Mi madre no cree que yo pueda, mi hermana menos, lo veo en sus ojos, lo veo en mí. No lo sé, estoy harta, estoy cansada, enfadada, ya no quiero, No quiero estar más frente al ordenador, con los ojos ojerosos y haciéndose cada vez más pequeños.
Y no siempre es así lo admito, a veces es por la falta de ganas, por la falta de motivación, la falta de vida, no sé, sólo no lo sé, ya no puedo… ya no quiero.
Me digo que sólo es esta materia, pero… y si no es eso, y si soy yo la que no quiero… ¿eso estaría mal? ¿eso sería tan malo?
Cada mirada al espejo siento que se me desborda la vida entre las manos, algo se me escapa, algo se me va; las ganas, el tiempo, los momentos.
Yo estando frente esta mierda de pantalla veo la vida pasar, todo corre, todo avanza…pero yo me arrastro. ¿esto sería tan malo?
Si en las frías palabras de mi madre y en la mirada de mi hermana no encuentro el consuelo. A lo lejos notó mi pesar al rededor del vacío, cómo llegar a ellas sino callando. Cómo llegar a ellas sino omitiendo, cerrando… muriendo. ¿esto sería tan malo? Y si no es eso y… si soy yo la que no quiero.
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