Las historias de amor nos rodean, desde una corta edad nos encontramos inmersos en una sala de cine viendo una de estas miles de películas sobre el amor verdadero, sobre las trabas que las parejas tienen que pasar para por fin ser felices. A partir de ese momento nos hacemos una idea del amor verdadero, esperamos encontrar a nuestra otra mitad y a esa persona que nos robe suspiros y con la que vivamos las mejores aventuras de nuestras vidas.
Para cuando somos adolescentes y encontramos a alguien que se cruza en nuestro camino, tenemos la idea de que será el indicado. Muchos se ríen de nosotros al pensar en esto, por que piensan que somos jóvenes y aún no sabemos de que va la vida. Pero en ese momento para nosotros se siente así, como si el amor nunca fuera a acabar, como si fuera el último. Nos arranca suspiros tan profundos que años después, aún seguimos pensando en esos buenos momentos, cuando pensábamos que nos comíamos el mundo y que todo era infinito.
Nuestro primer amor es inolvidable, aun cuando termina sentimos que la atracción es tan fuerte que en algún momento volverá, después de meses, años o en otra vida. Por que ese amor te hace cambiar, tanto bien como para mal, es el dueño de tus primeros besos, caricias, planes y escapadas furtivas a media noche. Esa primera persona nos enseña a no rendirnos, a dar todo sin esperar nada a cambio, a dar un salto en caida libre, por que de eso se trata la vida, de caerte y levantarte mil y una veces y sobre todo en el amor.
Alguien alguna vez me dijo
“Eres el amor de mi vida,
Y si no lo eres al menos la marcaste”
Ahí entendí el verdadero significado del verdadero amor.
OPINIONES Y COMENTARIOS