Avanzo lentamente sobre las líneas, cauteloso para no despertar tu recuerdo.
Mi corazón rechina a cada paso que doy, rompiendo el silencio de la noche.
Me detengo en la puerta de lo que una vez fue nuestra alcoba,
reconozco el olor a ceniza, el olor de un amor apagado.
No me atrevo a entrar…
Sé que no soportaré la mirada de los amantes petrificados,
no soportaré su silueta debilitada.
El pasado hace el aire pesado, es difícil respirar,
es difícil avanzar, pero…
llegó el momento, llegó el momento de dejarte
sin mirar atrás.
Sin ti seré solo una sombra sobre la ciudad,
mi vida un callejón,
volveré a la tierra después de haber probado
la inmortalidad.
Seré un fantasma sin tu cuerpo, un suspiro sin tu boca,
claroscuro en vez de sol.
Pero tengo que dejarte y encontrar lo que soy.
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