Que desorden habitaba en mi cabeza, era como una pajarera. Quería pero no quería a la vez, que mareo. Como puedo decir «No» y dejarlo ir, decirme «Si» sin ningún problema ni vacilación. Te puedes ir, huir de mi y a los días se que estarás aquí. Si no lo haces…Iré por ti.
Una rueda sin fin. Punto de partida sin paz, sin bandera blanca sin treguas. Madurar y decirte que no es sano que no se puede que no aguanto que no tolero esta situación pero tampoco puedo, me gusta como cortan las tijeras de esta dependencia amor.
Amor, en silencio y contaminado. Somos el clásico ejemplo de la palabra «tóxicos» Nuestra incomodidad y comodidad por lo nuestro. Es nuestro, es mutuo, no es lo deseado, no es como queremos que sea, pero es y este escenario no da vida y a la vez nos la quita.
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