Rabia y felicidad.
Te veo y siento rabia, pero también me siento bien, aunque eso está mal. Fluyen sentimientos que chocan entre sí y crean un conflicto entre mi mente y mi corazón, dando como resultado el quererte y odiarte a la vez, cosa que no está, para nada, en ningún sentido, bien, y no lo estará hasta que alguno de esos dos sentimientos por fin pueda vencer a su contrario, y crear, por fin, un equilibrio.
Adiós.
Hasta que me decidí a ponerle un fin a esto. Quise hacerlo y lo cumplí, finalmente, ya no te quiero en mi vida, ni en mis amistades, compañías, nada. No te necesito, no quiero nada de ti, y espero que tú tampoco quieras de mi presencia, porque me disgusta pasar el rato contigo. Fue algo pasajero, te conocí, pero hubo cosas que no podían entrelazarse entre tú y yo. Empecé a dar con cosas que menos mal me contaste, porque confiaste en mí, y gracias a ello pude retirarme, lentamente, hasta que notaste mi lejanía constante y finalmente, hablar de ello conmigo. Justo como lo esperaba y planeaba en aquellos momentos, y eso causó nuestro aparente adiós. El último entre tú y yo.
¿Por qué?
¿Era realmente necesario haberlos conocido? Mi vida habría sido distinta si no hubieran aparecido en mi travesía, mi personalidad quizá habría sido más marcada, ¿o sería al contrario? Mierda, la verdad no lo sé. ¿Que si ha valido la pena? Para qué preguntarme eso, las cosas tienen sus pros y sus contras, las personas tienen defectos y virtudes, peor sería estar solo, ¿no?…
Tentaciones desbordantes.
Cuántos no se han ido
Y cuántos no los han conocido.
Qué trágico es a veces, qué tentador es Dios
Qué trágica es la vida
Y qué tranquilizadora dicen que es la muerte
Porque ya no quedará nada
Ni preocupación, ni tentación
No habrá más existir
Y no habrá más para seguir.
Cuántos no pueden probar ni un pan
Y cuántos otros lo tienen todo
Pero no valoran nada.
¿Cuánto cuesta la vida?
No vale poco, pero tampoco mucho, para otros.
Ansioso.
Nada me logra tranquilizar
Ni siquiera puedo pensar
En constante movimiento
Aunque a veces yo miento.
Cuando se juntan mis pensamientos
Junto a mi gran ansiedad
Son como alcohol y fuego
Pronto me voy a quemar.
Tanta tristeza, que antes fue felicidad
¿Para qué continuar, si me puedo sentar?
Sentarme y ahogarme en llanto
Sin poder parar.
Tanta soledad, es que me va a matar.
Tanta monotonía, ¿alguien me podría ayudar?
Veo a mi alrededor, y no tengo amigos, solo compañeros.
Compañeros no muy buenos, me podría dejar llevar
Probé algo ayer, y no se siente mal
Creo que esto me podría ayudar
Pero no en pocas cantidades, cada vez aumenta más
Mi gran necesidad.
¿Ahora quién me podría ayudar?
A salir de este gran vicio, que no puedo abandonar.
Ciclos desbordantes de un enano inadaptado.
Mi cordura ya no perdura
Y el pensar ya me hace mal.
Tanto tiempo hundido en la monotonía
Sin salvación ni poder mirar
A través de la gran ventana
De mi anhelada libertad
Libertad imaginaria
Libertad que aún no puedo alcanzar.
Quisiera ya salir de aquí
E irme pronto a otro lugar
Aunque no me lo permitan
Mentes erradas e imposibilidad.
Personalidades que están día a día
Que intentan acompañar
Pero que aquel gran vacío
No lograrán tapar.
Quisiera ser aire
Para poder salir de acá
Pero tristemente, aún no puedo actuar.
Tanta gente
Pero a la vez tanto vacío
Que no pueden llenar
Aquellas mentes limpias
Que tienen la imposibilidad de actuar.
Tantos desacuerdos
Y poca escucha por acá.
Tengo la imposibilidad
De ser escuchado una vez más.
A veces la vida es injusta
A veces se ve en alta mar.
Tanta motivación
Que pronto se va a acabar.
No querer aunque hay poder
Y sobra posibilidad.
A veces no comprendo
Y a veces quiero olvidar
Mis problemas del día a día
E irme por fin de acá.
Pero hay una imposibilidad
Una que no puedo cambiar.
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