no tuve oportunidad de ello, al final solo salía con Sandra, pedro y a veces mi hermano.

Un día estaba bastante baja de ánimo y Sandra y pedro me llevaron a la ballena a pasear y hablar, no se como… ellos acabaron llorando a cantaros y yo viendo ese panorama sentí que eran problemas menores los suyos, pero me reprimí las ganas de llorar pensando que yo no podía hundirme, eran mis amigos y tenía que apoyarlos, no podía permitirme el lujo de hundirme. Así que saqué fuerzas y les consolé, esa noche, sin soportarlo más, le hablé a mi madre por que no podía más, pero ella estaba mosca conmigo por haberme vuelto a chipiona así que no me contesto… le hablé a pedro para que viniera como siempre hacía, pero me dijo que no podía salir por sus padres ya, y cuando intenté contarle, empezó a decirme que se encontraba fatal, que quería morirse que se iba a intentar suicidad que se había tomado no se que… tuve que tragarme mi dolor y olvidar mis problemas por un rato más para ayudar a mi amigo. Al acostarme, pensé horas y horas en todo lo que me había pasado, y sentía que era un asco, una puta y no tenía a nadie por como me había comportado… al despertarme por la mañana me levante sin fuerzas, el cuerpo me pesaba y no tenía ganas de comer. Estaba deprimida y no sabía que hacer con mi vida, esa mañana Sandra y su novio iban a llevarme a ver a Kevin a hablar con él, pero no pudieron y a eso del medio día no lo pensé más y fui a la cocina a por todas las pastillas que encontrara, después a casa de mis abuelos que viven enfrente de mi casa y cogí del baño otras más y tres trankimazin recuerdo.

Estaba decidida, no se como se me ocurrió esa idea pues quitarme la vida ahora me parece ridículo, pero mi depresión y el hecho de sentirme tan

sola me superó, tengo un problema desde que tengo uso de conciencia y es que soy muy impulsiva, todo lo que se me pase por la cabeza no suelo pensarlo dos veces o más bien cuando lo he decidido.

Me senté en mi cama y con un donut para no agobiarme tomándome las pastillas cada varias tomadas y un vaso de agua me tome 18 pastillas, recuerdo que para hacer tiempo entre en casa de mis abuelos, subí a su dormitorio y me puse en su balcón, estando ahí me llamo pedro y según me contó después pues no lo recuerdo del mareo, me noto ida y vino corriendo en coche a buscarme, pensé en mis abuelos, no quería que me vieran así y bajé, mi abuelo me pregunto si me encontraba bien, le dije que si… ya no tenía ganas de llorar.

Me senté en un apoyo de cemento ( nunca supe exactamente que era ) y note como pasaban los minutos y me latía lento el corazón, todo era muy lento, como si yo me hubiera ralentizado y mi vista comenzó a nublarse, recuerdo mirar al cielo pensando que pasaría, en ese momento sentía tanta relajación que todo me daba igual.

No se cuanto tiempo pasó pero vi aparecer un coche y pedro bajó de el, me agarro de un brazo y me levantó, me metió en el coche y me sentó en el asiento del copiloto, le dije que me llevara lejos que no quería que mi padre se enterase, primero llamó a un tlf que supuse era para preguntar que hacer en estos casos, me quiso llevar a algún sitio a vomitar pero yo no quise, después se dio por vencido y me trajo a casa de nuevo, me llevo al baño y creo que me dijo que vomitara, pero yo me quedé sin fuerzas y como tampoco quería vomitar me deje caer en el suelo escuchando como pedro le contaba a mi padre lo que había echo y este, vino al baño y al verme así miro a pedro y le pregunto que hacían… pedro enfureció y le gritó que me llevaría al ambulatorio, entonces note que me cogían en brazos, era mi padre, pero sabía que si no fuera por pedro quizás mi padre habría dejado que pasara más tiempo ignorando lo que acababa de hacer… nunca supe si realmente no sabía que hacer ó por su absoluta tranquilidad le daba igual si me iba de este mundo, dejando así su camino libre ante el tema de divorcio y de los bienes que me correspondían.

Mi siguiente recuerdo es de estar en una camilla de una habitación que conocía, pues en ese pequeño pueblo todos habíamos visitado esa sala especialmente común, me habían puesto algo en la nariz, sentí arcadas, mucha gente se movía a mi alrededor y una enfermera me agarró la cabeza

pues me dio un impulso para devolver, me habían inyectado carbón puro a través de unos tubitos por la nariz y eso llegaba a la garganta y de comienzo me daba nauseas, cuando hube devuelto bastante me volví a tumbar y la gente entraba y salía a mi alrededor, deseaba no haber cogido el teléfono, deseaba haberme ido a algún lugar donde nadie me hubiera encontrado al menos pasada unas horas, pero estaba ahí, no hacia más que pensar en toda mi vida, en lo asquerosa que me sentía después de esa violación, de que había dejado sola a mi madre y había vuelto a Chipiona con la persona que un día me saco a rastras y golpes semi-desnuda a la calle y de la que había recibido continuos golpes, de como había perdido la virginidad tan rápido y me había dado a respetar tan poco, muchas cosas me volvían ha angustiar, no quería estar ahí y no sabía que pasaría a partir de entonces…

Tenía mi movil encima, me conecté y le dije a kevin lo que acababa de hacer, su respuesta fué: ojalá te hubieras muerto.

Ya aunque me dolía sabía que no quería estar más con él, recuerdo que mi madre llegó y su cara me descompuso y ni era capaz de mirarla, no podía hacerle eso… había cometido una tontería y no me había afectado solo a mí.

Me llevaron a jerez, tenía que hacerme urgentemente pruebas, allí estuve unas diez o doce horas, pruebas y pruebas y todo el día con un gotero puesto, me mandaron a tomarme una botella de carbón, así como se lee, el carbón se usaba para eliminar los rastros de los fármacos en mi cuerpo, estando en una sala con mi madre mientras me tomaba eso, le conté como me sentía y todo lo que me había pasado, le conté lo de mi violación… y eso fue algo que a ella le superó, desee no haberle causado más disgustos pero necesitaba desahogarme y al preguntarle por que no se lo había dicho antes, le expliqué que me sentía asquerosa por eso y nunca me perdonaría haber confiado y bebido alcohol; aunque estaba convencida que fue algo más que el alcohol lo que me dejó así…

Ella me abrazó y me dijo que no pasaba nada y fue a hablar con mi padre, él supe después que se puso furioso como loco queriendo matarlos, en fin pasaron las horas y me llevaron a un psicólogo del hospital.

Al entrar en una habitación, una chica se sentaba frente a un ordenador y otra un poco más joven que tenía un pequeño cuaderno de notas y me miraba con una poca ocultada curiosidad, la más adulta me realizó

preguntas sobre por que lo había echo y todo ese rollo psicológico para sonsacarme, en otro momento, habría sentido atacada mi intimidad y no habría hablado apenas, pero esa vez respondí con toda sinceridad…no tenía nada que perder.

Hubo un momento de el interrogatorio en el que me paró (parecía atenta a lo que le contaba, como si fuera interesante, y la joven algo sorprendida o incluso escandalizada, creo que no se les solían sincerar así) llamó por un tlf a alguien, al rato entró otro médico y me pidió permiso para escuchar lo que contaba, no me importó, ya me sentía un bicho raro, un espectador más no desequilibraba la balanza.

Continuó con sus preguntas y salió el tema de por que había echo eso, le dije todas las razones y el que no aguantaba más, que obviamente me arrepentía de lo que había echo, sabía que estaba mal, pero en ese momento me sentí tan sola y tan mal que fue puro impulso.

Después llamó a mis padres, les empezó a explicar delante de mi, que mi padre decía que lo hice por llamar la atención que no había que prestármela; cosa que a mi me molestó bastante, pero la doctora o lo que fuera dijo que tenía muchas razones para sentirme así pues me faltaba el apoyo que necesitaba, y tenía un problema psicológico y es que me dejo llevar por los impulsos, eso me podía causar muchos problemas y eso contando que ya lo habían causado… Tendría que ir al psicólogo para intentar superar todos aquellos problemas que había sufrido esos últimos años, y tenía que aprender a controlar mis impulsos, si era necesario medicarme, pero bastaba con algunas formas que me explicaron para frenar eso, olvidando ya todo ese tema, y debo decir… que poco después los problemas en mi casa no mejoraron, seguía sin tener el apoyo de mi padre, mi hermano se mudó con nosotros poco antes y aunque estaba algo mejor, la cosa volvió a estar igual, mis amigos tenían sus problemas y yo dejé de desahogarme… aunque creo que a partir de eso me sentí más fuerte y por mi madre y mi hermano, solo por ellos dos, aprendí a seguir adelante olvidándome de mis paranollas, una noche (yo solía volver tarde pues no me gustaba estar en mi casa) volví una media hora más tarde, y mi padre me quiso quitar el móvil como castigo.

No me habría importado dárselo, si la manera en la que lo hacía no me hiciera recordar viejos tiempos, tras un rato discutiendo él empezó una cuenta atrás, cuenta atrás que yo recordaba… si no le daba o hacia lo que

me pedía, tras esa cuenta atrás recibiría un guantazo o algo parecido, me empecé a asustar, tenia ganas de llorar, tras muchas palabras de los dos le dije que me dejara el móvil que hablaría con mi madre y mañana mismo me iría… él dijo que vale que me fuera ya, pero que esa noche le diera el móvil y eso lo decía mientras caminaba hacia mi entrando y acorralándome en mi dormitorio, sus palabras empezaban a recordarme al pasado, me hacía sentir ilógica, decía cosas como : venga, no hagas más tonterías que eso es lo que te gusta, hacer que todos estén mal por ti, no piensas en nadie…. y muchas cosas así, yo solo le decía que me dejara salir, que me iría con mi hermano a dormir, ya lloraba, me quedaba sin aíre pues cuando me agobio o asusto el asma me ataca más que nunca, y él, lo sabía… me decía que si quería matarme que lo hiciera que tenía vía libre, que causaba muchos disgustos y todo para llamar la atención y dejarle a el mal; yo no daba crédito, me paraba a pensar si era yo la culpable de todo eso.

Pero cuando le volvía a mirar, sus ojos me mostraban a otra persona, él no era el padre cariñoso y buena persona que yo siempre conocí, entonces se acercó más, dejándome junto a la mesa de estudio y la cama sin más espacio y al tenerle casi cara a cara me asusté y cogí unas tijeras de la mesa y las puse frente a mi diciendo que no se acercara.

Él se rió diciendo si le estaba amenazando, le dije que no se acercara a mi, ni me tocara, derrepente me arrancó las tijeras de la mano y se la puso en el cuello » venga, clávamelas, acaba con esto» decía.. yo no era incapaz de moverme ni decir nada estaba paralizada y tenía miedo.

Cuando soltó las tijeras le empujé contra el armario actuando por puro instinto, él era fuerte y su cuerpo grande pero yo sabía que al igual que yo era bastante torpe y acerté pues se tropezó y aproveché mientras se incorporaba salté por su lado y salí por la puerta, al ver lo rápido que se levantaba no podía ir al dormitorio de mi hermano, pues no sabía si estaba y si me metía en su habitación y me encontraba sola no tendría como salir, así que me dirigí a la puerta y sin pensármelo salí corriendo con mi padre detrás, tenía planeado dar la vuelta a la calle pues por el otro lado estaba el dormitorio de mi hermano y si no estaba al menos podía huir y llamar a mi madre o alguien desde algún sitio escondida, a la mitad de mi calle noté la respiración de mi padre tras de mi y aunque no podía respirar y mis lágrimas no ayudaban, seguí corriendo, llevaba una mochila a la espalda, ni si quiera recuerdo por que la cogí, creo que metí cosas mientras hablaba

con el para ir a la habitación de mi hermano, me agarró de la mochila y me intento frenar pero mi nerviosismo hizo que corriera más, me zarandeé y me solté.

Al dar la vuelta a mi casa, como si dios me ayudara, vi el coche de pedro, mi hermano y él hablaban, al verles, salí corriendo más aun llamandoles, no paré de correr, mi padre freno al verles… no les esperaría y empezó a gritar «paradla, está loca» y al llegar al coche me metí inmediatamente dentro, mi hermano salió y pedro se interpuso entre mi padre y él, mi padre intentó abrir la puerta del coche para sacarme y pedro dijo que ni se le ocurriera; después pedro me contó que tenía la cara roja de correr y que parecía muy asustada, más bien aterrorizada pues me aferré al sillón cerrando todas las puertas.

Esa noche dormí en casa de pedro, todo el tema que continuó de denuncias y demás son aburridos de contar, y son cosas que preferiría ya pasar de tema.

Al día siguiente volví a vivir con mi madre, y poco después mi hermano tambien volvió con una denuncia impuesta por mi padre, por haber amenazado con una mariposa enorme a mi padre cuando él le quiso echar de nuestra casa después de yo haberme ido y dándole una nota que ahora no tengo aquí pero es escalofriante, una lista de pros y contras de vivir juntos. La carta iba además dirigida a mi, así pues mi hermano no pudo contener su rabia y a pesar de haberse contenido y haberse ido gracias a pedro que lo acompañaba, mi padre le denunció y pasó la noche en el calabozo por mi culpa o la culpa de mi padre según se mire…

Durante el tiempo que estuve en Chipiona, a través de badoo había conocido a un hombre, nacho, de 27 años; era de Cádiz y habíamos estado apunto de quedar pero no se pudo, cuando me mude al puerto, un día me dijo que estaba allí de paso y decidí que le conocería.

No me causó mala impresión, es más, me gustó y quería volver a verle, ese viernes quedamos y fuimos a un piso que tenía en valdelagrana, allí pasamos una noche algo…picante, recuerdo que después de hacerlo saco un par de manzanas y le miré con cara de «eso para quien es».

Fue gracioso, después de esa noche pasaron dos semanas hablando cada día, aunque cada vez menos en las que él debido a sus estudios mi ignoraba bastante, y cuando hablábamos era de sexo o parecido, no se que

día, pero estando en badoo un hombre me habló diciendo que conocía a una amiga mía y que la había visto en fotos.

Hablé un poco con el, le contesté por que me hizo gracia que conociera a la que era mi mejor amiga, después le di mi whatsap, ni si quiera recuerdo nuestras primeras conversaciones… no le hacía mucho caso a veces, pero tampoco le dejaba de hablar pues era de los pocos con el que mantenía conversaciones más allá del » hola, que tal bien y tu» y un día decidí conocerle en persona, no me fiaba, algo en su cara me decía que no era de fiar jajaj y en las que me pasó me gustó más su amigo que el, así que quede con él en el mar de Cádiz y fuimos a recoger a mi prima para no estar a solas con el y después quedamos con mi amiga, por el camino descubrí que era muy interesante pues todas aquellas cosas que me contaba, ya fueran de viajes o experiencias sexuales (pues tratabamos ese tema con naturalidad riéndonos de nuestro pasado) me resultaban atractivas y por un rato deseé no haber quedado con mi prima y mi amiga pues estaba bastante cómoda caminando y charlando con Israel.

La tarde se pasó rápida y dejamos a mi prima, nos quedamos mi amiga él y yo solos, tenía que irme a casa pero quería estar a solas un rato más con el, pero mi amiga insistió en que nos acompañaba, creo que le gustaba… al despedirnos su mirada y la mía denotaban que ella sobraba y deseábamos una despedida algo más sin público, no es que pensara follármelo en ese momento, pero si que deseaba estar un poco más con el… esa noche hablamos y al día siguiente mi hermano se había ido a Chipiona, yo hablaba con nacho intentando que quedáramos o al menos habláramos un rato, pero él me ignoró pues estaba ocupado estudiando y además creo que nunca le interesé demasiado. Entonces me enfurecí y le hablé a isra y algunos amigos más, al principio hablaba cabreada sin ganas de nada solo quería distraerme, al final no se como acabé dejándolos a todos de lado y hablando solo con isra, una cosa llevó a la otra y me picó no recuerdo como llegamos , diciendo que no era capaz de algo o no se, la cuestión es que le acabé mandando fotos de mi cuerpo y mis tetas, me dijo que estaba en el coche y yo le reté a que viniera a mi casa. Aceptó.

Al llegar yo debía esperarle fuera, salí y esperé mientras me miraba en el cristal de un coche, vi a un chico a lo lejos al otro lado de la calle e intenté hacerme notar que esperaba a alguien haciendo que miraba mucho la hora y tal para que no se acercara, los minutos pasaban y no aparecía, ya me desesperaba, cuando pensé que aquel chico del otro extremo de la calle

podía ser Israel.

Tras mucho rato decidí acercarme y resultó ser él, nos saludamos, yo estaba nerviosa; como siempre que hacia ese tipo de cosas, sabia que íbamos a hacerlo y no estaba del todo segura que debiera hacerlo.

Algo que me hizo mucha gracia fue su pelo, lo tenía extremadamente engominado de una manera parecida a una serie de dibujos infantil y se parecía al personaje malo, dudaba una y otra vez de lo que estaba haciendo, hacia mucho que nadie entraba en esa casa y no estaba segura de que quisiera acostarme con el, no por que no me atrajera, si no por que no sabia si estaba preparada.. nacho había sido un paso que todavía no estaba segura que quisiera en mi vida, pero Israel ya estaba ahí… no había marcha atrás, así que olvidé mis miedos y caminamos hacia mi casa.

No recuerdo que hablábamos, pero si que recuerdo como nos besamos y comenzó todo, le dije que tenía una sorpresa, tenía un conjunto rosa que solo me lo había puesto con Sergio una vez y me daba pena que no fuera usado, tentándonos con palabras y miradas mutuamente fui al baño y me cambié, poniendome mi bata morada (que poco después recibió el apodo de bata play boy por este chico) y me senté junto a él en el sofá, quería ver lo que era, le dije que mirara, el levantó un poco la bata por el pecho y descubrió parte de mi conjunto, a lo que el soltó se echo atrás, resopló y me dijo que no podía hacerle eso, no se como llegamos a ese punto no me acuerdo, pero le dije, «estoy harta de ser yo la que da el primer paso, me gusta que me entren» dicho y echo Isra ya estaba sobre mi besándome, acto seguido me puse sobre el y seguí besándole mientras me descubría la bata y admiraba mejor lo que llevaba puesto.

Llevábamos un ratito, muy poco tiempo, besándonos… me levanté y el observo mis movimientos, conocía bien ese juego pero él andaba diferente, se comportaba un poco más atrevido de lo que normalmente solían comportarse los chicos con los que había estado en esa situación, su violenta mirada me seguía paso a paso y no dijo palabra mientras me puse a cuatro patas mirándole desde la cama, me siguió y como acostumbraba a lo que los hombres querían, fui más a saco, al descubrirse la ropa pensé » no está mal, imaginaba algo más grande» sí, debo añadir que subestimé esa parte, no estaba cachondo. Al descubrir ese detalle me mostré indignada “¿no estaba cachondo conmigo?» ni hablar, mi enorme ego me hizo agacharme y comérsela con verdaderas ganas para mostrar mi talento, para

mi segunda sorpresa no me cabía en la boca y yo por supuesto estaba furiosa…emocionada, pero furiosa, comenzamos a hacerlo y al principio no sentía gran cosa, cuando se le puso el pene más erecto ya me estaba dando cuenta del tamaño que tenía en realidad, y para mi segunda sorpresa me dolió.

Al principio estaba emocionada, la manera de agarrarme, de poseerme, me hacía sentirme deseada y el placer aun siendo algo doloroso, era diferente a lo que había probado hasta ahora. Tal vez no se llego a correr, pero mis gemidos y mi mirada le gustaban y recordaban a una colegiala creo recordar que me dijo, además los dos denotábamos una pasión… en poco tiempo sonó el teléfono, mi abuela, no tardé mucho en colgarle, después la que era mi mejor amiga, le dije que estaba con Isra (ella no sabía el detalle que estábamos ambos desnudos en mi cama, aunque era de imaginar) yo intentaba hablar con ella, mientra el riéndose me hacía cosquillasº (en lugares privados) y derrepente un lametazo me hizo pegar un gritito que tuve que colgar el teléfono por que el llamado «beso negro» me dio un placer que daban ganas de más, aunque claro está… no le pedí más, me daba vergüenza lo que había echo, pero me gustó…

El resto de la noche, un par de horas más creo, transcurrió con sexo y tonterías, le enseñé mis juguetes eróticos y me descubrí hablando más de la cuenta, así que ya se tenía que ir, pues era tarde.

Le acompañe a la puerta de la residencial, antes de llegar si quiera al pasillo que daba a la puerta, ya estábamos besándonos y tocándonos, esta vez… no se si fue por un reto o que fue, pero delante de todas las casas que podían vernos y a menos de unos metros del guardia de seguridad, se agacho y me descubrió la bata para practicarme oral, tal vez sería el momento, la tensión ó que lo hacía muy bien, pero un par de lenguetazos me hicieron estremecerme y pedirle que parara, no podía más, tenía el clítoris que parecía que una abeja me hubiera picado.

Este fue nuestro primer encuentro, debo decir, que durante los siguientes meses, todo fue a medias bonito, a medias doloroso… tal vez sea la historia que más miedo me de contar, la que más miedo me da escribir…por que tendría que recrear momentos que me duelen, y quien lea todo esto dirá «pero, que mas da si ya has puesto cosas más dolorosas» pues esto lo explico yo ahora.

Todo lo que escrito, forma parte de mi pasado, duele leerlo, pero son cosas

que ya no pertenecen a mi vida, al menos no principalmente, el día que intenté suicidarme todo cambió, sabía que debía marcar un cambio, y estaba decidida a ser paciente, a no actuar por impulsos si podía evitarlo y pensar las cosas.. el hecho de que Israel apareciera en mi vida, causo tanto cambio que ni yo misma creía posible después de todo.

He madurado hasta darme cuenta de que el rencor no es algo que me sea positivo en mi vida, que no debo darle el gusto a nadie de encontrarme mal por lo que no lo merece, y saber cuando debo o no actuar. Enseñarme a ser paciente, a no desesperar aunque mi cuerpo no pueda más, a ser fuerte me enseño la vida con todos sus actos, pero a sobrellevarlo con madurez me lo enseño él.

A veces ha costado, nadie dijo que madurar fuera fácil, mis tremendos celos y el pedir más de alguien que no es así, nos causó muchos problemas.

Pero cuando aprendí a dejar de forzar las cosas, cuando me dije a mi misma «belén, que pase lo que tenga que pasar, deja que el río siga su curso y el camino que decida, lo respetas y le apoyas» ahí me di cuenta de lo que amaba a ese chico, me di cuenta de como esa niña caprichosa dejó marchar su capricho más grande y sin darse cuenta, ese capricho también se encaprichó de ella.

Nuestra historia no soy capaz de escribirla aun, no es el momento, todavía queda mucho por contar.

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