La oración de una esposa

A menudo, me doy cuenta que la oración de una esposa por su esposo es fundamental. La semana pasada mi esposo se retrasó en venir a buscarme a casa. Él había salido a la iglesia y le correspondía llevar el mensaje de la palabra de Dios esa tarde. Al salir de la iglesia debía venir a buscarme para llevar a nuestra niña al médico. Él me llamó diciendo que venía en camino. Confiada, empecé a esperar calculando el tiempo de su llegada. Al mismo tiempo, la doctora estaba escribiendo que ya debíamos haber llegado a la consulta, puesto que si no lo hacíamos ella se iría. Fue un momento de tensión.

Las minutos se hacían largos. Nuestra hija estaba delicada con malestar estomacal y la verdad no queríamos perder la cita. Pero Él no llegaba. ¿Qué pasaba? Me preguntaba desesperada. Decidí llamarlo para ver por qué se tardaba tanto. Cuando me atendió, me dijo desesperado que ya iba llegando a casa, pues estaba en medio de un tiroteo. «Chao Chao nos vemos ahorita amor». ¡Wow! ¡Tremendo nudo se formó en mi garganta! Hasta que finalmente llegó. Pálido, nervioso…

Agradecido por no haberle pasado nada, me dijo que habían matado a una persona dentro de un carro, justo cuando él pasaba por ese lugar. De inmediato llegó la policía y empezó a intercambiar balas con los asesinos. En medio de esa balacera se encontraba mi amor. De verdad mi corazón lloró por lo agradecida que estaba con mi Dios. ¡Él lo guardó!

¿Qué tanto cubrimos a nuestros esposos en oración?

Yo no lo cubrí esa tarde. En la mañana había orado por él, pero esa tarde no lo hice. Preferí dejarme inundar por la desesperación, enojo y la tensión al ver que él no llegaba para ir a la cita con la doctora. A veces no sólo nos dejamos inundar por la desesperación, sino que la ira, enojo y falta de perdón hacia nuestros esposos nos lleva a no orar por ellos. Puede que estemos tan llenas de odio heridas y rencor, que ya ni queremos levantar una oración a su favor. Ese día, una vez más,yo me di cuenta de lo importante que es cubrir a nuestros esposos en oración CONSTANTE. Ellos tienen luchas diferentes a las nuestras. Luchan con el temor, la inseguridad, la codicia, sexualidad, tentaciones, y con tantas otras cosas que no podemos ver. No sabemos qué les pueda estar pasando mientras no están con nosotras. Por eso la importancia de mantenernos en oración por ellos.

Mi oración no cubrió a mi esposo esa tarde, pero sí lo pudo guardar la mano de Dios. Y… ¿cuánto más no haría Dios por ellos, si nosotras decidimos cubrirlos en oración siempre?

Te animo a que retomes ese tiempo de oración por tu esposo. No importa lo que te haya hecho, recuerda que más allá de ser tu esposo es tu hermano, hijos del mismo Padre Dios y te necesita. No esperes a ser sorprendida por una balacera para despertarte y empezar a hacerlo..

¡Comienza desde hoy!

1 Tesalonicenses 5:17 «Orad sin cesar».


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