Capítulo 1 – Rojo

Ni bien me acerqué a la puerta del depósito, en la pantalla aparecieron mis datos.

CA

NOMBRE JU71738

CABINA 112 – A – 32

El dispositivo de identificación subcutáneo me hace la vida imposible en lugares así. Se comunica con cada entrada, salida, desvío y pared que encuentro.

A pesar de pertenecer a la Clase Alta, hay lugares a los que tengo prohibido el acceso. El archivo histórico es uno de ellos.

Sólo los de más alto rango pueden entrar, pero está casi abandonado. No sirve de nada, es una habitación inmensa 18 pisos bajo tierra, llena de cacharros y papeles del Viejo Mundo: una época entera resguardada de ojos curiosos.

Esos ojos son muy peligrosos porque pueden encontrar la verdad oculta del gobierno y desenmascarar trillones de mentiras, pero así vivimos. La gente cree todo lo que aparece en las pantallas.

Y yo vengo a buscar algo.

………………..

Mamá solía mostrarme algunos de los recuerdos de la abuela, que había guardado en una caja escondida abajo de la cama, mientras me contaba cosas que averiguaba ilegalmente. Un billete de un dólar bastante arrugado con la cara tachada del primer presidente de los Estados Unidos, esa nación enterrada en el pasado. Un prisma de vidrio, que transforma la luz blanca en un hermoso arco iris. Una foto del abuelo haciéndose un tatuaje, algo que en mi base está terminantemente prohibido porque, según todos, incita a la rebeldía y es perjudicial para la salud. Pero vengo por lo más importante: una memoria USB.

Saco de mi bolsillo la pequeña máquina y todos los detectores de identidad parpadean con luces verdes. El invento de papá funciona a la perfección.

Mientras él borra mi ubicación reciente en las bases de datos del departamento de seguridad, yo logro entrar al Archivo con su falsificador, que me convierte en 123HAHAHA. Esto es, claramente, una broma al Primer Ministro de la base.

«No se permitirán nombres que utilicen solamente letras, para diferenciarnos de las tóxicas sociedades anteriores que daban tanta libertad a la identidad. Esta nueva generación de vida humana será perfeccionada para el bienestar de cada individuo, por eso hemos decidido otorgar nombres con varios caracteres combinados. De esta manera podremos identificarnos sin riesgo de contagiarnos las ideas que nos llevaron a la guerra.» Había dicho en un discurso hace años. Ridículo, pero la gente estaba de acuerdo en postergar todo aquello que los hiciera diferentes.

………………..

123HAHAHA se escabulló entre diversos objetos llenos de polvo y telas de araña en el único lugar del edificio que nunca se desinfectaba, lanzándose en una búsqueda que parecía imposible. La escasez de luz hacía difícil caminar y ver lo que había frente a sus pies. El olor a humedad y papeles viejos se adueñó de sus pulmones y comenzó a sofocarla.

Encontró una gran y pesada linterna. Al levantarla, perdió el equilibrio y se resbaló entre unos diarios de la década del 20.

En un impulso sus dedos se deslizaron entre las hojas mientras su pecho le pedía aire fresco. Les echó un vistazo rápido: seguramente estos serían los últimos ejemplares de los periódicos tradicionales. Unos años después, los periodistas trabajaban sólo para páginas de internet, así como casi toda la gente.

La era virtual. La era sedentaria. La era advertida. Y dónde empezó el conflicto.

………………..

Sus ojos recorrían los titulares mientras en su mente se agolpaban ideas cada vez más rebuscadas. «Mueren seis personas en un accidente por distraerse con sus smartphones» ¿De verdad esto era noticia en 2021? La seguridad debía de ser pésima, o la alienación de la gente con las pantallas comenzó con una fuerza descomunal. «Implementan satélites espías» Su madre le había contado algo sobre esto, los Estados Unidos habían enviado satélites para vigilar los movimientos de los rusos… y finalmente leyó «La segunda Guerra Fría».

Ese título la impactó, quería saber más, pero las luces de los identificadores comenzaron a mostrarse inestables. Verde, rojo, verde, rojo… El falsificador estaba fallando y no le quedaba mucho tiempo para salir del archivo. Como mucho un par de segundos. Si la atrapaban ahí, descubrirían a su padre también. Descubrirían que el jefe del área de seguridad estaba violando las reglas más básicas y vaya a saber uno qué le harían. Se imaginó al Primer Ministro condenándolo a muerte por sospechoso, como si fuera un espía ruso.

Dudó de tres cosas en ese instante: la primera, si en realidad lo matarían. En esta guerra los espías eran informáticos, no «presenciales». La segunda, si podría llevarse algún artículo para leer en su cabina sin ser descubierta. La tercera, si sería capaz de salir antes de que las leds la metan presa con lucecitas rojas en el Archivo Histórico.

«La segunda Guerra Fría», se metió en su bolsillo sin meditarlo más, arrugándolo para que ningún oficial notara una esquina sobresaliente del papel. 123HAHAHA corrió con todas las fuerzas que sus pulmones permitieron, entre el ambiente sofocante, el polvo y las cajas, para finalmente caer al suelo unos dos metros más allá de la puerta.

Verde una vez más. Rojo.

Capítulo 2 – La Pasajera Perdida

Al salir, 123HAHAHA desapareció casi mágicamente y, en su lugar, JU71738 había vuelto a entrar en la nueva actualización de ubicación, en un pasillo que conecta todas las cabinas del área 32. La chica caminó hasta la suya a paso lento, tranquilo. Una led en la puerta se iluminó con un destello verde, como el de los viejos árboles de navidad que había visto en fotos de la abuela.

Mientras la puerta se abría con un ligero sonido metálico, ella pensaba en la caja de los recuerdos. Tenía que conseguir esa memoria USB.

El gato se bajó de la cama y pasó junto a su tobillo, enroscándole la cola.

Decidió recostarse unos minutos hasta la cena, donde aprovecharía para hablar con su papá de lo que había visto en el depósito. Estaba segura de que su más grande cómplice la ayudaría a buscar más pistas.

¿Quién diría que uno de los jefes más importantes del área de seguridad en informática, y uno de los mejores espías, violaría su propio sistema? ¿Quién pensaría que era verdad que su esposa había desaparecido?

………………..

Las gotas corrían, como en una carrera, por mi cara. Mamá abrió el paraguas y me escondió debajo de su brazo libre para abrigarme. En un susurro me dijo que me quería mucho y que esta nueva etapa de nuestras vidas nos iba a venir muy bien.

Nos subimos al aerodeslizador, escoltados por dos oficiales de la base Andrómeda, nuestro nuevo hogar. Papá le dio un beso a mamá y un hombre se llevó nuestras cosas hacia el compartimento del equipaje.

Papá había descubierto algo.

El gobierno quiso que, inmediatamente, nos vayamos a la base central para que empezara a trabajar como jefe del Área de Seguridad de toda la Fuerza Americana. Los tres sabíamos que allí viviríamos mejor, esos edificios de hasta 130 pisos estaban realmente bien equipados con todo lo que una persona podría llegar a pedir en los altos rangos.

Una sensación de opresión me inundó, como si no importara lo que yo quisiera para mi vida, porque el gobierno lo decidiría según mis habilidades. Papá es informático, pero siempre soñó con investigar el universo, por ejemplo.

Los asientos de la nave eran indescriptiblemente cómodos, pero ninguno de los tres se sentía bien ahí. Papá hacía comentarios amables dirigidos a los hombres de seguridad y ellos nos explicaron el sistema de la base Andrómeda. Una cabina para cada uno, horarios nuevos para las actividades diarias, y una nueva escuela virtual. El puesto de papá sería muy alto, así que nos tocaban cabinas en uno de los pisos superiores del edificio, con ventanales que dejan ver el hermoso paisaje Norteamericano.

A decir verdad, la ilusión se estaba comiendo cada parte de mí.

Todo se terminó cuando bajamos de la nave.

Mamá no estaba, los oficiales dijeron no haberla visto bajar, su equipaje había desaparecido. Nos habíamos distraído hablando con una señora de recepción y ya no estaba.

………………..

JU71738 se despertó con la alarma de su turno para ir a cenar recordando cada detalle de su sueño. Había parecido tan real que todavía podía sentir ese remolino de emociones en su interior: Impotencia, enojo, desesperación, tristeza y dudas.

Dudas por todos lados.

Agarró con una mano el abrigo que había dejado en los pies de la cama y se soltó el pelo mientras miraba hacia afuera. Había un bosque, que según decían en el aula virtual, no existía hasta hacía unos años. La gente había empezado a plantar árboles, que todavía eran bastante jóvenes, pero había que reparar los errores de las antiguas generaciones. Sintió algo que se soltaba dentro suyo, como cadenas que se rompían. Sabía que era una falsa libertad, porque sería difícil descubrir la verdad. Estaba segura de que a su mamá se la habían llevado.

-¿Cómo fue tu día?- Preguntó M38CU810 con su voz grave al ver a su hija sentándose en una mesa, sosteniendo una bandeja con un pequeño trozo de pan, un plato de arroz y unas verduras, dándole a entender con una expresión en su cara que quería que le contara cómo le fue con el Archivo Histórico.

-Bien.- Dijo ella, indicando con otro gesto que no le había ido tan bien.

-¿Sacaste alguna mala calificación en la escuela?- Esta vez se veía preocupado, pero intrigado.

-No, tuve un problema con la memoria USB y no podía copiar un libro a mi computadora, pero ya pude hacer algo.- Respondió arqueando las cejas.

-Seguramente mañana ya puedas leerlo.- Fueron las últimas palabras antes de empezar a comer la tarta de pescado que se había servido.

Capítulo 3 – Segunda Guerra Fría

Aún tenía curiosidad sobre qué decía el artículo que había robado, así que apuró el paso para llegar a la cabina 112 y así mimar al gato y sentarse a leer.

547U8N0 la esperaba tirado en la cama, mientras lamía su pata derecha. Ella se acercó y sacó el papel del bolsillo, que estaba todo arrugado. Tenía una parte rasgada.

El gato apoyó su cabeza en la mano que lo sostenía, pidiendo atención. No se podía ignorar un animalito así. Y mientras tanto…

——————–

El conflicto entre Rusia y Estados Unidos regresa.

LA SEGUNDA GUERRA FRÍA

Al fin parece que la humanidad olvidó las armas convencionales y se dispone a hacer uso de nuevas estrategias para ganar una guerra por el poder absoluto del planeta. (Según parece, también se extiende a los alrededores).

América detectó espías Rusos en sus instituciones más importantes. Todo comenzó con la intrusión de Gary McKinnon, que fue contratado por el gobierno Ruso para actividades de espionaje. Este hombre había hackeado durante 2001 y 2002, redes de la NASA, del ejército, de la marina, del departamento de defensa y de las fuerzas aéreas estadounidenses, además de una perteneciente al Pentágono. Desde aquel punto de partida, más informáticos de todas partes de Asia y muchos países de Europa se aliaron al país ex-socialista con motivos de lo más diversos.

El mundo se rebela contra el monopolio norteamericano. La gente se cansó de depender de la economía y la cultura Estadounidense en el momento menos esperado. Muchos aseguran que la influencia de los vídeos de la banda británica de rock «Eyeball in a Triangle» contribuyeron a esta especie de revolución. El título de la canción «Let’s stop the American Kingdom» fue trending topic durante 3 semanas, hasta que Twitter prohibió el uso del hashtag por causas aún desconocidas.

Los rumores de una nueva guerra con un extraño parecido a la de 1945 van en aumento. Los avances científicos de las dos partes están en permanente competencia con el supuesto objetivo de controlar al mundo, y los espías informáticos no se quedan atrás.

«Estados Unidos ya tiene el dominio del mundo. Lo que pasa es que la gente se cansó de ver tantas injusticias y de regalarle la plata de África a las transnacionales. El mundo entero sabía lo que pasaba, entendía los peligros del capitalismo, pero recién se tomó conciencia cuando nosotros nos hartamos de decirles que estaban alienados. Costó, pero los lectores de mis novelas fueron un claro ejemplo de que sí se pueden cambiar las cosas.» Fueron las palabras de un reconocido escritor que se contactó con nosotros en repetidas ocasiones, pero que pidió que no mostráramos su nombre.

Ahora, la gran incógnita es qué tienen que ver los avances científicos con el dominio mundial.

——————–

La última frase la dejó petrificada. ¿Estaría enterada toda la gente de la base de esto? ¿Sabrían cómo se generó el conflicto? ¿Por qué el gobierno escondería algo así?

………………..

547U8N0 estaba saliendo por la ventana, sabía que odia el ruido fuerte y penetrante de la alarma de las 8. Se levantó y fue a buscar su bandeja del desayuno al final del pasillo. La usual fila de hambrientos chicos y chicas que dormían en aquella área abarcaba varios metros, pero avanzaba rápido. Eligió un par de tostadas con queso y un café, porque quería terminar rápido para conectarse al portal de la escuela virtual y preguntarle algunas cosas a su profesora de historia antes de que la clase comenzara.

Al regresar a la cabina, una luz de la computadora le indicaba que ya podía ingresar para repasar algunos temas antes de la clase. Faltaban veinte minutos.

Revisó la lista de conectados unas cuantas veces. Al principio sólo estaba 4LB3R70, luego apareció D414N4, y así… Pero la profesora se estaba retrasando. Faltando quince minutos, los estudiantes que estaban ya frente a sus pantallas eran 23, seguramente estaban leyendo algún material antes de la clase. Pasaron diez minutos y la lista aumentó a 47. JU71738 pensó que tendría que ser muy puntual en sus preguntas, le quedaría poco tiempo, pero no quería quedar mal adentrándose en los temas sobre los que había leído la noche anterior.

TUT084 se conectó faltando 4 minutos. Vaciló un momento antes de enviarle un mensaje privado:

Buenos días profesora, espero que se encuentre bien. Si no le molesta me gustaría hacerle algunas preguntas sobre un tema que me interesa mucho y no puedo encontrar mucha información, parece que es bastante delicado. Espero su respuesta.

Era difícil que contestara, lo sabía, pero decidió esperar con el chat abierto.

Tres minutos, dos y medio, dos, uno…

Hola JU71738. Espero que sepa perdonarme, pero no tengo permitido contestar preguntas sobre los temas que no se dan en clase. Si le interesa profundizar en algo que hayamos visto no dude en comunicarse conmigo, con gusto le responderé sus dudas o la ayudaré a investigar.

Inmediatamente después de leer el mensaje, un cartel apareció en la pantalla:

ATENCIÓN, PRESENTARSE URGENTE PARA LA CLASE.

COMIENZA EN 30 SEGUNDOS.

La profesora de historia habló un tiempo sobre la división política actual de la Fuerza Americana y cómo se había creado. Mencionó algo del conflicto con Rusia, pero no se adentró en el tema, así que tampoco hice preguntas.

Lo que antes era Estados Unidos se dividió en dos partes, la base Andrómeda está en el lado este. En las bases más cercanas a las costas se desarrollan la mayoría de los avances científicos, que comenzaron con la réplica del Colisionador de Hadrones, que luego se mejoró para investigaciones más profundas, como las de la materia oscura o la teletransportación. El original es propiedad de los rusos.

La parte oeste está poblada de soldados, en caso de que el conflicto entre América y Eurasia se intensifique y alguna de las dos fuerzas decida romper el pacto (que en realidad es inexistente) de no usar armas. Parece un falso lema que dice: «Nosotros no matamos».

Desde el Viejo México hacia el Sur, hay bases ubicadas más esporádicamente, son escasas. La concentración de la población es mucho mayor. Todos se ubicaron en grandes ciudades, donde el gobierno mantiene a las familias a cambio de trabajos elegidos por sus habilidades. Según la profesora, así el mundo funcionaría mejor, pero lamentablemente en la otra Fuerza Continental, la organización es tradicional.

Da a entender que tienen ventaja sobre nosotros en este momento, pero que es mínima porque un espía informático de nuestra base logró descubrir algo trascendental en la historia, no sólo de la humanidad, sino de todo lo que somos capaces de conocer.

Una compañera, D414N4, hizo una pregunta en el foro etiquetando a la profesora. Al leerlo sintió que el corazón aceleraba el ritmo de sus latidos, estaba bañada en un sudor frío y un extraño escalofrío le recorrió la espalda.

¿Alguien sabe si es verdad que el informático 7LU70N fue el responsable del hallazgo?

Se apoderó de ella un impulso de cerrar la computadora y salir corriendo a buscar a su papá al área de seguridad y preguntarle si era cierto lo que rumoreaban de él. ¿Por qué no le había dicho nada? Era realmente importante, si no, no lo hubieran mencionado en una clase. Estaba segura de que esa información estaba verificada. Pero decidió que era mejor respetar el protocolo e interrogarlo durante la cena.

La profesora le contestó que, efectivamente, así era.

………………..

Después de la clase de historia, venía la de Literatura. En pocos minutos nació una idea en la mente de JU71738, a partir del tema de la lección: Artículos en Internet.

Crearía un blog para exponer las cosas que pensaba encontrar en el Archivo Histórico. Por primera vez en su vida podría ser libre de expresar todo lo que saliera de su propio cerebro, de hablar de verdad. Y lo haría bajo el nombre de 123HAHAHA.

Capítulo 4 – El Tatuaje

Se había preguntado varias veces por qué su papá la dejaba exponerse tanto a los riesgos de ser descubierta cometiendo un delito, más allá de que era él quién la cubría para que pudiera investigar. En el Archivo había cosas que el gobierno estaba escondiendo, eso era seguro. Pero para encontrar a su mamá, iba a necesitar más que la caja de la abuela.

Aún así, su determinación la guió hacia la puerta del depósito. En la caja había algo que ella nunca le había mostrado, y estaba segura de que quería que viera. No sabía cómo, pero era como escuchar una voz en su cabeza. «Vamos, JU, tenes que conseguirla» repetía a lo lejos. Era casi como escucharla a ella, con su suave y calmada voz.

En su mano, el falsificador de identidad hacía fielmente su trabajo transformando las barreras en permisos de seguridad concedidos. Las luces verdes la guiaban como si estuviera caminando por un hilo de destellos, tan fino, que podía romperse en cualquier momento. Sentía que el invento era como una delgada capa de hielo que la salvaba de caer a un mar congelado.

Sus pies rozaron una zona del piso que estaba marcada con una cinta amarilla en señal de zona restringida. En la pared una luz titubeó, indecisa entre admitir o no a ese extraño individuo. JU71738 acercó el dispositivo al detector con la esperanza de que la señal se transmitiera mejor. Un destello verde le iluminó la cara.

Su paso se tornó algo inseguro al llegar a la línea naranja. La luz la dejó pasar fácilmente.

Revisó que ningún hombre estuviera haciendo guardia cerca del lugar, cosa que seguía siendo muy poco probable. Nadie tenía intención de entrar salvo ella, que llegó a la línea roja que estaba junto a la puerta. Ahora sí, la caja.

Ambas hojas metálicas se movieron horizontalmente y le abrieron paso a la sucia habitación, abrazándola con un aire lleno de polvo. Avanzó entre varios periódicos y artículos que reconocía, todo seguía igual. Serena, empezó a buscar lo que tenía en mente mientras esquivaba toda clase de dispositivos electrónicos con pantallas rotas que le parecieron excesivamente gruesos y pesados. Corrió una tablet con el pie, dibujando en su mente la caja de madera.

Dentro del Archivo Histórico, había columnas ubicadas estratégicamente cada unos pocos metros, que contenían más detectores de identidad y tenían un cartel con lo que se suponía que debía haber en cada zona. En la columna 7 decía «teléfonos celulares», pero el suelo estaba plagado de hojas, cajas, baterías, cables y partes de computadoras. Parecía que estaban sembrados por todos lados y crecían como plantas en ese ambiente sofocante.

Sintió un sonido agudo. Miró hacia arriba del cartel y vio que la luz del detector estaba parpadeando. Se acercó corriendo para que la señal llegara mejor, pero ¿qué estaba pasando? ¿por qué no funcionaba como antes?

Esperando que se estabilizara encontró una carpeta de dibujos que parecía de una niña de cuatro o cinco años. Identificó a la mamá y el papá dándole la mano, bajo un sol amarillo resplandeciente que le provocaron una sensación extraña, que se mezcló con el alivio de ver el detector parpadear con un destello verde. Ese dibujo podría haber sido suyo si hubiera nacido unos años atrás.

¿Qué habría pasado con esa familia? La incertidumbre era algo que no soportaba. ¿A dónde se había ido mamá?

Sus pies la llevaban sin que fuera consciente de ello. Era como una zombie en el reino de las ratas, buscando algo que quizá ni siquiera estaría ahí.

De pronto, un punzante dolor la recorrió desde las sienes hacia adentro de su cabeza, tan profundo que sintió que su mente era infinita. Y escuchó.

Doce.

Era la voz de su mamá, sin dudas. ¿Qué estaba pasando? ¿Se estaba volviendo loca? El dolor se estaba yendo, pero un mareo la estaba dejando sin equilibrio.

Columna doce.

Sus pies corrían, casi volando, a pesar de que su cabeza no le permitía moverse sin que se le nublara la vista. Estaba a pocos metros de ahí, pero no podía llegar. Estaba por caerse al suelo.

Con unos movimientos bruscos de los brazos, logró dejar de balancearse un poco y se quedó parada junto a la columna 8. El cartel le indicó que en ese lugar debían haber botellas de plástico, pero lo único con lo que podía tropezar eran álbumes de fotos. Había de todo: en blanco y negro, engullidas por el tiempo; a color, en papeles fotográficos de alta calidad y otras impresas en casa, con la tinta apenas corrida en las hojas. Vio familias, amigos, vacaciones, reuniones, cumpleaños. Vio vestidos largos, corbatas y bikinis. Eran personas, como ella, cuyos hijos y nietos seguramente vivían en la base Andrómeda y habían decidido despojarse de los recuerdos del pasado, o el gobierno los había obligado recordándoles el peligro de parecerse a las antiguas generaciones. Decidió sentarse un momento para observar algunas que le llamaron la atención.

Un chico de pelo claro, no muy alto, abrazaba a su mamá arriba de una aerosilla en un paisaje montañoso. Un hombre panzón de unos cuarenta años, durmiendo en su sillón con la boca abierta. Una mujer agachada en medio de las plantas, sacándole una foto a una liebre. Y una luz roja que parpadeaba en la próxima columna.

Se levantó lo más rápido que pudo para salir corriendo, pero esta vez no fue el dolor de cabeza ni el mareo lo que la paralizó.

En el piso, junto a su pie izquierdo, estaba la foto del abuelo tatuándose. Estaba sentado, se veía algo asustado mientras otro hombre le inyectaba tinta negra en su brazo. Aunque en la base Andrómeda lo consideraran horrendo y peligroso, JU71738 pensó que no era para tanto. Era una forma hermosa de distinguirse de los demás, portando un símbolo con significado, que te acompañaría toda la vida. Además, en la época del abuelo, era muy común y nadie se había muerto por hacerse uno. Arte. ¿Por qué el arte estaba tan limitado en el presente? ¿De verdad sería tan peligroso? Quizá no tanto como la luz roja a punto de delatar su identidad real.

………………..

-Papá, nosotros vinimos por tu trabajo- Le susurro en el pasillo, a la salida de la cena. -Porque descubriste cómo entrar al sistema de seguridad ruso, ¿cierto?

-Sí- Contesta incómodo.

-Quiero saber qué descubriste.-Lo miro sin mostrar nada en mis facciones, con una seriedad absoluta.

-No sé si sería convenien…

-¡Papá! ¡Soy tu hija! ¿No tengo derecho a saber la verdad?- Sí, estoy enojada. Me molesta que no confíe en mí. Sé que es peligroso manejar esta clase de información confidencial, pero los rumores ya se extienden por todo el edificio.

Él se alejó hacia su cabina después de pronunciar, casi sin mover los labios: «No puedo ahora, JU».

(continúa)

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