Empezar de cero

Acá es donde uno decide parar. Ponerle fin a todo lo que está haciendo mal. Todo eso que afecta, que duele.

Es decir «ha sido suficiente». Porque es verdad, es suficiente todo lo que uno aguanta.

Aguantamos, a veces por amor, a veces por respeto, por compromiso, porque no sabemos estar solos, a veces porque no queremos otra cosa.

El capricho infinito que nos hace seguir y seguir soportando todo aquello que nos gusta pero nos lastima. O en realidad, no nos gusta, pero no sabemos como lidiar con ello.

Aguantar en silencio.

Pero el silencio duele.

Duele decidir lo que en realidad no quieres.

Duele saber la verdad pero aún mas la falta de honestidad.

Aguantamos porque no nos valoramos lo suficiente como para decir «hasta acá».

El límite que nunca marcamos cuando no queremos sufrir más de lo que ya estamos sufriendo.

He decidido empezar de cero.

No se puede olvidar ni dejar de recordar pero, si se puede decidir que «fue suficiente».

Nos dejamos pisotear tanto, pero tanto, que nos olvidamos de quien somos, de por qué aguantamos, sólo lo hacemos.

Dejamos que nos engañen, que nos mientan, sólo por el hecho de no hacer mas problemas.

Y uno sufre. Pero sufre en silencio.

Se pierden las ganas, se pierde el valor, se pierde el entusiasmo en encontrar personas.

Se pierde la confianza en los demás pero sobretodo se pierde la confianza en uno mismo.

Duele.

El corazón lo soporta pero el cuerpo no da más.

Me sostengo, porque sé que puedo.

Sé que puedo volver a empezar. Armarme después de desarmarme.

Porque uno se desarma, o nos desarman.

Nos olvidan después de rompernos. Nos rompen y luego desaparecen. Tienen miedo.

Pero… también nos olvidamos de nosotros mismos. Nos olvidamos de que nosotros somos también importantes. Y les dedicamos todo a ellos, a quienes nos dañan.

Y una y otra vez, pasamos por lo mismo.

Hasta que decimos «basta».

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS