Tocar fondo para renacer

Ella no se dio cuenta pero su vida estaba cambiando, tocó fondo, nadie lo vio, pues trataba de ocultar su sufrimiento para que su querida y amada familia no vieran lo terriblemente cansada que ella se sentía. Tocó fondo, sí. Aquel día de desesperación en el que sentía como su corazón latía tan rápido al compas de su respiración acelerada que acompañaban unas lagrimas que salían de sus ojos de manera asombrosa, todo sucedía rápido aquel día, como si se tratase de una composición contrapuntística del gran maestro Johan Sebastian Bach, porque su pobre cabeza estaba completamente dividida, sin dejarla descansar, ambas partes la decían cosas contradictorias tratando de un día volverla loca. Y estalló.

No se porque aquel día, no se que ocurrió para que por una vez en su vida se diera cuenta de la realidad, por fin después de ocho años enferma, de una anorexia que la había absorbido su vida, sus amistades, su pareja y su propia existencia, ese día, se obro el milagro. ¿Qué por que digo esto? Porque ya no cabía tanto sufrimiento en su alma y se despertó en su corazón una fuerza para luchar que jamás habríamos imaginado, se dio cuenta de que se merecía ser feliz y eso lo cambio todo.

Quizás ella no fuera consciente del todo, su malestar la cegaba para ver lo que estaba pasando, pero poco a poco empezó a actuar, empezó a decirle a su mente que NO, cuando antes solo era una sumisa, muerta en vida, en manos de esa hija de puta que quería verla morir, esa que vivía dentro de ella y le comía cada vez más el terreno a su parte sana que todos veíamos cada vez menos. Empezó a decir no, no a tanto sufrimiento y empezó a decir SI a la vida.

Esto no ocurrió de manera espontánea y sin esfuerzo, no creáis que la vida cambia de un día para otro así sin más, como si por arte del mejor mago del momento se tratase, sino que ella tuvo que esforzarse día a día en conseguir sus objetivos, en volver a tener unos sueños por los que luchar y a los que tenia que agarrarse tan fuerte aunque sus manos, en donde ya solo se veía hueso, estuvieran débiles.

Aunque todos pensábamos que el cambio que se tenía que producir era algo visible, algo palpable, como verla comer algo más que una manzana al día y dos tés verdes, eso llegó más tarde. Pero entonces, ¿Dónde estaba el cambio?, nos preguntábamos todos.

El cambio estaba en su pensamiento, sí sí, ese que la torturaba porque ella se dejaba torturar. Aprendió que las cosas que nos pasan dependen en gran medida del cristal con el que se mire, o dicho de otro modo, lo importante no es lo malo que nos este sucediendo o la vida tan dura que llevemos a diario, sino, como TÚ te lo tomes y que pensamientos te estas diciendo continuamente, cambiar eso, lo cambia todo.

Ni ella ni nadie nos imaginábamos que cambiar cada pensamiento negativo que tenemos al día, por uno positivo, haría que todo se solucionase. La enfermedad claro está que seguía ahí y trababa de hundirla cuando se veía gorda en un espejo o se subía a la bascula y veía que había subido medio kilo respecto a la semana anterior, después de esos hechos se solía decir a si misma cosas como «que poco vales», «nunca conseguirás estar delgada», «el mundo es una mierda», «mi vida es horrible», «¿para que voy a salir de casa si estoy gorda?». No son los hechos los que hacían que María se hundiera cada día mas en el pozo en el que estaba, sino sus pensamientos diarios que se decía a ella misma constantemente sin darse cuenta.

Todo cambió cuando fue haciéndose consciente de lo que se estaba diciendo, ese es el primer paso, y después empezó a probar a decirse cosas más positivas ante lo que podía ser el mismo hecho, como mirarse al espejo. Esta vez, en vez de decirse lo gorda que estaba, se decía «tienes bonito el pelo hoy», «los labios de ese color te quedan realmente bien», «sal a la calle y se feliz, te lo mereces María», cosas que parecen tan simples y sencillas a priori, cambió por completo su vida.

Años después, cuando María estaba ya completamente recuperada, se dedicó a ayudar a otras personas que como ella, habían sufrido trastornos alimenticios y les enseño su clave para ser feliz, se dedicó a dar conferencias, a escribir un libro sobre la importancia del pensamiento en nuestras vidas y por fin, pudo alcanzar el sueño de su vida, dedicarse profesionalmente al mundo de la danza, algo que la enfermedad la llevaba frenando desde que tenia 13 años.

María consiguió salir de ese túnel tan oscuro en el que se había metido sin darse cuenta, cuando cambio lo negativo en positivo, porque ¿sabes una cosa? Atraemos lo que pensamos y si pensamos en positivo, la vida te trae solo eso que deseas para ser feliz, solo hace falta un click para que empieces a conseguir tú también, mejorar tu vida. Namasté.

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