Taciturno (poesía)

Copa de vino añejo,

Besa mis resecos labios,

E incéndiame de recuerdos.

Taciturno y oculto de la urbe,

irascible en el paraje abismal,

de la soledad arribar hube.

Ensimismado en el arrabal.

Cuerpo en llamas, mujer en vela,

labios crueles me vieron sufrir,

viviendo por mí, pensando en ella,

para al final por nada morir.

Aun despacio repaso las horas,

insulsos matices afanan la mirada.

¡Ay! Nostalgia en la noche condecoras

A un alma perdida y perturbada.

Entre más sufro mas la amo,

mirándome desde el portal cicatrizado,

los lloros en los ojos pararon,

al que enamora sin ser enamorado.

Entre copas, mujeres y versos,

le abro paso a mis pensamientos.

Ya no busco lastimosos besos,

que maten el alma y sentimientos.

Vale más un momento inolvidable,

que miles de experiencias pasajeras.

Quedar en tu piel como indeleble

Y salir de las húmedas tabernas.

Pero hoy, ebria se pone la belleza,

muere para sentirse viva,

por eso encuentro más atractiva,

la botella de cerveza.

Vida accedida a la botella

como cualquier abstemio

que perdió las riendas.

Soy como aquel que le escribió

al amor y a la pasión,

soy como el loco que lo perdió todo,

porque se enamoro.

Los hombres también lloran,

Pero nos gusta hacerlo a solas.

El sol acaricia,

A medida que

se mete la luna,

es entonces que

vuelve a sentirla suya.

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