CUARENTENA FLORECIDA

En la cuarentena…

Aprendí a conocerme desde lo profundo de mi dolor y mis miedos…

Reforcé mis más temidos pensamientos al experimentar el rechazo de otros…

Entendí que la voluntad no tiene relación directa con las circunstancias y que la energía nace con el sol cada mañana… 

Ofrecí mi compañía a quienes no la apreciaron y comencé a apreciarme a mi misma…

Conocí el poder de la compasión y la debilidad de la soberbia…

Aprecie el valor de los buenos vecinos… 

 Me escuché, me entendí, me conocí y me salvé… 

Me aparté de la hostilidad y me reconecté con el amor silente que ofrece la soledad elegida… 

Valore que los espacios más pequeños son los que pueden ofrecerte la mayor de las comodidades; y supe que en las casas grandes, donde no habita el amor jamás, son las más frías… 

Entendí que el amor y el respeto no son sinónimos… conocí la verdad de los corazones de quienes se hacen llamar familia… 

Descubrí que no importa cuanto haga, ni cuanto me esfuerce… jamás seré parte de la familia… pero también descubrí lo poco importante que es cuando de supervivencia se trata…