El laberinto de la vida (capitulo 3)

El laberinto de la vida (capitulo 3)

Ya con el estomago lleno me dispuse a ir a las dos escuelas, ya era la una pasada así que tenia que darme prisa. La escuela más cercana esta a 5 minutos si voy corriendo, cuando llegue comencé a preguntarle a los estudiantes quitándome toda la pena de encima.

-Disculpa, ¿Conoces a una chica como así de alta, cabello castaño como oscuro, tal vez de 9° o 10°?

-No, perdón, no conozco a nadie así- me respondían muchos estudiantes, y los que decían que la conocían estaban equivocados y no era la chica.

Decidí entonces (lo hubiera hecho desde el principio) preguntar por su apellido, ya que es la prima de Raúl deduje que su apellido seria el mismo que el de él, Conrea. Aun así nadie sabia nada y ya no alcanzaba a ir a la otra escuela, se encuentra a 10 minutos corriendo pero ya era la 1:20 p.m. Perdí mi oportunidad, solo me quedaba esperar hasta las 3 de la tarde para preguntar en las otras escuelas por lo que decidí irme a caminar.

Mientras perdía el tiempo me acorde de que había perdido mi celular, ¿como me pude acordar solo hasta ahora?, no tengo datos móviles para navegar en Internet y lo uso muy poco así que si es posible. Me dirigí hacia el centro comercial, pensando que tal vez su escuela estaría cerca de allí, mi escuela queda a 10 minutos caminando y hay otra escuela que se encuentra a 5 minutos aproximadamente a pie, las otras dos escuelas están como a 20 minutos más o menos.

Di vueltas de lado a lado, se pasaba tan lento el tiempo que ya había dado 3 vueltas al centro comercial en menos de una hora lo que dio resultado a que un guardia me preguntara que estaba haciendo ya que parecía una persona muy sospechosa, le conteste que estaba perdiendo el tiempo mientras eran las 3. Ya que no pude seguir en el centro comercial y faltaban todavía 40 minutos decidí ir yendo lo mas lento posible hacia la escuela mas cercana, solo tarde 10 minutos así que me senté en el anden mirando como los demás se preocupaban por los problemas que tuvieran.

Cuando por fin salieron los estudiantes me dispuse a preguntar pero fue lo mismo que antes, nadie la conocía. Por Dios, ¿Que era ella?, ¿un fantasma?. Ya sin esperanzas de poder encontrarme con ella me fui yendo a mi casa, pase por un costado del centro comercial y a unos 5 metros creo yo (no soy bueno calculando medidas) fui interceptado por una chica, era ella, la prima de Raúl. No me dejo decir nada y ya estaba atacándome.

-¿Como seguiste después de lo que paso ayer?¿Te puedes mover?¿Te rompieron algo?¿Que dijeron tus padres al respecto?¿Fuiste hoy a la escuela?¿Te encontraste con ellos hoy?¿Te volvieron a pegar?

Me bombardeo con múltiples preguntas a las cuales solo respondí.

-¡Perdón por lo de ayer!, no era mi intención golpearte pero me enfurecí cuando tu primo me pego y entre todo lo demás, ¡LO SIENTO!- en verdad lo dije desde el fondo de mi corazón.

-¡¿Pero por qué te disculpas?! tú no tuviste la culpa, toda la culpa la tiene mi primo por actuar como un cretino, y también esas otras chicas, ¡soy yo quien debería disculparse contigo por no haber pedido ayuda o intentar detenerlos!- me dijo ella con lágrimas en sus ojos, eso me indica que ella no sabia nada sobre el tema, ¿cierto?

-Mmm, …no te preocupes por eso, no había nada que pudieras hacer tu sola contra esos cuatro, además lo máximo que me hicieron fue romperme el labio, el resto de mi cuerpo esta en perfectas condiciones.- le dije para intentar calmarla- Pero, ¿eso significa que tu no tenias nada que ver?

-No, yo no tenia idea de que mi primo se fuera a reunir con nosotros y se suponía que las chicas solo venían a traerte y se iban, no pensé que se fuera a tornar así, de nuevo lo siento.- me aclaro las dudas, ¿a ella también le habían tendido una trampa? o la habrían utilizado de cebo para atraerme. En cualquier caso estoy feliz que en verdad ella se había fijado en mi, a todo esto.

– …Dime, ¿como me conocías? Me dijeron que querías hablar conmigo por lo que nos íbamos a reunir.

-Bueno, hace como dos meses los vi a ti y a mi primo hablando mientras salían de la escuela así que le pregunte a mi primo quien eras, después de eso solo quería conocerte mejor, eso es todo.- su cara toda colorada me hace pensar que en verdad le gusto pero como hombre que soy no le puedo decir que ya lo sabia, prefiero esperar a que ella me lo diga directamente o enamorarme de ella y declararme.

-Ok entonces… ¿quisieras dar una vuelta mientras podemos?, la verdad también quería conocer que tipo de persona eras después de lo que paso ayer, y por cierto ¿te duele en donde te golpee?, no era mi intención lastimarte.

-No, no es nada, se que no querías hacerlo, por eso te perdono, …¿y a donde vamos?- su cara sigue colorada lo que hace que se vea muy linda.

Aclarando todo lo sucedido el día anterior dimos un par de vueltas por la calle, le pregunte su nombre (Nathalia Pirlo), compre algo de comer para ambos y nos despedimos.

-¿Como puedo contactarme contigo?- le pregunte un poco apenado.

-Ah, te doy mi número celular.

-Perdón, mi celular se me cayo ayer en medio de todo el caos.

-Entonces… ¿me darías tu mano un segundo?- sacando un esfero de su mochila tomo mi mano y anoto su número celular.- Ya esta, llámame cuando puedas.

-…¿En que escuela estudias?

Uf, que cansado me siento, y eso que solo estuve vagando en la calle todo el día, ¿como esta mi labio? parece que ya desinflamo por completo. Llegue a mi casa a las 5 de la tarde o un poco antes, me coloque un hielo inmediatamente y ya a esta hora, las 8 de la noche, desinflamo.

Nathalia, la prima de Raúl, estudia un poco lejos de mi escuela, yendo a pie me demoraría 30 minutos aproximadamente y desde mi casa me demoro como 15 minutos. Esto es bueno, por lo menos hay alguien en quien confiar, un poco, ahora solo necesito saber su versión de la historia pero primero debo encontrar mi celular, así será más fácil contactarme con ella en vez de ir a su escuela y que me crean un acosador.

Jueves, 6:50 a.m., mis clases empiezan a las 8 de la mañana y hoy no tengo excusa para no ir a la escuela, estaba distraído pensando que hablar con Nathalia que se me paso, por cierto, esto no significa que ya me haya enamorado de ella, solo me hace feliz que haya alguien a quien yo le guste. Bueno, aun así necesito buscar mi celular así que tengo que ir quiera o no, solo tengo que evitar un encuentro a solas con las @w!&@$ y Raúl y todo saldrá bien, o eso espero, de todas formas llevare un paraguas con la excusa de qué es por si llueve. Creo que todo esta listo, sinceramente sigo cansado por lo de ayer así que no quiero pensar en las consecuencias de mis actos, al menos por hoy.

Ya en la escuela, debo estar preparado para la guerra, y lo que me temía, ha pasado Raúl por el lado de mi pupitre y me ha pegado una palmada en la cabeza, esto es la declaración de guerra y no tengo la infantería necesaria para enfrentar a mi enemigo. Las primeras tres horas de clase han ido calmadas pero ahora ha comenzado el descanso, por lo que debo andar con cuidado pues estoy en un campo minado.

Para mi fortuna (porque no puedo tener a la muerte siempre a mi lado ¿o si?) unos compañeros vinieron a preguntarme por qué había faltado el día anterior a lo que respondí

-Tuve una caída y me rompí el labio, además de sufrir varios golpes.

-¿De verdad?¿y como te caíste?- me pregunto uno.

-Fue en la mañana, estaba bajando las escaleras de mi casa y me tropecé, no fue tan como para ir al hospital pero mi madre dijo que lo mejor era quedarme en casa.

-Oye ¿y es que ya no te llevas bien con Raúl? por lo general siempre están juntos con Eva, Jess y Ria.- soltó una pregunta contundente el otro.

-Bueno, han ocurrido varias cosas entre nosotros estos días.

Ok, supongo que debo dar los nombres de mis salvadores para que sepas con quien estoy hablando y no solo poner «este compañero» y «otro compañero».

Se llamaban Laura, Andrew y Ray. Los tres están en grado décimo, pero Laura es la única que esta en otro salón. Que bueno que aun haya gente que se preocupa por los demás, por lo general cuando faltas a la escuela, no importa cuantos días fueron, las personas no te preguntan nada, solo tus amigos te preguntan que qué paso y eso a veces, es como si a todos no les importara tu presencia. Si está, bien, y si no, también.

Bueno, sigamos con la historia, estuvimos casi todo el descanso hablando de porque falte hasta que Andrew dijo:

-Bueno, ya paremos que lo estamos molestando con tantas preguntas.- a lo que los otros asintieron.

Ya en clase me sentí más tranquilo pero de nuevo en el almuerzo me empece a preocupar. En mi escuela tu almuerzas si quieres pero debes ir a la cafetería en donde hay comedores, apostando a que Raúl y las @w!&@$ estarían allí no sabia si ir o no y tengo bastante hambre como para no almorzar.

Termine yendo a pesar de que mi cabeza me decía que no, encontré una mesa más o menos desocupada y lo que me temía, …(¡trágame tierra!) Raúl se sentó a mi lado. Obviamente no era para conversar tranquilamente.

-Hola Aaron- dijo él con un tono de superioridad- ¿Que haces aquí?, creí que no ibas a venir hoy tampoco, y mira que hacerte amigo de otros e ir contando quienes fueron los que te golpearon, que cobarde.

-¿Es que no puedo charlar con nadie que no sea usted?-respondí tragándome mi saliva.

-¡No creas que andarás tranquilo de aquí en adelante después de intentar herir a mi prima invitándola a salir contigo!- Raúl estaba muy furioso y gritando, tanto que los otros estudiantes en la cafetería voltearon a mirar que pasaba- ¡¡No te voy a dejar en paz hasta que te olvides de mi prima!!¡¿me oíste?!

Raúl dejo su comida en la mesa y se fue pero todo el mundo quedo mirándome como si yo fuera el malo así que también me fui. No pude comer nada y estoy muerto de hambre, ahora para mi suerte se esparció el rumor de que me metí con la prima de un compañero y le hice cosas perversas por lo que todo el mundo me mira de forma despreciable y hablan de mi a mis espaldas. Cuando acabo la hora del almuerzo me encontré con Andrew en la puerta del salón.

-¿Podemos hablar?- me pregunto.

-Claro.

-Pero no aquí, vamos a otro lugar, al profesor no le importara.

Fuimos al patio en una zona donde nadie nos viera.

-Enserio, ¿que paso entre tu y Raúl? ya escuche los rumores así que no me mientas.

-Bueno la verdad es que…- le conté sobre lo que paso el martes y la golpista que me dieron, y sobre la prima de Raúl.

-Así que eso es lo que pasa, bueno, te ayudare, no me agrada que los demás se aprovechen de alguien y difundan chismes sin saber que pasa.- dijo él tranquilamente como si intentara consolarme.

-Gracias, la verdad pensé que iban a odiarme también.

-Tal vez Laura si te odie en este momento ya que no le gusta que se metan con las mujeres pero yo hablare con ella, y por Ray no te preocupes, él no estará del lado de nadie hasta saber la verdad.

Cuando volvimos al salón el maestro estaba molesto así que no nos dejo entrar, hubiera sido mejor irnos a la casa pero Andrew es una persona responsable y odia las cosas mal echas. Estuvimos en silencio esperando en el corredor la hora de la salida.

Por fin eran las tres, Andrew me dijo que esperara para hablar con Laura y Ray sobre el asunto, Ray esta en nuestro salón pero Laura estaba a dos salones de distancia, mientras esperaba podía escuchar falsas acusaciones sobre mi y los demás estudiantes me miraban raro cuando pasaban a mi lado, Raúl y las @w!&@$ se fueron como si nada.

Ya reunidos los cuatro lo que se vino primero fue un regaño de parte de Laura a lo que Andrew le dijo que les iba a explicar lo que pasaba de camino a casa. Ya que vivimos en direcciones diferentes fuimos a una cafetería cercana, les conté todos los sucesos hasta ahora, también que perdí mi celular y que no tenia forma de comunicarme con la prima de Raúl, no se por que pero Laura sospecha principalmente de ella, dice que Nathalia solo esta actuando para no salir involucrada de todo esto pero por más que lo pienso no veo una señal de que todo lo que me dijo ayer sea mentira, Laura dice que es instinto femenino o algo así.

Sea como sea, eso fue todo y al acabar de contarles lo que pasaba cada uno cogió caminos distintos a excepción de Ray y yo, el vive como a cinco cuadras más después de llegar a mi casa.

-O…oye, ¿que piensas de todo esto?-le pregunte.

-¿Que qué pienso? …no lo se la verdad, ¿no habrás hecho algo que involucrara a alguno de tus «acosadores»?

No lo se, vamos que tengo 15 años, pudo haber sido cualquier cosa, el mundo se ve grande pero en realidad es demasiado pequeño, todos se conocen con todos.

-No lo se. -respondí secamente.

Bueno, ya en casa, milagrosamente no ha pasado nada serio ni con Raúl ni con las @w!&@$, ya es muy tarde para ir a hablar con Nathalia, solo me queda organizar ideas de nuevo hasta dormirme.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS