Te vi, eso pienso gritar al verte de reflejo en otras personas, al andar, al mirar, al sonreir, al hablar, desde tu perfume hasta la manera de dirigirte hacia otros, todo eso sumado a la nostalgia, remordimiento y la maldita desdicha de no poder hablarte ni verte nunca mas, una obstaculo quizas, descolorido, como lo fue todo en aquel instante nublado que me dejo algo raramente claro y padeciendo un deforme e inmenso temor hacia el exterior pero sin ser fobia, solo se que es el causante puntual de llegar a odiarme, pero no es un odio que repugna toda esta existencia, odio a no poder o no querer aceptar que no voy a encontrarte por mas que te busque, y si, se que te encontras por ahi en un punto fijo donde puedo ir a visitarte aunque no quiera, y no quiero por el echo de encontrar inservible regar con lagrimas aquellas flores de quienes te visitaron antes, si es que asi lo hacen. Por eso me odio, por la impotencia que se me encarna en el alma esos dias que apenas puedo soñarte y no puedo traerte conmigo para despertar, despertarte, despertarnos y seguir viviendo.
OPINIONES Y COMENTARIOS