Es pecado mi creación

Cuanto daño me causan a diario, cuanto daño me causa el futuro que se aproxima descaradamente atropellando cualquier intento de persuasión por causa de ustedes mismos.

Las madres nunca deberíamos avergonzarnos de nuestros hijos, pero mis hijos parecen haber nacido desde el mas oscuro rincón de mi alma. He depositado en ellos vida, pero ellos se las arrebatan a otros. Les dí inteligencia y ellos la usan para concebir contienda entre sus propios pensamientos, unos queriendo ser mejores que los otros, olvidando que tienen todo en común, inclusive las consecuencias de sus actos.

Pero cuánto los amo aún, tanto que me transformé en su casa para permanecer cerca a ellos y cuidarlos, entregándome a su indolencia e indiferencia, siendo pisoteada, escupida, quemada, cortada, raspada y abandonada… pero cuánto los amo. Algún día entenderán que la luz a la que los trajo mi amor es mucho mejor que la oscuridad que aguarda en su origen, o lo que ustedes mismos llaman muerte…