Nunca morirás de amor

Nunca morirás de amor

ENIX

04/04/2020

Por mucho tiempo me sentí inmune a padecer de esa enfermedad tan casual dentro de los mortales (suelen decirle «amor»). Renegana de ella como algo que no necesitaba ni quería y que -decía- no era importante en mi vida. Pero digamos que el destino, la vida, Dios, o simplemente el universo decidió mostrarme que soy tan mortal como cualquiera y que podía contagiarme de amor como nadie; que no es algo que escoges cual blusa o tacones, sino que llega sin preguntar, pero haciendo mucho ruido.

El karma también hizo su trabajo. Se encargó de dejarme muy claro que tal vez no necesitaba amor, pero de una u otra forma, llegaría. Esta vez llegó en el recipiente que menos imaginaba y de una forma muy extraña. Entendí que puedes amar las heridas de otra persona y sentirte en la necesidad de sanarlas aunque no las hayas causado tú. Comprendí también, que cuando amas a alguien dejas de ser solo tú y empiezas a ver la vida en y por 2.

Lamentablemente (quizás) también supe que no siempre es de dos; en ocasiones es solo de uno. Aprendí que puede ser el dolor más fuerte que puedas sentir en la vida; que las lagrimas a veces no alcanzan y los días suelen ser eternos cuando el amor no es correspondido y ese mensaje que tanto esperas nunca llega. Aprendí que puede llevarte al cielo y al infierno en cuestión de segundos. Comprobé que las mariposas en el estómago son reales pero no las despierta cualquiera. Que las manos son torrentes de energía cuando se juntan con las indicadas y que el amor puede ser antídoto y veneno al mismo tiempo. Pero aprendí una última cosa de esta curiosa enfermedad. Descubrí que a pesar de doler tanto…

nunca morirás de amor.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS