Nadie sabe cuántas veces has tenido que volver a rehacer tu vida, para así poder transitar por el camino correcto.

No te imaginas las veces en que fracasaste, sólo tú sabes el montón de lágrimas que derramaste al ver todos tus sueños y metas hacerse añicos.

Nunca borrarás aquel engorroso momento en que las personas no eran verdaderamente leales contigo, la hipocresía se hace a un lado y suele acompañarte a través de los recuerdos del pasado.

Entregaste tu corazón sin ninguna condición, al fin y al cabo sólo querías sentir un poco de amor pero el desamor se encargo de hacer su labor.

Haz pasado por escenas en las que el miedo te consume ante una gran decisión, sin pensar la velocidad en la que viaja tu corazón.

A diario sueles recibir mentiras y falsedades que demuestran que aun existen personas que no tienen las mejores intenciones, pero con el tiempo has sabido muy bien con qué tipo de personas debes conservar.

Te has dado cuenta que todo suele ser temporal, desde la alegría hasta la tristeza pero ten siempre presente que ante todo debes tener firmeza.

En muchas ocasiones eres prisionero de tus propios pensamientos, rumear es la acción con la que te delata ante el exceso de ansiedad. Pero déjame decirte que con el tiempo, hasta eso se puede controlar.

No sigas con la autoflagelación por querer ser perfecto, porque a fin de cuentas cada vez estás más lejos de ese hecho.

Absolutamente todos los procesos y ciclos que tuviste que enfrentar, han sido necesarios para llegar a ser tipo de persona que eres ahora, esa es la verdadera esencia de ser excepcional.

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