Con una sola palabra

borraste la memoria

de los últimos años.

Gotas de excitado sudor

hoy queman mi piel

como un ácido.

Una sola palabra

un sorbo de clavos,

el aguijón de mil insectos,

veneno amargo.

Podría crear un sol

con la furia de mis manos.

Privar al mundo de agua

con el viento de mis labios.

El gemido de tu cuerpo,

la ternura que anidaba,

la dulzura de tu aliento,

la poesía de tu mirada,

todo se desvanece

con el golpe de una palabra.

Y tú, impávida

me miras y repites

esa maldita palabra.

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