Yo no creo en el destino, pero si pienso que tu vida está influenciada por las decisiones que tomas. Y con esto no quiero decir que tú elijas la consecuencia ni el desenlace que conlleva tomar cada decisión. Ni siquiera que todas las decisiones las tomes de una manera consciente.
Muchas se realizan únicamente por inercia, costumbre, o simplemente porque damos por hecho que somos de una manera concreta y que tenemos ciertas preferencias.
Por ejemplo, nos entran ganas de ir al baño, aguantamos un poco y cuando decidimos ir casualmente eso nos hace encontrarnos con alguien a quién no queríamos ver. La decisión de ir al baño en ese momento justo condiciona sin quererlo ese encuentro, modificando el punto de la relación en el que estábamos con esa persona y haciendo que avance hacia alguna dirección, buena o mala.
Por tanto, sí creo que eres quién eres, pero influenciado por las cosas que te pasan, que condicionan sin quererlo tu evolución personal.
Quiero decir que la sucesión de casualidades, anécdotas, encuentros, imprevistos, que conforma tu vida es el resultado de una serie de decisiones mínimas que te colocan en un momento y un espacio determinados.
Que determinan las cosas que te pasan, las personas con las que chocas, y la manera en la que actúas frente a ello.
No creo en el destino. Pero si en que las micro-decisiones previas a un momento son las que llevan a que este sea de una manera concreta y no de otra, dentro de las millones de posibilidades distintas en las que podría haberse desarrollado.
¿Qué por qué es así? No tengo ni idea. Ni quiero saberlo. Me encanta darme cuenta de que algo concreto y casual me ha ocurrido porque previamente decidí hacer algo ajeno a ello y que permitió que pasara.
OPINIONES Y COMENTARIOS