EL ESTIGMA DE LA MUERTE ANTE EL CORONAVIRUS
Tengo miedo a la muerte,
al estigma designado que promueve
la persona que lo infunde.
Pero el amor de mi compañero lo subsume
y me ha sobrepuesto a estos designios.
Hay en verdad un milagro de amor en mi destino
los muertos han celebrado
su conciliábulo o juicio parco
y han decidido contrariar al apocalipsis
para esperanzar a otras crisis,
y reanudarse ante las adversidades.
Hay un milagro ante los hechos y capacidades
que sólo se explica de forma perpetua
como realidad espiritual de la providencia.
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