Hay algo en ti
que no sabes.
Puertas que yo
puedo abrir.
Algo de ti
que se escapa.
Partes de ti
que son mías.
Es esa luz que regalas.
Es la cama vacía
que aún te espera.
Es tu jilguero.
Esa cara, que
besarías si te vieras.
Esa locura
que murmuras.
Ese aguijón
que se clava.
Son tus ganas,
mis dudas.
Tu manzana,
mi espera.
Es tu marcha
mi ausencia.
Son tus brazos
dos espadas.
Cartas sin correspondencia,
mi calor y
mis palabras.
Un padre sin descendencia,
una pistola
sin balas.
Ese soy yo cuando no estás.
Y no estás,
‘ergo sum’.
Eso es todo lo que tengo
y que no es mío,
como una luz.
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