Pony es algo soberbio, engreído y orgulloso, bueno la verdad lo es mucho. Desde niño le habían inculcado que él pertenecía a una casta de líderes dominantes y privilegiados que bajo ninguna circunstancia serían uno más del montón.
Su niñez pasó rauda sin sobresaltos ni afanes, y mientras el tiempo transcurría asistió a los mejores colegios y universidades de la inmensa sabana suramericana, codeándose con la élite política de la región perfilándose como otro sucesor de su ilustre apellido, y a medida que sus ansias de poder crecían, también lo hacia su ego, incluso se daba un aire de intocable cuando estaba rodeado de su manada, que fieles le seguían, unos por tradición, otros con la esperanza de que quizás tendrían alguna oportunidad cuando el fuera el jerarca, otros porque como borregos habían perdido el horizonte después de tanto desengaño y corrupción, de tanto de lo mismo con los mismos que en su momento parecieron diferentes, que ya ni siquiera se tomaban la molestia de cuestionar quien sería su líder a futuro, o si este los llevaría un despeñadero peor que aquel en que sobreviven actualmente.
Ojalá en algún momento reaccionemos de ese triste estado de sonambulismo al que hemos recurrido en este valle lleno de abrojos que es nuestro país, tal vez como un mecanismo de protección… o de ceguera, para asir en nuestro corazón de alguna forma, un último hálito de esperanza. Si, ojalá reaccionemos y razonemos todos a tiempo y evitemos extender el yugo de este caballo, que de corcel no tiene nada.
Puede ser que él sea grande, de cuna noble y abolengo, pero al ver su prepotencia y altivez, el desprecio con que trata a los más humildes incluso públicamente, al ver su ego inflado y tan falto de humanidad, (disculpándome de antemano y de corazón ante el noble y bello caballito que lleva este nombre),Yo simplemente lo llamo ¡pony!
Autora: Rossi Er
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(Septiembre 20 -2017)
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