Hay alguien en el espejo que no conozco. Un ser de traje incómodo, mirada inflexible y sonrisa caída. De aspecto cansado por una rutina diaria que parece estar acabando con el, triste, apagado y solitario. Aparto la mirada porque su presencia me incomoda, pero cuando retorno al espejo, ahí está, con sus ojos cansados y expresión meditabunda. Mirándome fijamente sin parpadear, como si quisiera decirme algo, un secreto que solamente el conoce, pero no encuentra la fuerza suficiente para expresarlo. Una mirada nostálgica que se pierde en el color gris de sus ojos y una sola lágrima que se desliza lentamente por su mejilla.
¿Quién eres?
OPINIONES Y COMENTARIOS