Nunca llegué a pensar que me podría encontrar a mí mismo, mi esencia, que soy y a que he venido al mundo, pero bueno me dejó ya de mariconadas y me presento.Soy Javier tengo 16 años y vivo en un pequeño pueblo de Asturias, llamado Candás. Os voy a contar mi historia por necesidad, así que.. al lío.
Hace dos años, me ocurrió una cosa que supongo le pasara a mucha gente y quiero ayudarles a que lo cambien. Fue el momento en el que mis amigos empezaron a pillarse a chicas, unos solo por diversión y otros porque de verdad les molaba la pava. El caso es que a mi me surgían oportunidades, pero siempre las rechazaba, había veces que dudaba de mi sexualidad y otras que la chica era un cardo. Un día de verano, estaba con los chavales en la playa, cuando de repente paso un grupo de chicas que no conocíamos. Hugo, comandante jefe del grupo fue a hablar con ellas y como no, le seguimos todos. Eran todas muy majas, pero hubo una que me llamo la atención, al ser un inexperto en la materia pensé que lo mejor era dejarlo pasar. Llego la noche y quedamos con ellas. Estuvimos toda la noche bailando con ellas y yo, pensé que era mi momento y después de pasarme la noche entera bailando con ella, me lancé y pesque, mi primera presa fue una noche inolvidable. Al día siguiente, estábamos todos muy contentos y les dijimos de ir a la playa juntos… pero ninguna respondió y nos rayamos todos, pero descubrimos que era porque se habían ido de vuelta a su casa. Acabó el verano y al empezar el curso vino una chica nueva al colegio que se llamaba Maria, una mami de verdad. Todos mis amigos lo intentaron pero ninguno pudo. Un día se acerco a mí y empezamos a hablar, forjamos una relación de amistad preciosa pero siempre quise algo más. A medida que pasaba el curso no había avances y decidí estar solo. Un día me invitaron a una fiesta y conocí a una chica, que se convertiría en mi crush. Empecé a verla mas a menudo y pensaba que la cosa iba a mas, pero pregunte a sus amigas y me dijeron que estaba muy equivocado, pero no las hice caso tuchae. Después de meses intentando pillarmela lo conseguí pero por miedo a que fuera a más me empecé a alejar mas y mas, y al final, de todo a nada en cero coma. Pasaba el tiempo y mis sentimientos con María iban a mas y un día despúes de clase, pensé sino arriegas no ganas y ya es hora y se lo dije. «Pensaba que te faltaban huevos» me respondió e instantes despues me besó. Estuve rayado toda la tarde pensando en que iba a hacer, y me dije que dejaría ese miedo que me había perseguido tanto tiempo, no se si era miedo a enamorarme o a enamorar, miedo a estar con otra persona o simplemente miedo a cambiar. Arriesgue y gané y no me arrepiento de nada.
Hoy en día nuestra relación va a mejor, porque hemos pasado buenas y muy malas pero a pesar de todo seguimos aquí, mas unidos que nunca. La vida da oportunidades y Dios no junta a dos personas por casualidad, por tanto aprovecharlas y reflexionar porque al fin y al cabo, nunca se hará tarde..
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