Todos son bien putitos, hagan lo que digo, aunque a mi también me de la cobardía.
Quiero obedecimiento eterno así debería, pues se cargan de apatía.
Cuando todos somos eternos y son cagantes sus espectros, tan llenos de avaricia
Me enseñaron a florecer abundante, ser radiante y cada uno debería.

Me dan vomito sus ganas deterioradas, me cago en ellas mas que en las mías.
Mis ganas perpetuas de odio en un cachito de este espacio, sobre mis manos.
No florezco, me encabrono, tengo odio eterno a lo creado y envidia.
Son pendejos creyendo en sus destinos, no son distintos, son instintos, son cagada
Son perritos esperando un plato salivando, idolatrando a un dios falso.
Tan falsos sus patéticos días, en los que comen, beben, ríen y lloran idiotas.
Y al otro lo mismo, donde repiten, engañándose de emociones y mueren.

Y lo eterno nos devora, nos pinta las mas deliciosas angustias, pues se divierte de odiseas agónicas.
Nos llueve en ocasiones, nos ahoga, nos borra las memorias, nos ejecuta y recetea nuestras porquerías.
Hoy día pisamos genocidios divinos, hermosos, glorificantes, que nutren lo verdaderamente importante.

Distantes están las almas mas ricas, percibimos a diario únicamente la existencia decrepita.
Aunque hay un diminuto carácter, un fragmento que nos hace pertenecer al esplendido absoluto.
Algo aun mas diminuto que las ilusorias probabilidades de concretar los surrealistas sueños.
Nos alimentamos de ánimos falsos, para continuar con la embustera belleza de la existencia.
Nos inspiramos y no nos detiene ni lo mas turbio, nos sentimos inmortales con el beso adecuado.
También somos seres valientes, y por ratos elocuentes, por que hay que serlo si te encuentras enclaustrado.

Comemos, amamos y rezamos, succionamos de estas lo mas rico, lo chupamos, lo exprimimos.
Desfogamos naturalmente con cada punzada, así hasta que termine este pulso finito.
Nunca sospechamos, somos arrogantes, no sospechamos de la luna, el sol, el viento o los mares.
Migrando pensamientos, es como encontramos consuelos y escenarios, todos fuimos ovulados.
Nos hacemos visiones que haremos retratos, lo mas cercano a lo que previamente deseamos
Fielmente seremos raíces, tal vez eternas o no lo sabemos, así como el agua en nubes.

La paranoia existencial me caga y me excita como un relámpago me encanta y espanta.
Alguna posibilidad existirá de besar todo, la brizna, un monte, o el corazón de un pueblo.

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