Hasta El Final

Hasta El Final

Lexi Jahir

20/01/2020

No conocía el amor, me criaron para ser duro conmigo mismo y los demás. Escondía mis sentimientos detrás de cualquier cosa, no mostraba miedo, amor, pasión, compasión mi entusiasmo.

Desde pequeño me advirtieron que el mundo no era confiable, que el más traidor lo puedes tener de frente comiendo en tu mesa y aprovechándose de tus riquezas, cubriendose de tu techo y apuñalandote en el pecho sin que te des cuenta, que el amigo sólo son cinco palabras y que el enemigo vive junto a ti, que el amor es de débiles y el odio para fuertes.
Por mi crianza afronté problemas tras problemas saliendo victorioso, conocí todas las facetas de la vida, sentí todo lo que se puede llegar a sentir, menos amor y debilidad.
Mi carácter siempre a sido fuerte, tal vez por herencia de mis padres o tal vez por como me enseñaron a ser, creía en mi más que en otra cosa, seguridad y un ego a alturas que ni los más expertos viajeros hubiesen podido conocer. A donde iba llamaba la atención y en donde quiera que esté me llevaba una o dos par de mujeres a revolcarse en una cama llena de pecados con pasiones oscuras y obscenas. Para mi el amor no existía porque definitivamente nunca lo había sentido a excepción del amor propio que decía sentir en abundancia.
Mis planes futuros eran sencillos, viajar, tener mucho dinero, mujeres, aventuras al extremo y más perdidas de tiempo, me gustaba el peligro y por eso pasaba casi siempre por no decir siempre metido en problemas, sin embargo esa vida me parecía atractiva y yo quería seguir así hasta que una bala perdida acabase con mi existencia.
Para mi la vida era sobrevivir y quitar del camino a quien estorbase.
Realmente era un tipo raro, muchos me conocían pero de todos desconfiaba, me había ganado la fama de ser todo un cretino, maravilloso!

Culminé el colegio, me gradué con los demás del curso, el viaje de graduación fue todo un desmadre, alcohol, droga, sexo, orgías, una o dos peleas en las discos y mucho relajo. La vida que me encantaba.
Luego del viaje todos quedaron en volver a salir de nuevo, intercambiaron números telefónicos menos yo, menos yo porque creía que todo eso era hipocresía en todo su esplendor, además que tenía otros planes.
Me dediqué a trabajar, ganaba mi dinero y lo gastaba en lujurias, javas de cerveza, marihuana y prepagos, era excitante la sensación de estar sumamente drogado, cogerme una mujer y escuchar sus gemidos de placer. A mis 19 vivía como uno de 30 malgastando su vida y su dinero.
En el trabajo conocí a Javier, buen tipo, dinámico, un tipo como yo. Nos hicimos buenos panas y al poco tiempo armamos una banda de idiotas holgazanes.

La banda constaba de 5 integrantes, Robert, Oliver, Kevin y Javier y yo liderando, éramos un buen grupo, trabajábamos y cada fin de semana íbamos a buscar problemas a los mayores, en las grandes ligas nos respetaban, la policía nos buscaba constantemente, nuestros padres nos habían echado de la casa así que fuimos a buscar un depa para los cinco. Solíamos hacer fiestas, mucho alcohol, orgías en plena sala, y la casa alborotada de pies a cabeza. Vivimos así durante años. Hasta que algo dentro mío no me dejaba estar en paz, sentía algo inexplicable, me había aburrido de siempre lo mismo, raramente esa vida ya no me apetecía. Una noche subí al techo mientras admiraba como brillaba la Luna y pensaba, pensaba y pensaba mucho si estaba todo bien, algo no iba bien conmigo. Tenía 25 años y sentía un vacío enorme en mi, un vacío que ni las mujeres, ni las fiestas, ni mi banda podía llenar. Pasó.
Para el 27 de Mayo teníamos una fiesta, fuimos, todos se divertían, bailaban, algunos exajeraban, otros recién empezando a vivir, pero yo no, esa sensación incómoda en mi estaba muy viva y no me dejaba tranquilo, cuando, de repente mis ojos vieron la luz en la oscuridad.
Se acercó una niña invitandome a bailar, mis ánimos volvieron a su lugar, bailamos, nos conocimos, intercambiamos números, fue espléndido. Llegamos a casa, no podía dormir, recordaba esa niña, nuestra charla, como nos divertimos. No tardé para escribirle, me saludó y no supe que más decir. Su nombre era Gabriela.
Decidimos frecuentarnos más seguido, hablábamos día y noche, nos reíamos hasta de lo más absurdo, algo definitivamente no estaba bien conmigo. Ya no frecuentaba la banda, no perdía mi tiempo porque ahora lo invertía en ella, trabajaba y reunía mi dinero, no salía a fiestas, no tomaba ni me drogaba, en los prostíbulos ya habían olvidado mi nombre y mis actos, algo estaba muy diferente y no sabía que era.
Actuaba para agradar a Gaby (así le decía de cariño), era como si mi mente, mi corazón y mi cuerpo actuaban por si solas, mi mente pensaba todo el día en ella, mi corazón latía por ella y me hacia rechazar lo que antes me agradaba y mi cuerpo no reaccionaba a los placeres del mundo, la banda preguntaba que me pasaba pero no había respuesta al enigma que envolvía mi mente y mi alma. Esa chica me enredó en un juego que no había experimentado en mi vida, no sabía como actuar por primera vez ante dicha situación, estaba perdido, pero ya no en el mundo si no en su mirada y no quería encontrar la salida.

Me salí de la banda, cambié de departamento, con mi trabajo pagaba mis gastos de la casa y aveces me sobraba para invitar a Gaby al cine o a un restaurante, me volví Fan de esa niña. Una noche en particular estaba acostado en el techo observando la Luna y las estrellas, cuando lo entendí todo, me había enamorado. Si! Me había enamorado de una niña, estaba enamorado y sin darme cuenta cambié mis hábitos, mi vida, había cambiado por ella, su forma de ser suavizó mi duro corazón y endulzó mi vida sin yo percatarme. La amaba, pero… ella a mi?
En tan poco tiempo en todo aquello que había creído, en todo lo que había desconfiado y mi soledad se derrumbaron, Gaby era muy dulce, atenta, transparente que podías ver con claridad la esencia de su alma, era delicada, unos ojos en los cuales te podías perder si no sabías jugar, unos labios que me derretia al momento de sonreír, una chica de piel blanca que con un simple gesto de amor se sonrojaba, un cabello tan fino que bailaban al son de la brisa del día, era perfecta como tallada por los ángeles, tan perfecta que si Dios hubiese sido hombre también se enamoraría de ella.
Domingo 17 de Junio, salímos por un helado, nos reíamos hasta que un mal nacido comenzó a morbosearla, sólo recuerdo haber soltado mi helado y ya estaba encima del tipo dandole sus golpes para que la respete, ella me tranquilizó, el tipo se fue y sucedió el momento más embarazoso de mi existencia, me dió las gracias mientras me daba un suave beso en mi mejilla, exploté en ese instante, así como explotó la bomba atomica en Hiroshima, sentía como se destruía todo al mi alrededor, como el amor invadía cada una de mis células y pulverizaba una a una mis antiguas creencias. Ella sonrió.
La fui a dejar a su casa, tenía listo una carta en la cual había un pequeño poema para ella, pero moría de miedo yo quien no conocía el pánico, yo quien nunca titubeaba, yo quien siempre estaba listo para todo, esta vez no lo estaba.
Llegamos a la puerta, nos despedimos con un fuerte abrazo, le agarré la mano y le entregué el papel mientras salía corriendo. Sentía mi cuerpo pesado y no tuve el coraje de regresar a verla, me fui.

«Porque nunca nadie sabe lo que a nadie le digo, la noche entera es corta para soñar contigo y todo el día es poco para pensar en ti»

-Jose Angel Buesa

Esa noche no le escribí, estaba en pánico.
Al día siguiente fui al trabajo, fue un día tranquilo, cobré y pague el departamento.
Me acuesto, enciendo mi celular, abro mi red y había un mensaje de ella diciendo:
«TENEMOS QUE HABLAR»
Quedamos en encontrarnos como siempre el día Domingo, a la misma hora en el mismo parque de siempre.
Llegó el día, me arreglé con el mejor Outfit que tenía, la mejor colonia, cabello peinado, tenis bien limpios y un leva que combinaba perfectamente con mi estilo y me hacía ver más maduro (hasta mi forma de vestir cambió por ella).
Llegué, estaba asustado, a lo lejos la ví venir, traía un vestido muy elegante conchevino, parecía ver como un ángel venía a mi encuentro, resaltaba ante todos. Saludamos y comenzamos a caminar, habíamos quedado en ir a los juegos que estaban en la ciudad y luego pasar por una cena romántica en un restaurante muy elegante. Reuní con mis fuerzas dinero para ese día y tenía que salir todo a la perfección, pero me mataba la duda de saber que me diría al respecto de la nota. Caminamos, hablábamos como siempre y una risa tras otra, llegamos a los juegos, nos subimos en algunos que nos pusieron los nervios de punta pero estaba contento pues ella me abrazaba cada que tenía miedo, si que nos divertimos! Gané en un concurso de botellas un peluche panda y se lo regalé, vi en sus ojos el entusiasmo y me motivó a seguir con todo eso. Camino al restaurante «La vita é bella» me encuentro con los viejos amigos de la banda, me reconocieron y comenzaron a burlarse de mi por haberme salido por una chica, me alteré pero ella me sostuvo del brazo que todos mis fuegos se apasiguaron mientras me miraba con sus ojos de ternura. La amaba.
Ingresamos al restaurante y si señores, todo era muy elegante, demasiado para mí diría yo, pero estaba bien porque veía la alegría de Gabriela, fui caballero en todo momento, hicimos la orden, mientras disfrutábamos de un buen vino, me preguntó por esos tipos y no le pude mentir, le dije quien era y como cambié en el instante que la conocí, temía que se molestara pero sólo agarró mi mano, me miró fijamente y me dijo:
«Está bien, todos hicimos cosas malas en nuestro pasado, lo que importa es lo que eres ahora y lo que seremos algún día»
Jamás me había dicho algo similar que mis ojos cristalizaron las emociones en lágrimas. Todo marchaba bien.
Entre risa y risa me entregó un papel y me pidió que lo leyera en ese instante, decía…

«Es posible sostener mi mano por un tiempo pero quiero que tomes mi corazón para siempre»

Lo entendí, también sentía lo mismo por mi!
Parecía que todo se movía a mi alrededor, me quedé mudo por un momento, no sabía que debía decir, ella se dió cuenta y me sacó a bailar como la primera vez, me daba la impresión que todo estaba planeado, que las estrellas estaban a nuestro favor, que el mundo esperaba ese momento y que el destino estaba escrito que sería así.
Bailamos una dulce canción

https://youtu.be/eDnKKRK9fqg

Juntos, pegados cuerpo a cuerpo, realmente la amaba, me había enamorado por primera vez y ella también sentía lo mismo por mi.
Bailabamos al ritmo de nuestros corazones enamorados, en mis nervios le susurré cuanto la quería, nos besamos, sentía como si hubiese sido la primera vez besando a una chica, estaba felíz, muy feliz!
Como era costumbre la fui a dejar a su casa, nos despedimos con un beso y una sonrisa que desbordaba amor, entró y yo me retiré. En el trayecto a mi departamento no paraba de recordar cada instante, ella es el ángel que domó mis demonios y estaba felíz haber echo todo eso por ella, pero aún tenía mucho para dar, aún debía ser lo suficiente para ella y sentía que teniendo algo de mi pasado no estaría siendo digno de su amor, así que empezó una nueva aventura.

Empecé a tomar clases de buenos modales, de etiqueta, de como vestir correctamente, me esforzaba mucho por ser digno del ángel que llegó a mi vida. Mi círculo social cambió bastante, ahora confiaba, tenía amigos que constantemente me ayudaban a mejorar, Gaby también me ayudaba mucho con su bella forma de ser, era mi inspiración. Pasaron unos meses y del viejo Sebastián ya no existía nada, ero un nuevo yo.
Salíamos cada Domingo, yo cambié de trabajo y ahora tenía disponible los fines de semana así que la llevaba de viaje por la ciudad, visitabamos las más hermosas playas, ríos, centros turísticos, enloquecía verla en traje de baño, su cuerpo esvelto, su piel blanca y mis ganas de hacerla mía, pero la respetaba demasiado, pasaron meses cuando por fin pude estar con ella, fue lo más maravilloso que pude haber vivido, un placer distinto a los que disfrutaba antes, me rendí a sus pies en cuerpo y alma, estaba indefenso y con miedo de llegar a perderla algún día, a los meses de nuestra relación conocí a sus padres, afortunadamente nos agradamos enseguida.
Luego de un tiempo comencé a estudiar mi carrera de cinematografía. Me gradué, mis padres y ella con su familia estuvieron presentes, al año siguiente se graduó ella en artes, todos estuvimos presentes, yo me sentía el hombre más orgulloso del mundo y el más enamorado de todos, gracias a Dios todo marchó bien en nuestras vidas, buen trabajo, dinero reunido, con nuestros esfuerzos compramos una casa con una vista maravillosa al bosque donde era un placer hacerla mía. Ya con trabajo estable y nuestra casa propia nos dedicamos a viajar, conocimos Italia, Francia, Ámsterdam, cada lugar que visitabamos dejábamos la huella de nuestro inmenso amor.
Pasamos años espectaculares, hasta que llegó el momento, ya era hora de unir nuestras vidas eternamente. Organicé un viaje a Berlín, estábamos cenando muy románticamente, disfrutamos de unos buenos vinos y sonó una melodía tan delicada como ella que no pude no sacarla a bailar, como cuando empezamos, bailamos lento, pegados, abrazados y nuestros corazones enlazados, hasta que saqué la mayor inversión de mi vida, me arrodillé frente a todos y…

«Amor mío, ero un tipo perdido antes de conocerte, cuando sentí el vacío de la vida en mi cuerpo llegaste a dar luz en mis tinieblas, mejóraste mi vida, cambiaste mi realidad y ahora vivo sólo para amarte, tu Gaby aceptarias casarte conmigo? Te casarías con este hombre perdido en tu ojos?»

Aceptó!

De nuevo estallaba de emoción, todos alrededor nos aplaudían, nos felicitaban, todos alrededor nos daban su buena suerte y gracias a Dios, así fue. Planeamos nuestra boda dentro de un año, quería que todo saliera perfecto, las más bellas flores, el mejor vestido de novia y el mejor terno para mi, como nos encantaban las aventuras establecimos un lugar en una montaña con vista al mar el lugar para unirnos en matrimonio. Todo estaba listo. Todos nuestros contactos estaban invitados, nuestras familias, todos presentes, estaba asustado, nervioso, no sabía a donde mirar, no sabía a que hora llegaría y estaría a mi lado dando el SÍ definitivo, sentía que me iba a desmayar, hasta que llegó. En medio de mi «SI ACEPTO» se me enredó la lengua de los nervios y todos soltaron una carcajada incluyendo el padrecito, luego ella, segura y con firmeza aceptó. Respiré aliviado. Concluyó la boda lanzando el ramo de flores que terminó estropeado, luego nos fuimos a salón a festejar, contratamos unos buenos Chef para nuestro momento, todos estaban felices, yo tenía aún algo que hacer, agarré el micrófono y dije las siguientes palabras:

«En toda mi vida había sido duro conmigo y con el mundo, jamás mostré debilidad, siempre pasaba en problemas, mal gastaba mi dinero en placeres, farras, drogas y otras cosas, no conocía el amor, no creía en el amor. Pero la vida te pone pruebas que te hacen abrir los ojos, fue ahí cuando llegó a mi vida Gabriela, con su maravillosa forma de ser, su delicadeza que enredó mi alma y tocó lo más profundo de mi corazón, nunca creí llegar hasta aquí donde estoy ahora, pero si lo estoy es porque tengo a la mejor mujer y ahora esposa a mi lado, la amo juro por Dios que la amo y la amaré por siempre, por este motivo quiero dedicarte una canción que es muy importante para mi, muy importante porque en su música no la letra describe a un hombre que jamás se enamoró, pero por ella sí, me cobardes esta pieza amor de mi vida?»

https://youtu.be/cd4aJV2I31Y

Fue un vals perfecto, como lo había soñado, todos nos veían encantados, pero yo, yo era el más encantado de todos, tenía a la mujer que amaba junto a mi, la tenía junto a mi y ahora la tenía hasta el final.
El tiempo pasó, luego de dos años teníamos 2 hermosos hijos, Lucas y Daniela.
Es verdad, nos consumían todo el tiempo, el trabajo cada vez nos requería más dedicación, pero jamás en un sólo instante nos descuidamos, vivía para ella, ella vivía para mi y los dos vivíamos para nuestros bellos hijos, ero feliz, tenía mi familia, una bella y hermosa familia, sentía como las Estrellas y la Luna se alegraban de mi éxito, tenía todo lo que deseaba, era la mujer perfecta, pero… un 24 de Enero le detectan cáncer terminal, ella estaba mal, pasó en depresión, yo con todas mis fuerzas y el amor que tenía de sobra para darle hacía lo imposible para no verla triste y con lágrimas en su perfecto rostro, medicamentos nunca le faltaron, el amor de su familia jamás le faltó, pero el 13 de Febrero, un día antes de celebrar San Valentín ella nos faltó, se nos fue como se nos va el agua de las manos, se nos fue y no pude detenerla, se fue y yo la seguía amando…

https://youtu.be/rDAdMHVV1xc

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