MAÑANA

Cada mañana despierto pensando que todo fue una pesadilla, hasta que al abrir los ojos la tristeza invade todo mi ser, no lo es, no es un mal sueño, es real y hoy tampoco haré mi vida normal, tendré que inventarme un nuevo día…

Salgo al balcón con un café en la mano y espero que la luz me llene de energía, el aire fresco de la mañana me despeja, pero, ¿y el sol? Ni él quiere cuentas con nosotros, otro día más permanece escondido tras las nubes…

Afortunada la naturaleza , va sanando, teniéndonos lejos de ella, resurge, florece, las aguas se limpian, el aire será más puro, no hay coches en las calles, la contaminación acústica descansa, no hay ruido, solo se escucha los audios de la policía anunciando lo que ya deberíamos saber, “QUEDATE EN CASA”

Mientras ella descansa de la humanidad, nosotros intentamos no perder la cordura, encerrados, escuchando noticias devastadoras que nos llegan por los medios, TV, facebook nos satura…

No hay recursos, los médicos cansados, demasiados contagiados, gente hospitalizada que ha de permanecer sola, sin familiares, aislados del mundo.

Gente que ha de trabajar arriesgando su salud y los que no trabajamos lloramos por tener nuestros negocios cerrados; y pienso, ¿Podré alimentar a mi familia? Podré pagar? Pero eso no es lo que más me inquieta…

La ansiedad me corroe, he de hacerme la fuerte, que no se me note, ese pánico que quiere absorberme, he de espantarlo y limpio, viajo viendo fotos a esos lugares que me hicieron feliz…

Encerrada entre cuatro paredes y un techo, al que llamaba mi hogar, lejos de encontrarme, creo que voy a desaparecer.

Echo de menos a la familia, amigos, clientes del café y doy gracias a la vida por ponerlos en mi camino y no sentirme sola…

Sé que cuándo todo éste caos pase, que pasará, ahí estarán.

Mañana cuándo despierte con mi hijo sano y a salvo en casa, daré gracias a la vida y continuaré…

EPITAFIO

No le tengo miedo a la muerte, miedo me da, despertar una mañana y no volver a verte.