Mi cabeza que no para diez mil revoluciones y le dan la mañana,
mientras amanece el tiempo no perece más bien se estremece,
tengo pensamientos que ejercen de jueces,
otros de verdugo que me llaman cual reclamo no entiendo el orden del aclamo.
club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
Mi cabeza que no para diez mil revoluciones y le dan la mañana,
mientras amanece el tiempo no perece más bien se estremece,
tengo pensamientos que ejercen de jueces,
otros de verdugo que me llaman cual reclamo no entiendo el orden del aclamo.
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