Con una madre ausente, una madre trabajadora; aunque no puedo afirmar que trabajó porque en mi casa siempre hubo carencias económicas, mi ropa siempre vieja, rota y sucia, platos vacíos…ausencias, ausencias, carencias, carencias, yo cuidando a mi hermano menor, quien para mi era un estorbo, crecí buscando afectos que nunca encontré, odiando mi vida y la de otros, hasta que me golpeo la SUERTE y encontré a Anthuan; el es igual que yo; un miserable y su madre es la hermana gemela perdida de la mía, jaja ahora somos dos contra el mundo, con sed de venganza.

Anthuan y yo desnudos, sintiendo asco de nuestros propios cuerpos en silencio y con ganas de gritar, enredados entre sábanas nuevas con olor a limpio que no soportamos porque ahora más que nunca extrañamos el olor a basura que tuvo nuestra infancia.

Llegó el momento de gritarle al mundo que lo tengo todo y todos tienen que pagar por lo que viví y sufrí por culpa de mi madre. Estamos juntos contra todos… me escucharan y me verán defenderme a gritos porque de alguna manera voy a curar mi dolor.

Ahora mis platos están llenos y mi panza también, mi ropa está limpia y nueva pero extraño el olor a ropa vieja, no tengo a mi madre y tampoco podré serlo, extraño mi vieja casa y ya no puedo volver , fui expatriada.

Margret Moli.

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