​Richard.

Apesadumbrado por la muerte de la única persona que iluminaba su camino,
causa del intolerable sufrimiento.
Lo conllevó a reventar cada objeto que se le interpusiera en frente,
destruyendo completamente su humilde morada.

Rechazado por la vida solo le queda imaginarse durante horas y horas
utopías en donde puede ser aquel
deseado pero irreal personaje efímero.
No obstante, él realmente ha sido protagonista en toda clase de distopias.

La realidad genera una ruptura en su razón marchita;
marchitada por años de insolación, iluminados por la depresión y los malos tratos.
Convirtiendo a Richard inevitablemente en un psicópata.

Meses más tarde.
En el brote de la oscuridad aquel loco que por razones inciertas se considera desde su ficción el hombre más cuerdo,
logra divisar en aquella epifanía unas muy inquietantes situaciones, se trataba de mundos en donde el sosiego es interpretado como de lo más trivial, seguido por oscuros pasajes y túneles que traen sensaciones de muerte y destrucción. pareciendo interminables, siempre terminan del mismo modo. desembocando en lunas sangrientas.

aquellas distorsiones incitaron al perturbado Richard a ir en busca de sangre,
solo, saciándose con animales más pequeños que él.

aquel gato inocente destripado provocó el esbozo de una sonrisa repulsiva y maquiavélica,
revelando por fin, el indicio de su locura.

su sed de sangre ahora insaciable
desencadenó actos infrahumanos.