Es tan grande mi odio… tan hermoso… alimentado por él día tras día…. con sus voces,sus insultos, sus enojos….. haciendo de mi vida una enorme porquería.
Me detengo a veces a mirar alguna cosa, viendo como se aleja…al no ser de su interés… no me culpéis por mi alma rencorosa, es que volvió mi vida del revés.
Se va al catre a dormir sus borracheras olvidándose del mundo,de la vida, de quién es… llenándome las horas de eternas esperas… para levantarse e ir a beber después.
Le observo enganchado a placeres solitarios diciéndome sonriente que yo sólo le doy asco, regalándome el rencor….este dulce calvario, que guardo poco a poco tapando bien el frasco.
Fantaseo con la felicidad de verle muerto, con el rostro picasiano de una larga agonía, le imagino más allá metido en el infierno, donde esté con el demonio en eterna compañía.
Y de pronto cambia mi visión de las cosas, diciéndome a mi mísma que sólo es un enfermo, y recuerdo aquellos tiempos que yo sentía mariposas y escribía sobre el amor en mi cuaderno.
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